17

296 28 1
                                    

El fuerte llanto de una niña, alertó a los hombres que la diosa de la Victoria había nacido. La algarabía y la felicidad no se dejó esperar. Aunque que importaba si esa criatura era la reencarnación de una diosa o era solo una bebé más, era una vida nueva y para ellos que estuvieron meses conviviendo con la muerte, esa niña era su máximo logró, por que la habían defendido como nunca.

Rima salía de la tienda de Kaname con una batea llena de agua ensangrentada cuando Kaito la tomó del brazo.

- Rima ¿Qué está pasando?¿Por qué lloras? -

- La bebé nació - responde la mujer

- Lo sé, la oímos llorar - responde Kaito

- La bebé es hermosa - llorá Rima

- Me imagino, Kaname es bastante lindo - dice - ¿Qué pasa? -

- No podemos detener la hemorragia. Kaname se está desangrando ¡Esta muriendo! -

Kaito le quitó la batea y la dejo en el suelo y abrazo fuertemente a Rima. Esto era horrible, si ese chiquillo moría, Rima y Takuma quedarían devastados.

- Tranquila, ten fe. Ese chiquillo tiene más fuerza que cualquiera de nosotros. Nadie podría haber aguantado tanto como él. Ya verás que solo nos está dando un susto, después se va a reír de nosotros -

- Quiero creer en eso -

- Cree en mí, él no va a morir, un chico que embarazado y todo fue azotado, tuvo que huir de su país para salvar su vida y la de su hija, un hombre que estuvo en medio de un campo de guerra no va a morir así de fácil -

Zero que estaba atado a menos de dos metros de la pareja no podía creer lo que oía, ese Kaname que había dado a luz era el mismo Kaname que había estado buscando como loco.

- Sueltenme - gritó Zero - Quiero verlo -

- ¿De qué hablas? -

- ¡Kaname! -

Kaito miró a ese hombre. Qué podría querer con el amante de su amigo.

- ¡No mereces verlo! - grita Rima - No después de todo el daño que le hiciste -

- Rima, me puedes explicar esto - dice Kaito

- Kaname es hijo de los reyes del país del Agua y fue el esposo repudiado por este hombre - dice apuntando a Zero

- Cuidamos todo el tiempo al hijo de nuestros enemigos - dice Kaito dolido.

Él odiaba con toda su alma a los nacidos en el país del Agua, ellos habían matado a su esposa, la hermana de Takuma, la habían asesinado frente a sus ojos, la habían asesinado aunque él había rogado por la vida de su amada y del bebé que ella llevaba en su interior.

- Ese chiquillo se quedó callado todo este tiempo - dice Kaito aún perturbado por lo que acababa de descubrir - Takuma no tiene idea -

- Te equivocas, el general lo sabe, Kaname se lo contó todo, Kaname no le ocultaría algo así al hombre que ama -

- Pero... -

- Kaname no hizo nada malo. Nunca hizo nada para ser odiado ni por ti, ni por nadie - dice Rima - Debes dejarla partir. Sé que no soy como ella, pero juro que no te dejaré solo, ni yo ni... -

- ¿Ni quién? -

- Ni mi bebé - dice poniendo la mano de Kaito en el plano abdomen de la chica

En tanto Kaname estaba pálido en la cama, Takuma sostenía su mano y con su otra mano libre sujetaba a la pequeña que acababa de nacer.

- Es hermosa - dice Kaname con una débil voz

- Sí, es como tú -

Kaname miraba a la niña, que era la viva imagen de Zero.

- Es igual a Zero. ¿Apesar de eso la amarás? -

- Más que si tuviera mi sangre, porque tiene mi alma -

- Te amo tanto - lloraba Kaname - Cuida de ella. Dile que la amaba mucho -

- Vas a estar bien -

- Estoy muriendo, pero al menos pude conocerte Takuma -

- No digas eso, te necesito a mi lado, tenemos que cuidar de esta niña - Takuma ya no podía con tanto dolor

- ¿Puedo pedirte un último favor? -

- Sí -

- Quiero ver a Zero - Takuma lo miro con más tristeza aún. Lo amaba tanto y él quería ver a otro hombre y no uno cualquiera, sino al padre biológico de esa bebé que él sostenía en sus brazos - Sé que te lastimó, pero necesito verlo una vez más -

- Será como tú quieras -

Takuma limpio su rostro acomodó a la bebé junto a Kaname y ordenó que trajeran al prisionero. Zero fue llevado engrillado de pies y manos.

- Saquenle los grilletes de las manos - ordena Takuma a uno de sus soldados - Ahora váyanse -

Zero se acercó a la cama donde Kaname estaba junto a su hija.

- Es hermosa, es una bella princesita - dice Zero

- Sí, será una hermosa niña, lástima que no la veré crecer -

- No digas eso, vas a estar bien. Ya verás que podremos cuidar de nuestra hija -

- Estoy muriendo - responde agitado - No sobreviviré a esto -

- Entonces te prometo que será la princesa más linda del mundo, tendrá los vestidos más impresionante que se hayan visto -

A Takuma le dolía ver como ese hombre se acercaba a Kaname y este no se oponía, por lo que caminó hasta la salida.

- General, no se vaya - dice Kaname alzando un poco su voz

- No necesitamos a un extraño aquí - dice Zero - Tenemos que hablar -

- No hay nada que yo necesite decir sin que el general este aquí -

Ante eso Takuma permaneció en la tienda, aunque no quiso acercarse.

- Mi hija no necesita vestidos. Lo que mi hija necesita es amor, el mismo que alguna vez busque yo y que no me fue correspondido -

- Claro que tendrá amor -

- Mi hija no será princesa, mi hija será la hija del general -

- ¿Qué dices? -

- Yo quiero que Takuma cuide de ella, con el mismo amor que me entrego a mí y que lamentablemente no podremos seguir disfrutando -

- Estás loco ¡Es mi hija, mi heredera! - grita Zero intentando tomar a la niña

Takuma desenvainó su espada por lo que Zero soltó a la pequeña.

- Ya escucho a mi esposo, no volverá a poner sus manos en mi hija - dice Takuma

- ¡Esto no se quedará así! - grita lleno de rabia Zero

- ¡Soldados! El rey Zero vuelve a país. Saquenlo de nuestra nació -

Los soldados lo tomaron a la fuerza de los brazos y lo sacaron de la tienda.

- Takuma, gracias por estos maravillosos meses junto a ti -

Kaname cerro sus ojos. Al momento que la pequeña se largó a llorar llena de angustia.

AMOR NO CORRESPONDIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora