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DAFNE

❁══════❁

He terminado de hacer la maleta y estoy sentada en el suelo, mirando a un punto fijo sin pensar en nada.

— ¡Dafne, ya han llegado tus amigas! — grita mi madre desde el piso de abajo.

Me levanto tan rápido que me da un mareo, aunque puedo llegar entera al salón, bueno con las lágrimas a punto de caer pero entera al fin y al cabo.

— Daf, no llores...

¿Se acuerdan de las lágrimas de antes?

Pues ahora están aterrizando todas en mi camiseta.

— No me puedo creer que no os vaya a ver en un año entero.

— Un año no es nada tía, cuando menos te lo esperes estarás de vuelta.

Amanda, Sofía y yo somos amigas desde infantil, ellas son la única amistad que he tenido y pensar que no las volveré a ver...

Sí, es un año, pero todo a lo que estoy acostumbrada cambiará.

— Además, dicen que en Argentina hay chicos muy guapos — me dice Sofía tocándome el hombro.

— Eres de lo que no hay — le respondo con una sonrisa en la cara.

— Dafne en diez minutos nos vamos — me comunica mi madre atravesando el salón con mi maleta en la mano.

Miro a mis amigas y las abrazo.

— Te llamaremos todos los días.

— No te creas que te has librado de nosotras.

— Sois una maldición — digo entre risas. — Os quiero.

٭٭٭

Después de que se vayan subo para coger la mochila, echo un vistazo a mi habitación y me entra de nuevo el bajón.

Un año... — pienso.

Con la mochila en el hombro bajo las escaleras y veo a una persona parada cerca del sofá.

Por favor, no... — ruego en silencio.

Se gira y sí, es él.

— ¿Qué haces aquí? — le pregunto irritada.

— Solo quiero despedirme.

— Bien, adiós — intento pasar por su lado pero me agarra del brazo.

— Daf espera, no te puedes ir así.

— ¿Así cómo, César?

— Así de mal, de rota... Joder si estás llorando — alza la mano para secármelas pero me aparto.

— No me toques — le digo cansada. — Tú y yo no tenemos nada que hablar así que no sé que haces aquí.

— Todavía te quiero y te voy a echar de menos, ¿lo sabes, no? — me busca con la mirada.

— ¡Dafne, dos minutos! — vuelve a gritar mi madre, esta vez desde el coche.

— Me tengo que ir — le miro.

— ¿Me sigues queriendo?

— César, yo...

— Ya sé que la cagué pero todos lo hacemos. ¿Qué pasa, que de un día para otro te has olvidado de ocho meses de relación? — parece dolido.

— No se me habría olvidado sino fuera porque me fuiste infiel. ¿Cómo tienes la cara de venir aquí a decirme todas estas gilipolleces? — me sale una risa amarga. — Dime, ¿no se te pasó por la cabeza mientras te enrollabas con la otra? — ya estoy llorando otra vez.

— Fue un error.

— No tranquilo, el error fue mío, por enamorarme y confiar en ti — me intento secar las lágrimas con el torso de la mano.

Me mira sorprendido.

— Vete — le pido sin titubear.

Y así lo hace, da media vuelta y se marcha.

Me quedo unos segundos en la puerta hasta que suena el claxon del coche.

— ¡Dafne por Dios, date prisa! — chilla mi madre a punto de la histeria.

Cierro la puerta, me encamino hacia el coche y una vez dentro le cojo la mano a mi hermana.

— ¿Lista? — le pregunto.

— Lista —me responde apretándome la mano.




ante ustedes, la
primera novela
que escribí :)

antes de seguir quiero comunicaros que esta novela la subí a ig, por lo que los capítulos son irregulares (algunos son largos y otros cortos) y la forma de escribir es un poco distinta a mis otras novelas (os recuerdo que fue la primera que escribí)

espero que lo entendáis y disfrutéis. <3

en mis venas; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora