en mis venas; trueno

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DAFNE

❁══════❁

Me quedo clavada en el sitio, ¿estaba diciéndome todas esas gilipolleces mientras la otra le esperaba?

No sé que sentir en este momento, si rabia, pena, asco o las tres cosas a la vez.

— Dafne, vamos.

Ignoro todo aquello y sigo a Angie hasta la sala en la que he estado antes con Mateo, me siento en el sofá que hay y me masajeo las sienes con la yema de los dedos.

— Me vas a tener que perdonar pero me tengo que ir, he quedado con unos amigos en cuanto termine el show — dice Angie rompiendo el silencio.

— Descuida.

— ¡Vale, adiós!

Mi mente en este momento es una bomba de pensamientos en la que la frase todavía me amas se repite una y otra vez sin descanso.

Me suena el teléfono devolviéndome así a la realidad.

Mat

nena, no queda gente casi

dónde estás?

en la sala de antes

ahora nos vemos

Me tumbo, bloqueo el móvil y me quedo dormida.

٭٭٭

Llevo un rato sintiendo como alguien me acaricia el pelo pero para de repente.

Abro los ojos, mi cabeza está descansando sobre su muslo.

— Mat — no me contesta, está como ido. — Mat — repito más fuerte.

Su mirada viaja hasta la mía.

— ¿Cuánto he dormido? — pregunto algo desorientada.

— Unos veinte minutos desde que vine — está algo raro.

Miro hacia el reloj de la pared y este marca las doce y media.

— ¡Mierda!

Me incorporo y busco mi móvil, tengo ocho llamadas perdidas de Jordina.

— ¿Qué pasa?

— Tengo que cuidar esta noche a mi hermana.

— ¿Y tú madre?

— Tiene turno de noche — explico poniéndome los zapatos que me debió de quitar él.

— Vamos, te acompaño.

Me pongo de pie y mi móvil suena dando así la bienvenida a un nuevo mensaje.

César

quiero que seas mía de nuevo Daf

y sé que aún me amas, tu mirada
lo dice a gritos

Levanto la mirada deseando que Mateo no se haya fijado pero su vista está clavada en aquel mensaje que será el principio del fin.

MATEO

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Tenerle presente durante todo el show fue un privilegio, pero por alguna razón que desconocía sabía que no lo estaba disfrutando del todo y confirmé mis sospechas cuando vi como se iba a minutos de que acabara.

Cuando finalizó fui donde estaba Angie y esta me dijo que Dafne estaba en el baño, por lo que me dirigí allí a echar un vistazo y como suponía no había nadie, quizás estaba fuera.

Rezando porque fuera así abrí la puerta y lo primero que divisé fueron dos voces, una femenina la cual era de Dafne y otra masculina.

— No siento nada por ella, solo quiero estar contigo, siempre fuiste tú.

Ese chico era su ex, lo sabía por como le miraba Dafne, con mucha rabia acumulada.

Rabia y algo más.

Alguien me tocó el codo por detrás, me giré y se trataba de Angie.

— ¿Qué haces aquí, has encontrado a Dafne?

Cerré la puerta.

— Sí, sí.

— Perfecto porque te están buscando para hacerte fotos con las fans.

— Ya voy.

No me gustó tener que dejar a Dafne sola con el chico ese, pero no me quedaba otra y mientras atendía a mis seguidores mi mente estaba en lo que había sucedido fuera.

Ese algo más que reflejaba la mirada de Dafne me tenía...

Qué sé yo, preocupado.

No me atrevía a decir que era amor pero estaba seguro de que algo seguía con vida de su relación y eso me reventaba muchísimo.

Después de trescientas fotos me escabullí para enviarle un mensaje y posteriormente fui hacia la sala donde estaba.

Entré y me encontré a Dafne recostada sobre el sofá, se había quedado dormida y estaba preciosa.

Me acerqué sigilosamente y le quité los zapatos, luego me senté a un lado, puse su cabeza despacio sobre mi muslo izquierdo y le acaricié el pelo con los dedos.

Estuvimos así un buen rato hasta que se movió incómoda y susurró:

— César, no...