Capitulo I

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2 Años antes

El olor a café impregnaba mis fosas nasales, un vaso termico con expreso de vainilla estaba entre mis manos.

Mis dos mejores amigos estaban conmigo sentados en la misma mesa a un lado de la ventana mas grande de la cafetería, era nuestro asiento habitual, Ariana y Jacob estaban hablando muy animadamente de que ya pronto entrariamos a la facultad y nos tendriamos que mudar muy pronto lejos de nuestros padres.

Alcance a ver que Ariana me hizo una preunta pero no escuche bien.

-Perdon Ariana, ¿que dijiste?- los dos se miraron y se comezaron a reir. La risa de Jacob era muy contajiosa y yo también comence a reír.

-Te decia que en unos meses nos iremos a la facultad, y obvio que nosotras estaremos en la misma habitación, ¿verdad?-

-Es obvio que si Ariana- ¿como iba a estar en la facultad sin estar con mi mejor amiga?

-Si, los tres vamos a estar juntos- dijo Jacob en tono de burla.

-Te dejariamos estar en nuestro cuarto solo si fueras gay- contesto Ariana y los tres comenzamos a reír.

En ese momento desvíe mi mirada a la entrada de la cafetería y vi entrar a un chico alto ojos café, alto, su cabello era negro, su vestimenta me había llamado la atención, llevaba unos vaqueros azul marino un poco desgastados una camisa color azul tenue y zapatos café, fije mi mirada en él, se sento en una mesa a esperar que el mesero suera a pedir su orden, no quitaba mis ojos de él, volteo a donde estaba sentada y nuestras miradas se encontraron, no tarde ni tres segundos en voltear la mirada a donde estaba Ariana.

-¿Que pasa?- la voz de Ariana hizo que saliera de mi trance, y volteara a verla.

-Que? Nada, no pasa nada- mi voz sonaba nerviosa.

-No quitabas la mirada de Edward-

-¿De quien?- mi voz tenia alegría y emoción que trataba de ocultar pero no lo conseguí.

-Edward, Edward Laurence, es uno de los chicos mas ricos de la ciudad- contesto la rubia enfrente de mi, Ariana era lo opuesto a mi, rubia, ojos verdes, tez blanca, alta y tenia un cuerpo realmente envidiable, en cambio yo, tenia el cabello negro, ojos gris, de tez bronceada, tambien era alta pero ella me ganaba por 10 centimetros- es muy amigo de mi familia, esta solo, si quieres lo llamo para que se siente con nosotros-

-No, no esta mej...-

-Edward! Edward!- no alcance ni a terminar la frase cuando Ariana comenzo a gritarle a Edward y levantando las manos de la mesa oara que la pudiera ver, la cara de Jacob no estaba realmente feliz. Cuando Ariana tomo su lugar comenze a hablar.

-Porque hiciste eso Ariana?- estaba nerviosa y un poco enfadada por lo que habia hecho mi amiga.

-Ayy, And, no te pongas asi, además es muy buena persona, puede que te guste- dijo lebantando las cejas, iba a contestar pero para mi sorpresa cuando iba hablar, el chico de ojos café estab parado junto a mi.

Senti mi rostro ruborizarse y ponerse caliente, no entendía porque me ponía de esa manera, nadie en mucho tiempo me lograba poner así, desde que un chico me rompió el corazón.

-Hola Ar, hola chicos- sabia que se referia a mi y a Jacob.

-Hola- contestamos Jacob y yo al unísono.

-Hola Edward, ellos son mis amigos, And- dijo señalandome con la barbilla- y el es Jacob- hizo el momento mismo movimiento con la barbilla.

Me levante para saludarlo, me saludo y me dio un beso en la mejilla, su tacto hizo que un escalofrío recorriera mi espina dorsal.

Estuvimos varias hora hablando sin parar, solamente estabamos Edwar, Ariana y yo. Jacob se tuvo que ir porque tenia que llevar a su hermano menor a clases de musica.

-Mierda mi madre me va a matar- la voz de Ariana rompio el silencio.

-¿Que pasa, Ar?- le pregunte a la rubia.

-Le dije a mi madre que llegaría a las 6 para ayudarla a hacer la cena y ya son las...- dijo mirado su reloj-... 6:30, And, creo que no podre llevarte a tu casa, podras irte caminando?- la idea no me agradaba pero si no habia de otra.

-Si Ar, no hay problema, ya sabes que mi casa no esta tan lejos- y no lo estaba, solo eran tres manzanas de distancia.

-Yo podria llevarte, digo si quieres- Ar y yo nos miramos, solo nosotras sabiamos que significaba, no compartiamos la idea.

-Claro que si, ¿verdad And?- mieda.

-Si no es molestia- dije un poco avergonzada.

-Claro que no, preciosa- su tono era suave y era apenas un susurro.

-Bueno, bueno, "amigos"- dijo asiendo las comillas con sus manos- os dejo por que mi madre me va a matar, adios- dijo saliendo disparada por la puerta de la entrada. Edward y yo nos miramos en silencio, me parecio extraño, no era un silecio incomodo sino todo lo contrario, muy agradable.

-¿Nos vamos?- lo mire y asenti. Pagamos la cuenta y los dos no fuimos a su auto.

Era un auto precioso, un Audi R8 color azul marino, realmete me gusto.

Se dirigió a la puerta del copiloto y la abrio para que me pudiera subir.

-Gracias- dije con una sonrisa y me subí al auto, cerro la puerta y dio la vueta al auto para subirse.

Todo el camino solo hablaba oara darle las coordenadas de mi casa.

Cuando termine de decirle, solo mire por la ventanilla pensando en lo que me esperaria al llegar a mi casa.

-Listo, ya llegamos- me saco de mi trance, se bajo y abrio la puerta para que yo puediera salir, le respondi con simple "Gracias", antes de entrar a mi casa me tomo del hombro y me dio la vuelta suavemente.

-¿Me darías tu número de celular? Quisiera volver a pasar tiempo contigo- no dude ni un segundo y se lo di. Me quede parada viendo la parte trasera de su auto alejarse.

Me dirige a la entrada de mi casa tomado en pomo de la puerta con miedo de entrar y ver lo que me sucedería.

Abri la puerta y me encontre con mi madre en la cosina y fui a donde estaba.

-Ma-mamá, donde esta mi padre- mi voz temblaba de miedo, no queria que mi padre estuviera en casa.

-No esta Andrea, salio con unos amigos- mi miedo había incrementado, cada dia que mi padre salia con sus amigos llegaba borracho y siempre nos hacía daño.

-Esta bien, madre- dice con apenas un susurro. Me fui hacía mi cuarto suviendo las escaleras de dos en dos. Me recoste en la cama observando el techo pensando en Edward, sus ojos, esos hermosos ojos café, que para cualquiera parecieran ordinarios, pero para mi, eran los ojos mas hermosos que habia visto en toda mi vida. Abri los ojos al escuchar un portazo en la puerta de la entrada, "Mi padre", pense, en ese momento una ola de miedo me invadió todo mi cuerpo, se escucharon pasos que subian por las escaleras, pense que era mi padre pero cuando escuche que dieron unos ligeros golpes en la puerta supe que era mi madre.

-Pasa- dije lo suficientemente alto para que mi madre me alcazara a escuchar. Abrió lentamente la puerta y su cabeza se asomó por la puerta entreabierta.

-Tu padre quiere que bajes a cenar- dijo con un tono triste en la voz.

-No tengo hambre mamá-

-Po-por favor ven Andrea, y-ya sabes como se pone tu padre cuando n-no bajas a cenar- mi respuesta habia hecho que su voz titubeara.

-Ya voy- no queria bajar, ya sabia lo que me pasaria si bajara, mi padre estaria borracho y tendría que aguantar que me golpeara, cada noche era esto, cada noche, yo siempre era la que salia mas afectada de todo los problemas que tenia mi padre, pero yo sabia que el me demostraba su cariño con golpes porque el me decia que sus golpes me demostraban todo el cariño que me tenia, era la manera, que yo conocia, de que me demostrara cariño, amor.

Los golpes, me demostraban cariño.

"Que no me pase nada esta vez".

UltraviolenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora