Final 2/2

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Narra Rubius

Sali de la mansión, lo primero que vi fue a mi hijo jugando con su novia, mi Alfa alimentando a los caballos y un extenso campo verde, por donde pasaban mariposas , yo mire todo con una sonrisa, pero mi mirada viajo a ese pequeño rincón, al instante sentí como mi corazón dio una punzada, ese pequeño rincón sin vida que siempre lograba deprimirme...

-Ozito, otras vez pensando en eso?...-hablo Vegetta poniendo una mano en mi hombro, yo solo le sonreí melancólicamente.

-nunca lo voy a superar, simplemente no puedo aceptarlo. -hable desviando mi mirada de ese deshabitado rincón.

-vamos a visitarlos, nos deben estar esperando. -hablo dándome unas rosas, yo sonreí un poco y comenzamos a caminar a la salida. -...Brayan nos iremos unas horas, nada de hacer cosas...

Después de un largo tiempo de caminar por fin llegamos a mi antigua casa, yo miraba esta con nostalgia, en qué momento paso el tiempo tan rápido?, sonreí un poco deprimido y comencé a caminar por el sendero que hice, al llegar me arrodille al frente de esas tres tumbas. Con una sonrisa pase un dedo delineando con amor las letras que estaban escritas en estas.

-los extraño tanto, no saben lo mucho que los extraño. -hable por fin dejando caer una lagrima, dividí las rosas y las deje sobre las tumbas.

Todo había pasado muy rápido, ellos dos estaban sanos, corrían y jugaban por toda la mansión, como es posible que de repente de su hermoso pelaje comenzaran a salir canas, como es posible que en tan poco tiempo dejaran de correr, como es posible que por cada día estuvieran más débiles. Me dolía, dolía demasiado, escuchar sus ladridos y sus patas en el suelo, era algo a lo que estaba acostumbrado, me dolía que un día ya no se levantaron y un profundo silencio invadiera todo...

-espero que estén en un lugar hermoso, en un lugar donde puedan correr y jugar sin sentir cansancio. -hable dejando de ver esas frías lapidas donde estaban tallado sus nombres. -...los extraño demasiado Coringa y Lobo Plateado, no saben lo difícil que me es verlos así...

-ellos también te deben de extrañar...-hablo Vegetta ayudándome a parar. -...ellos saben lo mucho que los quieres, recuerda que siempre te van a proteger, estén o no, ellos estarán siempre a tu lado...

Me limpie las lágrimas, sonreí una última vez a esas tumbas y me gire para regresar a la mansión...

(Quince años después...)

El frío viento chocaba contra mi cara mientras veía mi ultimo atardecer, miraba con una sonrisa el cielo mientras me mecía, comencé a toser, al calmarme retome mi sonrisa, el tiempo paso en un abrir y cerrar de ojos, pareciera que fue apenas ayer que fui al doctor por esta tos, quien diría que por fin llegue a mi día.

-Vege!...Vegetta!...-me di una pausa por mi tos. -...Vegetta!, las pastillas!...-grite para recordarle.

-ya me las tomé. -hablo sacudiendo su tarro, yo reí y vi como se acercaba y se sentaba a mi lado. -...estas frio...-hablo cuando me tomo de la mano, yo sonreí.

-...ya es mi momento Vegettita...-hablé viendo como en el cielo comenzaba a llenarse de estrellas, yo sonreí, pero otra vez mi tos ataco.

-...ya es nuestra hora Ozito...no voy a permitir que nada nos separe...-yo sonreí y apoye mi cabeza en su hombro.

-...ya mandaste las cartas a nuestros compañeros?...-pregunte mirando las vistas, el asintió. -...cuando es que colocan a los cachorros como Héroes?...

-pasado mañana Ozito...-yo reí un poco, pero esta vez la tos ataco más fuerte. -...ya esta todo listo, Ozito, no nos falta nada, mejor descansemos, mañana será un nuevo día...

-supongo que tienes razón, aun recuerdo todo lo que pasamos juntos, es increíble como pasaron los años de rápido. -hablé melancólicamente, pude escuchar su pequeña risa. -...lo único que quiero es regresar al pasado, haber aprovechado todo ese tiempo perdido, pasar más días contigo...

-...-pare por la tos. -...ya tendremos mucho tiempo para nosotros...te amo...te amo demasiado...-note como una lagrima cayo en mi cabeza.

Yo tome la mano de Vegetta y la entrelace con la mía, me apegue más a él y le di un beso en la mejilla.

-...yo te amo más...te amo como nunca pude haber amado...te buscare en mi próxima vida, lo prometo...-dije volviendo a apoyar mi cabeza en su hombro. -...mañana será un mejor día para los dos...te amo...

Los dos nos quedamos viendo el paisaje, cada vez mis parpados se hacían más pesados y me costaba un poco espirar, lo único bueno es que mi tos paro, aprete más la mano que tenia entrelazada, pero al parecer yo era el único que aun podía hacer fuerza, sonreí y con el poco calor que nuestros cuerpos tenían cerré los ojos, casi al instante un tranquilizante calor abrazo mi cuerpo...

Narra Brayan

-Brayan, amor, donde puedo dejar las cosas del cachorro?. -pregunto Boreal, yo miré todo lo que traía y sonreí.

-en mi antigua habitación, ahí quedara la habitación de nuestro cachorro. –al decir eso desvié mi mirada viendo toda la mansión, suspiré al notar que esta vez se veía diferente.

-Brayan, apuesto a que tus padres hubieran querido que estuvieras feliz, estas esperando un cachorro, deben estar muy orgullosos. -hablo Boreal acercándose a mí, yo solo sonreí viendo un cuadro donde estaban mis padres.

-como siempre tienes razón. -la voltee a ver y le di un pequeño beso, despues me arrodille y toque su vientre. -...como estas campeón?, te sientes muy cómodo ahí?, deberías apresurarte para que podamos jugar juntos y no esté tan solo, aquí te espero...

-eres un tonto, iré a organizar la habitación del cachorro. -yo asentí y le di un beso en la mejilla.

-acabare de revisar las cajas he iré a ayudarte. -ella asintió y nos separamos, yo me acerqué a sala y abrí una de las cajas.

Al hacerlo del interior salió un poco de polvo, por lo que tosí, mire su interior y saque lo que parecía ser un cuchillo, dos collares y tres gorros, yo sonreí melancólicamente a ver esos objetos. Los collares tenían los nombres de Coringa y Lobo Plateado, reí un poco al recordarlos, deje eso de lado y mero los gorros, me recordaba a cuando estaba con mis padres, cuando hacíamos bromas, cantábamos y jugamos sin parar, me recordaba cuando nos abrazábamos y nos decíamos que estaríamos juntos para siempre... Solo quiero regresar un momento al pasado, abrazarlos y decirles lo mucho que los amo...

Me limpie unas pocas lágrimas, iba a dejar los gorros a un lado pero del gorro de mi padre cayo una nota, un poco confundido la abrí viendo su interior.

Como pasa el tiempo, no lo crees?, bien, es difícil para tu Madre y para mi escribir esto, lo único que esperamos es que nuestra partida no te afecte tanto, ya era nuestro momento, era la hora de descansar un poco, y lamentamos mucho el haberte dejado solo, nosotros queremos que sepas que te amamos, te amamos muchísimo hijo, ten siempre en mente que estaremos al lado tuyo, que aunque no nos veas estamos a tu lado compartiendo las mismas cosas que tú, nunca estarás solo, y donde estamos jamás nos olvidaremos de ti, por eso mismo hicimos esta carta, para despedirnos y ayudarte en tu futuro, debajo de esta casa esta toda la fortuna de Lobo Nocturno, y debajo de la casa de tu Madre esta toda la fortuna de La Hermandad, en cada sitio te dejamos un libro explicando todo sobre eso, por si quieres llegar a abrirlo. Toda esta fortuna es para ti, para que tu y tu familia vivan bien. Ahora mira debajo al fondo de la caja, recuerda que te amamos.

Limpie mis lagrimas para poder ver, como mis padres me dijeron vi el fondo de la caja, de ahí saque lo que parecía un cuadro, en este había una foto de los tres, en ese momento comencé a reír mientras liberaba unas lágrimas, tome el cuadro y la carta y subi a la habitación de ellos, al estar en esta puse la foto sobre la mesita.

-yo también los amo, los amos muchísimo...-hablé mirando la foto, sonreí y sali en dirección a mi habitación, al llegar pude ver como Boreal alzaba un peluche de conejito.

-...pasa algo?...-pregunto al verme, yo negué y me acerque a ella.

-te ayudare a organizar...-hable abrazándola mientras le dejaba besos.

El Color De Mi Vida [Rubegetta] Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora