Cinco y Tu. Veneno del paraíso.

Cap 9.

Ahí estaba el, su cuerpo estaba desarrollado, su cabello estaba un poco mas largo que antes, seguía teniendo esa mirada con la que podías sentirte a salvo, su olor seguía siendo igual que antes, ese olor tan adictivo... era el, después de tantos años...

-Es un poco tarde como para llegar a casa a estas horas, ¿no crees? – Dijo Cinco mientras me miraba de arriba abajo, hizo una pequeña sonrisa casi no visible.

-Cinco...- No sabia que decir, tantos años sin verlo...

Él se teletransporto y apareció atrás mío, puso su cabeza arriba de mi hombro y me susurro al oído. -No sabes cuánto te extrañe...-

Por mi cuerpo recorrió un escalofrío, sentía mi cuerpo inmóvil, el puso una mano en mi cintura haciendo que me girara.

- ¿No dirás nada?... – Dijo viéndome a los ojos.

Yo solamente lo abrace, lo extrañaba tanto... todo ese tiempo sin verlo...

-No sabes cuánto te extrañé. – Dije mientras comenzaba a llorar, yo solo sentía como el me abrazaba más fuerte.

-Ya estoy aquí... - Nos separamos dejando nuestras caras a unos cuantos centímetros, su respiración tocaba mi nariz, sentía como si nuestros corazones se sincronizaran, estaba con él y no quería dejarlo ir nunca más, nuestros labios finalmente chocaron, sentía su necesidad y la mía de estar juntos, sentía como si el tiempo se detuviera y solo existiéramos el y yo, era nuestro momento, después de tanto tiempo... tenia una de sus manos en mi cintura y la otra en mi cuello haciéndola bajar por toda mi espalda, sentía como una energía recorría todo mi cuerpo, yo tenia mis manos en su cuello, no quería sepárame nunca de él, este era nuestro momento, la habitación se inundaba de sentimientos haciendo tan mágico ese momento... tan especial...

Al final nos separamos por la falta de aire, nos miramos a los ojos y solamente reímos, lo extrañaba tanto, extrañaba todo de el...

Fuimos hacia mi habitación y dormimos como la ultima vez que nos vimos, sentía como el me abrazaba, era una sensación de volver a la vida...

Desde ese día supe que estaríamos juntos, que nada ni nadie nos separaría y si otro apocalipsis amenazaba con destruir el mundo, sé que él y yo lucharíamos para impedirlo, porque nuestro mundo era estando al lado uno del otro.

Y si no pudiésemos evitarlo lo que haría seria besarlo, porque sus labios me hacían viajar, era como probar el veneno del paraíso y si eso era pecar, estaba dispuesta a hacerlo siempre.