𝙤𝙣𝙚-𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨 || ᴊꜱʜᴋ

𝓦𝓲𝓼𝓱

【Hanako - Fluff】
Requested by: UwUTreyUwU

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Entre las cuatro paredes de aquel baño existía una tensión que recorría el cuerpo del pelinegro, como si desde el inicio una daga empezara a apuñalar su debilitado cuerpo por el miedo. Frente a él, pegada al suelo como un maniquí sin emociones, sus ojos vacíos no se separaban del piso, mojándolo con las cataratas de sus luceros.

— ¿C-cuál es tu deseo? — a Hanako le costó hablar firmemente al ver su espalda.

— Quiero morir, y ver a Amane nuevamente.

Definitivamente Hanako estaba en problemas si no cambiaba aquello de alguna manera, y estaba apunto de hablar cuando ____ alzó su cabeza.

— Él era mi mejor amigo, y murió porque no pude ayudarlo — sus sollozos rompieron el corazón de Hanako — No quiero dejarlo solo, yo no puedo soportar no tenerlo conmigo, ser tan solitaria. Le prometí que estaríamos juntos para toda la vida.

____ volteó todo su cuerpo sin abrir sus ojos, mostrando su cuerpo tambaleante a causa de la dificultosa respiración por sus lágrimas.

— Por favor — pidió — Mátame.

Calló sus advertencias para abrazar a la muchacha, queriéndola mantener tranquila lo más que podía, sintiendo sus brazos traspasarla con la facilidad de un fantasma. Pues lo muerto no toca a lo vivo. Y Hanako lloró igual que ella al notar la lejanía que sus estados les creaba.

— Ama-mane — la niña cayó al suelo en una gran pena que atormentaba su corazón a manera de asfixia. Y el niño lamentaba el dolor que provocaba en su amiga.

Y Dios tuvo piedad de esas dos pobres almas, separadas por el egoísmo de alguien más.

— Deberías volver a tu casa, niña — no iba a dejarse ver por ella, no estaba listo para explicar nada. Y el cubículo fue un refugio para su precencia.

— Quiero mi deseo.

Para desgracia de la jóven, el niño había desaparecido antes de tener que cumplir su labor.

Sin embargo ____ tenía su objetivo claro, y un plan B en caso de que la invocación no funcionara. Su maletín la acompañó al bajar los pisos de la escuela, y sus pasos se detuvieron en la puerta al notar los vehículos circulando en la carretera frente al portón. Estaba decidida.
Hanako lloraba en ese desolado lugar, en un silencio profundo que consolaba su desgracia.

— ¿Qué hace allí? — un Mokke preguntó al mirar por la ventana.

— Se va a morir — otro acompañó la idea.

El sonido estruendoso de bocinas hizo que Hanako sintiera un presentimiento terrible al salir golpeando la puerta del baño. Corriendo en un intento de parar cualquier idiotez que la chica pudiera causar, queriendo un motivo egoísta sin pensar racionalmente.

— ¡____! — había llegado a la entrada cuando vió a su amiga parada en media carretera.

Por un momento, tan efímero y radiante, la mirada de su querida amiga había recobrado su brillo al verlo frente a ella. En ese instante tan mágico ella había sonreído junto a sus mares salados, quizo correr a sus brazos en busca de calor.

— ¡Amane-!

El olor de la sangre y el sonido crujiente de los huesos frente a el chico que era enviado pasos atrás cada que intentaba acercarse a ____, y los gritos de las personas a su alrededor alteraban sus sentidos.

Muchos especialistas concuerdan en que los niños son más fáciles de recaer por un trauma, al tener edades cortas, su sistema es más sensible a cualquier ataque. Y pueden traer repercusiones al crecimiento y desarrollo de los menores.

Ella era lo que él más amaba, su tesoro más preciado.

El magnífico ser luminoso sonreía al tener entre sus manos aquella alma pequeñita, pura, jugando entre sus grandes manos sin encontrar una paz añorada. Siendo infeliz.

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— ¡Ah! — una chica más bajita que la platinada hizo acto de presencia como por arte de magia. Alarmando a la humana — ¡Mira esto, es tan bonita! Me dan ganas de abrazarla, ¿puedo abrazarla?

Yashiro observó a la niña frente a ella: cabellera (C/C) y (L/C), con orbes (C/O) brillantes. Vestida con un uniforme escolar claro y sus manos cubiertas por guantes negros de tela, flotando y sonriendo con sus mejillas rojas.

— ¿T-tu eres Hanako-san...?

— Claro que no, yo no soy un Misterio. ¿Entonces buscas a Hanako?¡Esto es grandioso! Hace mucho nadie puede tener la posibilidad de vernos, ests es una gran noticia.

— Deberías notar que la señorita te tiene miedo, ____.

La pequeña Yashiro dejó de cubrirse su rostro en una esquina al escuchar una voz desconocida provenir cerca de sí. Un niño de la misma altura que la llamada ____, de uniforme escolar viejo oscuro y junto a dos orbes fantasmales.

— ¡Él es Hanako, el Séptimo Misterio! A quien estabas buscando. Venías por un deseo, ¿no es así?

La humana tragó fuerte al notar la situación en la que estaba. Se levantó y sus ojos investigaron a ambas entidades que desprendían olores peculiares, Yashiro no sabría identificar los aromas desconocidos más que como "raros".

— ¡Yo soy ____, soy el Yorishi-! — la chica fue callada por la mano de Hanako cubriendo su boca.

— Vienes a pedir un deseo, ¿no es verdad?

Yashiro no lo sabía aún, pero su destino se volvería más emocionante con la compañia de esos dos espíritus.

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¡Gracias!