【𝕣𝕖𝕢𝕦𝕖𝕤𝕥𝕤 𝕠𝕡𝕖𝕟】
Bienvenidos a nuestro libro de one-shots, donde se verán varias historias con diversas situaciones, personajes, sentimientos, lugares... ¡Entre más!
¡Esperamos que les guste!
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Los personajes pertenecen al anime...
A Tsukasa siempre le ha gustado la atención que le puedan dar, sea buena o mala, y por eso es que entre sus cosas favoritas estaba el pasar tiempo con aquella humana cercana a Amane. Debía aceptarlo, si en un inicio se acercó para que ____ se alejara de su hermano, ahora conocía porqué era tan genial estar con ella.
Pero como todo en esta vida no puede ser perfecto, existía un pequeño defecto en su relación con aquella viva.
— ¡Eres demasiado lindo, por Dios! — ____ parecía que en cualquier momento caería de su asiento por reír tanto.
— ¡Pero también doy miedo. Mira, mira!
A Tsukasa realmente le enojaba la actitud que podía llegar a tener esa mocosa, sobretodo con cualquier cosa que sea pequeña, peludita y gordita. ____ tenía un serio problema con las cosas que se le hacían adorables, y es que reía y sus mejillas se acaloradas por la ternura que le daban. Podía reír una década con un solo recuerdo de algo así. ¡Y a Tsukasa no le agradaba esa actitud!
El ente se esforzó más de lo usual en hacer su mejor rostro psicótico, creando una sombra en su cara y demostrando un aura de peligro que hizo crujir los huesos de ____. El contrario sonrió complacido nuevamente.
— ¿Quieres un dulce para que te calmes?
En la soledad de las escaleras frente al salón de la chica, siempre en horas de descanso u horas libres, estos dos chicos se juntaban para conversar hasta que fuera hora de salir y la chica vaya a visitar al Séptimo Misterio.
A lo mejor para Mitsuba y para los Mokkes era sumamente aterrador encontrarse a ese pequeño saco de sadismo, la chica tenía otro punto de vista. Recuerda el punto en que su vida había cambiado por conocer a ese origami negruzco.
— ¿Hanako? — preguntó la chica al percatarse del niño en el inicio de las escaleras — ¿No deberías estar con Yashiro en este momento?
— ¿Eh? — la chica bajó hasta acercarse a la aparición que se apuntaba a sí mismo con extrañeza.
— ¿Hanako-san del baño tiene un nuevo outfit? ¿Loa uniformes antiguos se unieron a las faldas rojas con cortes de hongo?
Tsukasa mantuvo su silencio e incomodidad cuando el rostro sonrojado de ____ se acercó de manera peligrosa, separando sus labios para empezar con una pequeña batalla que el ente debía ganar.
— ¡Mírate nada más! — la chica aplaudió — ¡Eres una ternurita andante, sí que lo eres!
Él pudo haberla dejado atrás, o pudo aclararle que no era Hanako, pero le hizo una escena a una completa desconocida de cómo se atrevía a confundirlo con su hermano, de que ni siquiera tenía derecho a conocerlo y, sobre todo, que no era adorable. Pero por cada palabra que salía de la boca de Tsukasa, de los labios de ____ salía una risa nerviosa.
— ¿De qué te ríes? — Tsukasa dejó su ceño fruncido por su duda al notar que la contraria cubría su boca para evitar soltar una carcajada en su cara.
— ¡Vaya que eres una ternurita!
Y ahora estaban en esas mismas escaleras, sentados, comiendo dulces. Tsukasa sin dejar de mirar mal a ____ después de haber aceptado la forma que tenía de decirle "ya calma las aguas y no me mates". Ella soltó un suspiro incómoda y estiró los brazos.
— ¿Qué debo hacer para que dejes de verme como alguien tierno?
— ¿Un fantasma puede deformarse la cara? — él no estaba dispuesto a destruir su rostro para que una mocosa dejara de molestarlo, y ella rió cuando notó eso.
— Deberías saber que soy peligroso, un fantasma capaz de maldecirte y causar estragos en tu vida — aquellas amenazas venían acompañadas por mímica, y ____ seguía pensando que lo lindo era natural en él.
— Que terror~.
Un nuevo berrinche por parte del pelinegro y una (C/C) que escuchaba todo sin darle la mayor importancia. Ver a Tsukasa comportarse como un niño era casi un deporte para ____.
— ¿Por qué no te gusta ser tierno? No es nada malo.
El chico lo pensó un poco y concentró su mirada en su acompañante.
— Porque no soy tierno, ni adorable, o cualquier sinónimo. Soy una aparición maligna, que le gusta hacer cosas malas pero divertidas, y ser lindo sería contradecirme severamente.
Los Lucero de ____ se suavizaron por la explicación y su corazón jugaba en su pecho como un reloj. Estaba avergonzada por lo que iba a responder, pero no le debía dar más importancia que la necesaria.
— Pero a mi me gustas siendo tierno — confesó con su rostro caluroso mientras recogía su maletín y su abrigo del suelo — Cuando te lo propones puedes dar miedo, pero siendo lindo es como me lograste gustar.
Esas palabras acompañadas de un beso inocente en su mejilla causaron confusión en el chico, que veía la silueta de la humana alejarse por el pasillo, y que empezaron a sofocarlo poco a poco. Se levantó rápido y torpemente del escalón cuando sintió su rostro muy rojo, y su cuerpo empezaba a fallar por la vergüenza.
Todo empeoró cuando la chica volvió en una situación parecida, se quedó parada en una esquina y gritó con más confianza sus sentimientos correctamente. Y entonces notó la situación de Tsukasa.
— ¡Realmente eres adorable!
Tsukasa no esperaba el abrazo de la chica, pero tampoco lo rechazó. Y empezaba a discutir consigo mismo si ser adorable ante sus ojos era realmente malo.
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