Capitulo VIII

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- Me encanta esa canción. - Dice mientras me acomodo de nuevo en la cama. - A mi también. -Dije. Estuvimos sin movernos hasta que acabó la canción. Después sonó 'People help the People' de Birdy, y a ambos se nos escapan unas lágrimas.

- Esta canción la escuchaba cuando... Cuando mi... - No podía hablar apenas, la nostalgia y las ganas de llorar me lo impedía. - ¿Cuándo qué? - Me animaba Peeta. - Cuando mi abuela todavía vivía. - Peeta me besó y añadió él. - Esta canción sonaba cuando mi padre se fue a trabajar al extranjero. - Lo miré y le besé, como consuelo, como él hizo conmigo. Ninguno de los dos volvimos a añadir nada más.

Nos quedamos dormidos con la música de fondo. Una hora después me desperté, pero ella seguía durmiendo asi que decido no despertarla. Me levanto cuidadosamente y me voy a casa a por algo de ropa. Tardo diez minutos en llegar andando, entro y no hay nadie, mi madre habrá salido. Cojo un poco de ropa y la meto en la mochila. Me giro para salir de mi habitación y suena mi móvil. Un mensaje; '¿dónde estás? me he despertado y ya no estabas.' Contesto y salgo de casa. Por el camino compro dos vasos de chocolate caliente.Al llegar llamo al timbre y me abre. Le doy un beso y entro.- Fui a mi casa a por ropa y de paso compré esto.- digo y le ofrezco un vaso de chocolate.- Espero que te guste.- y sonrio.

Coje el vaso y me abraza. - Muchas gracias. Pasa. - Me dice. - ¿Qué quieres hacer ahora? - Va dando pequeños sorbos al chocolate. - Esta buenísimo. - Me dice. - Tienes manchado... Ahí. - ¿Dónde? - Me sonrojo un poco. - La beso. - Ya está, responde contenta. - Si es cierto que esta bueno. - Peeta coje su vaso y le da un sorbo. - ¿Vemos una película? - Le propongo.

- Perfecto.- digo y la abrazo. - ¿Alguna sugerencia?

- Tengo aquí una que todavía no he visto. Se llama 'The Maze Runner", ¿te apetece verla?

- Claro, yo tampoco la he visto, mas he oido hablar muy bien de ella.-respondo alegre.

- Bien. - La meto en el lector DVD y empieza. Cojo una manta y me acurrucó en los brazos de Peeta.

- Katniss, te quiero, pase lo que pase .- digo.- no sé, me apetecia decirtelo.

- Lo sé. -Dice, y me besa mientras. - Yo también a ti y saca mi collar de debajo de la camiseta. Yo hago lo mismo.

- ¿Siempre? -pregunto algo nervioso.

- Siempre. - Me contesta sonriendo.

Estamos viendo la pelicula y me levanto para ir al baño, al pasar por la ventana del pasillo, veo a Ann pasando por la acera de enfrente de la casa y me paro en seco. No, no puede ser. Demasiado estrés en un dia, sacudo la cabeza y voy al baño. Al regresar Katniss me mira un poco extrañada pero no dice nada. Acabamos de ver la tele y nos vamos a su cuarto. Empezamos a hablar y no sé como acaba saliendo el tema de mi padre.

- ¿En qué trabaja tu padre? - Me siento mal al hacerle esa pregunta, no sé si él lo ha superado. Pero por su expresión parece que no.

- Pues... es ingeniero.- Se fue a trabajar a Londres cuando yo era pequeño y desde entonces no le veo.- digo y sé que se me quiebra la voz.- ¿podemos hablar de otra cosa?

- Sí, lo siento, no quería hacerte daño. - Le acaricio el pómulo. - ¿De qué quieres hablar ahora? - Digo cambiando de tema.

- Tranquila amor.- respondo y al sentir su mano suspiro y la beso con cuidado para no hacerle daño.- ¿que tal va ese ojo?

- Va muy bien, me alegro de que me haya dado a mi y no a tí. - Y era cierto que me alegraba, si le llega a dar a él... No se que hubiera pasado.

- No, no te alegres. Ese iba para mi y aunque me hubiese dado no me hubiera pasado nada. No iba a ser el primero que recibo de Noah. No quiero que te metas de por medio en una pelea ¿vale? No soporto que te hagan daño y más si estoy yo delante.

- Si te hubiese pasado. O al menos a mi sí. Si intentan pegarte delante mía, no me pienso quedar de brazos cruzados. Eso va en contra mía. Y lo sabes. Nunca te voy a dejar solo, y siempre te voy a ser sincera, siempre. - Repito. Y la expresión de Peeta cambia.

- Lo mismo digo.- respondo tan cerca de sus labios que es dificil no besarla.

                AL AÑO SIGUIENTE.

- Peeta y yo seguíamos juntos, habíamos tenido subidas y bajadas pero me hacia inmensamente feliz. Presente a Peeta a mis padres. Se cayeron muy bien. Dormiamos uno en la casa del otro bastante a menudo. Sobre todo los fines de semana, era algo que a los dos nos gustaba.

Aquel día fui a casa de Peeta, habíamos quedado para ir a dar un paseo. - Hola cariño. - Dije besándolo. Él devolvió el beso y me invitó a pasar a su casa.

-Hola cielo.- respondo animadamente. La hago pasar y decido comenzar.- ¿Viste el mensaje que te mandé?

- ¿Qué mensaje? - Respondo desorientada. Compruebo el móvil. Y veo su mensaje. 'Debemos hablar. No te preocupes. Te quiero cariño xxx' - ¿Y qué querías decirme?

- Pues a ver, antes de nada, ¿estás bien? - digo algo tenso.

- Sí, bueno, hoy he tenido una pesadilla. - Digo intentando explicarme lo mejor posible.

- ¿Sobre qué?- digo preocupado

- Sobre perderte. - Respondo directamente y sin rodeos.

- Ah bueno, por eso no te preocupes. No me voy a ir de tu lado. Te quiero. - respondo cerca de sus labios y la beso. Acto seguido la cojo de la mano y sigo.- ¿Preparada para la noticia?

- Sí, dímelo ya, estoy impaciente. - Y nos sentamos en el sofá.

- Pues ayer vi a Ann y estaba enrrollandose con Noah.- suelto rapidamente

- ¿Que qué? - Digo algo acelerada.

- Vi a Noah liandose con Ann, ayer enfrente del Droop's iba de camino a casa y me los crucé.- comento aun acelerado.

- Pestañeo varias veces para asegurarme de que no estoy sonando. - Pu... Pues mejor para ellos. - Peeta me mira asustado. - No estoy celosa. - Le aseguro. Y era cierto que no lo estaba.

- No te lo he contado por eso, no es por Noah, es por Ann. ¿Todavia os llevais bien? - pregunto un poco asustado.

- Bueno, perdimos la comunicación, y después de lo que me contaste... Bueno, no sé. - Estoy tan confusa. Peeta me abraza y su abrazo me reconforta. Todos sus abrazos los hacen.

- Vale, dejemos este tema aparte. Solo queria contártelo, me gusta ser sincero contigo.- la abrazo y le acaricio el pelo.

- No te preocupes. - No lo suelto durante un tiempo. No sé que me pasa, pero lo necesito conmigo más que nunca.

- ¿Te vienes a mi casa? Si te soy sincero, te necesito más que a nunca a mi lado.- digo y bajo la mirada.

Lo miro, con cierta alegría en los ojos, pero también preocupada por él. - Yo también te necesito conmigo. Llevo días sin dormir, con pesadillas, que son una tortura, distintas maneras de perderte. Incluso cuando duermes conmigo esas pesadillas me atormentan, pero en ese caso, me calmo cuando me doy cuenta de que estas a mi lado.

- No me vas a perder, ¿vale? Te amo.- respondo y por fin en un año he pronunciado esas dos palabras que antes no habia dicho a nadie.- No me vas a perder...- digo en un susurro.

- ¿Te amo? - Pensé. Nunca había utilizado esas palabras porque me parecían cursis y sé que a Peeta también. Pero después de un año saliendo, los dos lo hacíamos, los dos nos amábamos. - Te amo. - contesté.

La amaba más que a nadie en el mundo, era la persona más importante de mi vida y no bromeo cuando digo que si la pierdo, me derrumbaria. Gracias a ella este año ha estado lleno de sonrisas, alegrias, tonterias, de mensajes cursis; que en el fondo me gustan y todas esas cosas. Gracias a ella.

Hold me idiotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora