Capitulo IX

148 11 0
                                    

- Nos soltamos de nuestro abrazo y sentados en el sofá decidimos jugar a algo. - ¿Jugamos a un juego? - Le pregunto a Peeta.

- Claro, te dejo elegir.

- ¿Real o no real? - Digo sin apenas dejarle acabar la frase.

- Vale, empieza tú, las damas primero.- río.

- Quisiste a alguna antes que a mi. ¿Real o no? - Pregunto con una amplia sonrisa en mi boca.

- No, tú has sido la primers y espero que la última.- aclaro.- Quisiste tú a otro antes que a mi, ¿real o no?- aunque resulta bastante obvio.

- Suspiro. - No, tu has sido al único al que he querido. Ya sabes, siempre te quise, llevo toda la vida esperándote.

- ¿Y Noah? - no puedo evitar hacer la pregunta, pero veo que no ha sido lo mas correcto y cuando voy a pedir perdón ella comienza a hablar.

- No, no te disculpes. - Digo antes de que Peeta diga que lo siente. - Yo... Estuve con Noah... Porque estaba prácticamente obligada. ¿Chico guapo? ¿En buena forma? Mis padres lo veían como 'lo mas apropiado' prefieren a un chico en buena forma antes que a uno que me haga feliz... Eso es enfermizo. - Le cuento a Peeta que no me quita ojo. - Noah decía que estaba conmigo por sexo, aunque como ya te dije, de eso no consiguió nada. - Le dije al chico con una amplia sonrisa. - Cuando lo dejamos, dijo que se la pagaría. Desde entonces tengo miedo.

Sonrío en cuanto acaba. No sé si por la satidfaccion que siento al oir que no consiguió nada de ella. Pero luego analizo lo de sus padres y mi sonrisa desaparece. -¿De verdad que tus padres piensan asi?

- Sí. - Una pequeña lágrima resbala por mi mejilla, pero me la seco antes de que Peeta la vea. - Pero ya lo tengo superado. - Le contesto.

- Vale, creo que es hora de que te dé una cosita que tengo preparada para hoy.- comento y dejo unos segundos de silencio para aumentar la duda.

- ¿Más cosas? - Aunque el quiere que este impaciente, y lo estoy, disimulo y hago como si esos minutos no me importasen.

- Sí.- afirmo. Comienzo a buscar en mi cartera y las encuentro. Las entradas al parque de atracciones.- Toma.- digo y se las ofrezco.

- Dios mío Peeta. Di... ¿Pero esto? Esto es mas de lo que merezco. - Paro a pensar sobre mis últimas palabras. - No. No puedo aceptarlas. - Se las devuelvo. - ¿Primero los fuegos y ahora esto? Olvidalo.

La hago callar con un beso, me guardo las entradas en un bolsillo y la cojo en brazos. Me la llevo sin previo aviso, cojo su movil y las llaves y nos vamos. Ella va chillando porque no la bajo, pero va dando carcajadas asi que no la bajo.

- ¡Peeta! - No puedo parar de reír. - ¡Bájame! ¡No he podido darte mi regalo! ¡Y no hemos terminado de jugar! - le doy pequeños golpes en la espalda, pero parece que le hacen cosquillas.

- Ya me lo darás- digo y sigo andando.- Vamos al parque qué sé que tienes  ganas. Te bajo si me prometes no correr.

- Sí, sí, prometido. - Pero cruzo mis dedos si que Peeta se de cuenta.

La bajo despacio y una vez que está en el suelo echa a correr por el césped, salgo detrás de ella y no tardo mucho en cogerla, acabmos tirados en el césped, riendonos y por fin digo.- Traidora, has intentado irte.- lo digo lo mas serio que puedo, pero en la ultima palabra me río.

- Él está encima mía, me tiene sujetas las muñecas contra el césped. Yo subo la cabeza hasta rozar sus labios. Y estamos así un momento.

- Peeta se separa, aunque no mucho. - Peeta... - Consigo susurrar. - ¿Qué? - Me suelta las muñecasy se sienta a mi lado, yo me reincorporo. Peeta había vuelto a sacar las entradas. - Peeta.

- Pero...-digo y ella me interrumpe.

- No. Peeta, no pienso aceptarlas. No puedes gastarte tanto dinero en mi. Además, no has abierto mi regalo todavía. - Cojo mi bolso y saco el paquete.

La miro y acepto el paquete con curiosidad. Lo abro y son dos billetes para California. La miro y ella está sonriendo, pero no puedo aceptarlo y se los devuelvo.

No cojo el paquete. - Quédatelos, te los mereces. Además te debo la de los fuegos artificiales, ¿recuerdas?

- ¿Y? eso no lo hice para que luego me devolvieses el favor, lo hice porque te quiero. Y además el viaje...los dos solos... no sé que pasaria.- la miro y me sonrojo.

- Yo te lo quería devolver. - Lo miro a los ojos. - Pues eso, dejemos que pase. - Lo beso.

Siento debilidad por ella, me cuesta mucho decirle que no y esta vez me resulta imposible. Iré pero aun asi, los dos solos...

-Está bien, acepto.- digo y la beso.

- No te ha gustado. - afirmo.

- Me ha encantado.- respondo firme.- pero, ¿te has parado a pensar que piensan tus padres de esto? Por lo que me contaste no son muy abiertos de mente y yo no soy el tipo de chico que a ellos les gusta, por asi decirlo.

- Ayer se lo dije. - Agacho la cabeza. - Y estuve discutiendo con ellos. - Alguna que otra lágrima cae por mi mejilla.

- Eh, no llores. Iremos, ya está.- digo para consolarla aunque ni yo mismo sé si es verdad.

- Sabía que Peeta no quería ir. Por miedo o por que simplemente mo quería. - Si no quieres ir, todavía puedo devolver los billetes. - Digo cabizbaja. No quería obligarlo a venir.

- Cariño, mirame.- levanta la cabeza y continuo.- No hay nada que me gustara más que ir contigo, asi que lo vamos a hacer. Los billetes son para mañana, asi que corre, vamos a prepararlo todo.- La beso.

- Asiento. Eso parece alegrarme un poco. - ¿Quieres que te ayude a decidir que llevar? - Le pregunto a Peeta.

- Claro, vente a mi casa un rato.- la cojo a caballito en la espalda y vamos a mi casa.

- Cuando llegamos a su casa no había nadie, según Peeta habían salido a comer. "Algo bueno." Pensé. - Me dijeron en la compañía de viaje que en California no haría mucho frío por estas fechas. - Dije abriendo su armario.

- Por si acaso voy a llevarme alguna sudadera. ¿Me ayudas?-la acerco a mi y me quedo mirandola.

- Me tiene cogida por la cintura, puedo notar sus musculosos brazos a mis alrededor. - Claro. - Le respondo.

Empezamos a meter ropa en mi maleta y al rato suena la puerta, me asomo y es mi hermano. -Hola.- saludo.

- Hey ¿que tal?- responde.

Sube las escaleras y Katniss aparece detras mía y veo como mi hermano me mira sorprendido pero con una sonrisa pícara. -Lee, esta es Katniss, mi novia.

- Katniss este es Lee mi hermano mayor.

- E... Encantada. - Le doy dos besos, aunque me cuesta no ruborizarme.

- Igualmente, os dejo solos. - responde y se mete en una habitacion.

- Vuelvo a la habitación de Peeta y me echó a reír como una histérica. - ¡Qué vergüenza, por Dios! - Hablo medio gritando.

- Tranquila, es muy majo. Ya hemos acabado con la maleta ¿verdad? - digo y pongo pucheritos.

- Sí... - Sonrío. Cuándo se pone así es tan infantil. - ¿Qué quieres hacer ahora?

- ¿La verdad? - respondo sonriente.

- La verdad. - Me contesta.

La cojo en brazos y la dejo sobre mi cama con cuidado. Me acuesto a su lado y la beso. Comienzo a acariciarle la espalda y el pelo.- Me gustaria quedarme aqui contigo un rato ¿y a ti?

- Me encantaría. - Colocó su mano sobre mi pecho y nos quedamos media hora allí, abrazados.

A la media hora nos levantamos y recojo las cosas, las dejo preparadas para mañana.- ¿Te acompaño a tu casa y hacemos tu maleta? ¿o prefieres que te acompañe y la haces tu sola?

- Hazla conmigo. - me agarra la mano y nos vamos a su casa.

- De acuerdo.- sonrío

La acompaño a casa y una vez que empezamos a hacer la maleta suena su movil, lo oye y sale fuera a hablar. Yo mientras me dedico a mirar su habitacion.

Hold me idiotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora