EPÍLOGO

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Un año y tres meses después.

—Venga, si no te levantas vas a llegar tarde.

—Me da igual —dijo todavía adormilado.

—Bueno, si te da igual me tendré que duchar yo sola...

Al escuchar estas palabras Fred se levantó rápidamente a la vez que todo signo de cansancio desaparecía de su cara. Los hombres son tan simples...

—Haber empezado por ahí, enana. —Me reí.

Salí de la cama y me dirigí al baño seguida por Fred, pero justo antes de que él pudiera entrar cerré la puerta y eché el pestillo.

—¡Oye! ¿Qué haces?

—Perdón, solo quería que te levantases. ¿Por qué no vas preparando el desayuno? Me apetecen huevos revueltos.

—Eres mala, Granger.

—¡Esta noche te lo compenso, te lo prometo! —dije a la vez que abría el grifo de la ducha— Aunque te estaba haciendo un favor, ¿qué impresión darías si llegaras tarde el primer día de curso?

—¿Qué más da? Ni que la clase fuera a empezar sin mí.

Rodé los ojos mientras me metía en la ducha, pensando en lo afortunada que era. En solo un año, había empezado una relación con el chico por el que llevaba años loca, había terminado mi carrera universitaria y había encontrado trabajo en un importante estudio de arquitectura de Londres, en el cual empezaba aquel mismo día. Y aunque suene cursi, la parte de Fred me ponía mucho más feliz que la del trabajo. Es decir, sabía que tarde o temprano iba a encontrar trabajo tras finalizar mis estudios, pero ¿quién iba a pensar que yo, Hermione Granger, iba a besar en mitad de la universidad a mi mejor amigo y profesor en ese momento, Fred Weasley e íbamos a terminar mudándonos juntos a su apartamento solo unos meses después? Yo desde luego no me lo imaginaba, pero no lo cambiaría por nada del mundo. Llevábamos poco más de un año juntos, pero la magia del principio y la etapa de luna de miel no parecía acabarse. Pasábamos juntos la mayoría de nuestro tiempo (sin descuidar nuestras propias amistades, claramente) y éramos prácticamente inseparables, lo que nos llevó en más de una ocasión a ser regañados por la señora Weasley, que a pesar de estar inmensamente feliz por nosotros quería que se respetaran ciertas normas (bastante anticuadas, en mi opinión) bajo su techo.

Con una gran sonrisa salí de la ducha, me vestí con un traje y me maquillé ligeramente. Al salir del baño un olor a comida recién hecha inundó mis fosas nasales haciendo que mi estómago rugiera, por lo que me dirigí rápidamente a la cocina donde estaba Fred poniendo comida en un plato.

—Justo a tiempo. Huevos revueltos para la señorita.

—Muchísimas gracias, buen hombre. ¿Cómo puedo agradecerle tan altruista gesto?

—Pues me encantaría disfrutar esta noche de su presencia en un acogedor lugar llamado "mi bañera", donde los baños de espuma vienen con masaje incluído.

—Uh, eso suena maravillosamente. Será un placer.

—El placer es mío, gentil dama.

Nos reímos y empezamos a comer. Cuando terminamos, él cogió su maletín y yo mi bolso y salimos hacia el garaje. El estudio quedaba de paso entre el piso y la facultad, por lo que Fred podía llevarme todas las mañanas. Al llegar, encontró un sitio donde aparcar y me dijo:

—Buena suerte en tu primer día, cariño. Lo vas a hacer genial, todos se van a enamorar de ti, pero mientras tú no te enamores de otro y me dejes, no me importa lo más mínimo.

—¡Oye! Soy yo la que debería decirte eso. Por lo visto, tienes fama de enamorarte de tus alumnas.

—Sí, bueno, pero solo cuando son inteligentes, amables, divertidas, educadas, tienen el pelo castaño y rizado, una sonrisa radiante, los ojos marrones y se llaman Hermione Granger.

Justo después de decir esto se acercó a mí y me besó lenta y delicadamente. Estaba a punto de dejarme llevar cuando el sonido de un claxon nos llevó de vuelta a la realidad.

—Tengo que irme o llegaré tarde —dije con pena.

—Está bien. Mándame un mensaje cuando tengas un descanso.

—Lo haré. ¡Hasta luego!

Y saliendo del coche y entrando al estudio volví a pensar en cuando besé al profesor.


Fin.


Perdón por el retraso. He tenido una situación personal grave que ha impedido que mi imaginación fluyera estos últimos días. Espero que os guste el final de mi pequeña historia. 

Besos

When I kissed the teacher (FREMIONE AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora