Esperabas en la puerta a que el profesor te pidiera que pasaras.
-Me pregunto qué tal te irá....de seguro alguien te reconoce o la cagas- aquella molesta voz volvió a tus oídos.
- Haz el favor de callarte- dijiste entre dientes, esta hizo una señal como si cerrará sus labios.
- Pasa por favor- asentiste y entraste a la clase- Chicos, esta es (t/n) Harume, su nueva compañera os ruego que la tratéis con respeto- hiciste una reverencia.
- ¿Tu de nuevo?- una chica se levantó de golpe.
- Te lo dije~- chistaste la lengua.
-¿Tiene algún problema señorita kozuka?-preguntó el profesor.
- Si que lo tengo, esa chica esta loca- te señalo con desagrado- siempre habla sola o dice que hay cosas detrás de ti, es molesta, muy molesta.
- Hala a ti también Kozuka- san- dijiste sería y te sentaste en uno de los sitios vacantes.
- Oh, la pobre va a volver a ser la rara del lugar- aquella voz siguió burlándose de ti.
- ¿Quieres irte a dormir?
-No señora- volvió a hacer ese gesto.
El resto de la clase pudiste oír todos lo cuchicheos y sentir todas las miradas.
En el receso nadie se atrevió a acercarse a ti.
- Nada nuevo....- dijiste por lo bajo levantandote.
Todos se apartaban al verte en caminar por el pasillo.
-los rumores vuelan- rió-Vamos, no pongas esa cara, sabías que no duraría.
Subiste a la azotea y te sentaste en la parte más alejada.
- Ni siquiera un día.....podía haber hecho un amigo...- dijiste haciendote bolita.
- ¿Un amigo, pues entonces yo que soy?
-una molestia- la miraste molesta y está todo los ojos.
Era una chica de tu misma edad, pelo oscuro y ojos casi negros, llevaba el pelo recogido en una coleta y una ropa algo demacrada.
- exageras....después de todo yo soy lo único que tienes- sonrió.
- Preferiría estar sola- la sonrisa de la chica se borró.
- En ese caso tomate todas las pastillas de ese tarro y acaba con tu patética vida- estabas acostumbrada a sus palabras.
Te quedaste mirándola y luego volviste tu vista a el paisaje.
-Pfffff, eso pensaba- hizo lo mismo.
- Supongo que.....volvemos a la misma historia...
-Adoro los finales felices- reíste por no llorar y te levantaste.
La otra empezó a levitar por tus alrededores.
- Que sepas que si te pasas de lista te mandaré a dormir.
-intentare controlarme- sonrió.
Volviste a la clase y todas la miradas se posaron en ti, te sentaste en tu sitio e intentaste ignorarlos.
-¿Por qué estás aquí?- aquella chica se puso en frente de tu mesa.
-Pues porque después de la secundaria pasas a la preparatoria, así es como funciona- le sonreiste y está te miro con desagrado.