30. Paul

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Y con solo una palabra me hizo el hombre más feliz del universo.

Sarah dijo "Si" con una enorme sonrisa en la boca, por mi parte hice lo mismo y le di un beso, un beso que se tornaba apasionado con los segundos.

Desde hoy oficialmente, Sarah Jenkins era mi novia, era mía, y yo era suyo.

Ahora con más razón quería verla todos los días, besarla, abrazarla, escucharla, entenderla y hacerla mía...

Ojos memorablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora