33. Sarah

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Paul me llevó a cenar a un restaurante "The Clove Club" de Londres, todo era tan lujoso y espléndido, que tranquilamente me sentía como uno de los personajes más afortunados de las novelas de Charles Dickens. Se podia degustar la exquisita comida británica en este grandioso interior victoriano; era incomparable con el restaurante de mi tío en el que trabajo, éste era mucho mejor.

Paul se había lucido con todo esto y yo quería pagar mi parte pero él no me dejó, y por más que insistiera él era un poco terco pero sé que se comporta como un caballero.

Leímos el menú y elegimos el plato tocino ahumado y hongos con coliflor. Un plato que me resultó extraño pero delicioso al probarlo, lo acompañamos con un vino que nos recomendó el mozo.

La noche era hermosa, el cielo estaba estrellado, la luna estaba llena y los ojos de Paul también se lo veían llenos...llenos de vida. Y eso me hacía feliz.

Sin duda este era el primer aniversario de novios que tenía. Bueno debo decir que Paul era mi primer novio (lo consideraba así porque era el más decente y porque él si me amaba).

Cenamos y luego saqué mi celular y tomé una foto de él, hoy vestía un traje elegante y era digno de una foto, el sonrió al darse cuenta y me quitó el celular, se paró acercándose a mi y me acercó besandome y en ese instante tomó la foto. Ahora si este hermoso recuerdo de nuestro beso número indefinido, mejor dicho beso de aniversario  quedaría plasmado en una foto.

Lo más genial de todo fue ver a toda la gente del restaurante de pie aplaudiéndonos ante tal romántica escena. Sin duda nunca olvidáramos esto.

Ojos memorablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora