Capítulo 7

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El inicio de un nuevo lapso, la vaina más horrorosa y arrecha de todo el año, porque no es el tercero que es fácil, no, es el segundo que es la vaina más larga y es el lapso en el que a los profesores, se le pega la loquetera y empiezan a mandar trabajos, hacer exámenes, talleres y exposiciones como si tuvieran punzadas anales.

Me levanté a las cinco y media de la mañana con un ojo pegao y el otro medio abierto. Estaba muerta en vida prácticamente. Parecía la sayona.

Mi mamá se despertó antes que yo para hacer la comida. Estaba haciendo unas torticas de plátano trifásticas que olían hasta en mi cuarto.

Alexa no se quería parar de esa cama y me iba a explotar una vena de la arrechera, ya estaba a punto de jalarla de las patas, no me importaba si no espavilaba y terminaba con el güiro pegao en la cerámica del piso. La agarré por los dos brazos y a la fuerza la metí en el baño con el cepillo con crema en la jeta, que cada vez que se quejaba a uno se le caían cuatro pelos de la nariz. Ni un zoológico olía tan mal.

Hice todo lo que tenía que hacer y mi mamá me llevó a mí y a Alexa a ese horrible colegio que te piden un riñón de mensualidad.

Cuando llegué ví a Beomgyu y Taehyun que esos viven al lado del colegio por eso llegan más temprano que quien sabe. Suertudos, se pueden parar a las 6 y aún así van a llegar temprano no como yo que vivo por dónde el diablo lanzó la chancleta.

—Hola –dije mientras los golpeaba en las espaldas y casi les suelto un pulmón a cada uno.

—¿Qué coño es lo que te pasa a tí chacho marico? –dijo Beomgyu molesto sin notar que era yo– Ah, hola Nana. Pensé que era Soobin.

—Compare, pero no ofenda. Y deja la grosería –dije pasando mi brazo por sus hombros.

—Dejame, tú eres peor —dijo mientras me miraba un poquito feo.

—Yo sé, pero yo lo hago con gracia —hablé con una sonrisa.

Después nos sentamos en uno de los bancos de cementos. Me apoyé más en Beomgyu mientras cerraba mis ojos para descansar un poquito antes de que sonara el timbre.

—Tengo sueño, estoy cansada. Me quiero morir —dije con flojera mientras Beomgyu se empezaba a mover— deja de moverte, quiero descansar.

—Ay Dios, está cansadita la niña ¿Por qué? —dijo mientras me colocaba mis cabellos planchados en mi cara haciendo que soplara para quitármelos.

—Lo que pasa es que la plaga de Alexa no se quería parar y después la tuve que jayerear por toda la casa para que se pusiera el uniforme.

—Pero siempre es lo mismo —me dijo Taehyun.

—Y si tú neurona inteligente se fue en un retiro espiritual, hoy es el primer día del segundo lapso y yo me dormí a las dos de la mañana manguareando para pararme a las cinco y media. No hay razón para no querer morirse.

—Sí, yo también me dormí tarde —escuché a alguien hablar cerca de mí y eché madre brinco por el susto. Al voltear con el corazón en la boca me encontré con Yeonjun con una sonrisa de desgraciado.

—Coño e' tu madre, me asustaste —dije mientras colocaba una mano en mi pecho sintiendo mi corazón latir más rápido que carro de fórmula uno mientras con la otra le daba un coñazo en el brazo a Yeonjun.

—Espabila chica, llevo a tu lado como dos minutos.

—Ajá, pero no es mi culpa que tú andes tieso y mudo.

—Ajá muy bonita su habladera ahí, pero ¿Quién eres tú más o menos? —le preguntó Beomgyu a Yeonjun.

—Ah, perdón, me llamo Yeonjun Choi ¿Y ustedes dos? —inquirió mientras señalaba a los dos desconocidos para su persona.

—Beomgyu Choi —dijo con su cara de culo natural.

—Taehyun Kang, un gusto —habló Tae con su sonrisa habitual.

"No sé notaba la diferencia entre los dos. Para nada" me dije al ver las diferentes expresiones de los dos.

—Bueno, la vida es muy bonita si no estás en ella ¿Quién me acompaña a tirarme del techo del edificio de prescolar y primer y segundo grado?

—Yo quiero es ir a mí casa —dijo Beomgyu soltando un bufido al final.

—Vaya pues, nadie lo detiene —le dije intentando señalar la entrada del colegio.

—Si llegó a mi casa así como así y no vuelvo pa acá me mochan las bolas por irresponsable.

—Me reiría, pero a mí también me harían lo mismo —habló Taehyun.

—Yo llego a mi casa y ahí no hay nadie y no les importa si vine o no a clases —dijo Yeonjun alzando los hombros.

—Suertudo del coño —hablamos Beomgyu y yo a la vez.

—Pana, cambiemos de mamá. La mía te va a dar una patada en el culo y no te va a abrir la puerta para que te regreses pa acá —dije mientras me volvía a recostar en Beomgyu.

—Mi mamá lo que hace es que me quita la computadora por una semana —informó Taehyun sentándose al lado de Yeonjun.

—A mí sí me quitan algo es el teléfono y por un día, pero por lo general lo que hacen es que me dan un coñazo y me regañan —habló Beomgyu volteando hacia los otros.

—¡Hola! —escuchamos gritar a Kai quien llegaba junto a Soobin.—¿Cómo están?

—Estamos que es lo importante —respondí mientras me volvía a recostar en Beomgyu porque el carajo era muy cómodo.

—¿Cómo van con lo del proyecto? —preguntó Soobin mientras se sentaba en el banco de cemento al lado de Yeonjun.

—Vamos bien, aunque no sé cómo cómo voy a exponer esa vaina, pero bueno, algo haré —dije alzando los hombros cómo si no fuera la gran huevonada aunque eso sinceramente me tenía cagada.

—¿Qué? ¿Qué proyecto? —inquirió Yeonjun con los ojos pelaos.

—Una vaina que nos mandaron al inicio del año que es pal final del tercer lapso. Posiblemente lo hagas con Nana y conmigo o solo —explicó Beomgyu.

—Eso lo hago con ustedes ajuro.

—Epa y ¿Quién eres tú, pana? —preguntó Kai.

—Es un mariquito del centro que conoce Nana porque tú sabes que ella está conociendo la gente pa' que cuando se vuelva una loquita del centro no me la jodan —dijo Beomgyu.

—Naguará, que buena explicación, muchas gracias. Bueno, yo soy Yeonjun Choi, vecino de esta estúpida de aquí.

—Vasie ¿Y ahora que hice? Perdón por nacer pues —dije mientras me acomodaba pa ver a los dos gafos que tenía a los lados.

"Coño, uno se lleva palazos hasta por respirar"

—Bueno, yo soy Kai y éste gafo que ves aquí es Soobin.

Y sonó el timbre para ir a la clase de química que la daba una profesora que tenía cómo que un cohete en el culo.

¡Buenas! - Choi YeonjunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora