Capitulo 9

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No había logrado dormir casí nada esa noche, y no precisamente por estar aun secuestrada, sino porque los recuerdos de lo que fue su vida los ultimos dieciocho años la atormentaban demasiado. Llorar no era una opcion ahora, lo había hecho tanto que de sus ojos no salía obsolutamente nada, tenía el rostro hinchado de tanto llorar.

Las palabras de aquel hombre habían hecho más que reventar la burbuja en la que vivio por tanto tiempo. Se sentía tan estupida, utilizada como un juguete a su antojo, sin voz ni voto, solo complaciendo a su padre para que cuando este se cansara la tirase a las manos de su hermano quien  no solo pensaba en seguir utilizandola a su antojo, sino tambien arruinar su vida, manchar su nombre y encerrarla en prision como un monstruo.

Ya nisiquiera tenía ganas de huir, lo cierto es que muy en el fondo, esperaba que su hermano se olvidase de ella y así poder quedarse a morir en esa habitación en lugar de morir en una maldita celda. Se asqueaba con solo pensar que sus captores habían sido mucho más empaticos con su situacion que su propia familia.

Libertad no es algo que se le fuese a conceder, incluso si la dejaban ir, se vería encerrada en una prision en cuanto pusiera un pie lejos de sus captores. Se sentía completamente perdida, sin saber que hacer, pensar o sentir, la verdad es que estaba muy cansada para hacer algo más que respirar.

Para cuando se dio cuenta la luz filtrandose por las rendijas de los tablones en la ventana le aviso que ya era de día. Podía quedarse allí tirada, lamentandose por su vida y durmiendo hasta que alguien la fuese a buscar para ser torturada o para que comiese, lo que sea que tuvieran en la cabeza esas personas... pero tampoco se sentía con ganas de permanecer más ahí, incluso si podía hacerlos enfurecer, sentía una enorme necesidad por ver y escuchar a otra persona que no fuese ella misma quejandose, asique se baño y cambio con la duda en su cabeza de si hacer aquello era lo correcto.

Cuando por fin salio de aquella habitación, se sorprendio de no ver a nadie cuidando que no saliese, eso solo podía significar que no la veían como una amenaza real, y no sabía si sentirse aliviada u ofendida por ello.

Guíandose en la misma dirección por la que había ido el día anterior, camino  dubitativa hacia la que creía era la cocina. No tenía hambre eso era seguro, pero tenía miedo a explorar otras zonas de aquel lugar y encontrarse con algo tan horrible que le impidiese nuevamente el sueño esa noche.

__¿Hambre, ojitos bellos?.

Para su sorpresa se encontro a Sakura sentada en medio de la cocina, con un tazon de cereal entre sus piernas, comiendo con una de sus manos y jugando con la tira suelta de la pulsera en su mano contraria. Podía notar un par de pequeñas ojeras bajo sus ojos cansados, era muy obvio que ella tampoco había dormido esa noche, la unica diferencia de entre las dos, es que ella si parecía irradiar energía por la sonrisa que llevaba.

__Solo buscaba algo de beber__Intento no verse temerosa, ya había entendido que ellos no le harían daño mientras ella se comportase bien.

__Hay jugo de naranja en la nevera.

Solo se limito asentir y rodeandola con cautela se dirigio a donde le habia indicado. Por más que buscaba no había nada realmente raro en aquella cocina, parecía tener bastantes alimentos, estaba limpia y estaba comenzando a creer que era la unica habitación en aquel sitio que poseía una ventana sin madera tapandola, como si lo normal de aquella gente se hubiese quedado allí.

__Hoy saldremos tu y yo. Tomate el jugo rapido, volvere con ropa para que pases desapercibida.

__¿A donde iremos?.

Una sonrisa con falsa inocencia cruzo por su rostro antes de levantarse y dejar el plato sucio en el lavaplatos. Parecía genuinamente divertida asique no sabía si temer por su vida o confiar en que no era nada malo lo que pasaría en un rato.

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