Mientras caminaba con falsa tranquilidad en direccion a su padre, revivía con horror los recuerdos de los posibles castigos que vendrían. Casí podía sentir las cicatrices en su espalda escoser ante aquellas imagines que luchaba por borrar día tras día.
Cuando su mirada se encontro con la de su progenitor, sus pasos tambalearon y la necesidad de huir de ahí solo la hizo retardar su caminata un par de segundos más.
__¿Donde estabas? __ La ira en su voz era notable incluso si solo susurraba. Le conocía tan bien que sabía que aquella sonrisa que le dirigía a los demas era igual que las mascaras que llevaban la mayoría de los invitados
No tardo mucho en demostrarle cuan iracundo estaba. El agarre en su brazo no era más que una forma de lastimarla sin que las personas lo notasen.
__Una dama no debe mentir. Mira la suciedad que traes.
Su descuido había sido grande, y no tenía la necesidad de mirar la tierra en sus zapatos y vestido para darse cuenta de eso.
Antes de poder pensar en alguna respuesta, el salon fue invadido de un silencio sepulcral. Rapidamente noto que las miradas de todos eran dirigidas a la tarima donde antes ella había estado tocando el piano. Ahí estaba ella, una mujer alta, ataviada en un sensual vestido rojo, con su largo cabello rosa callendo con gracia por sus hombros. Pocas veces se sentía intimidada ante la belleza de otra mujer, y para su desgracía, aquella chica lograba no solo intimidarla, sino tambien desaparecerla por completo, atrayendo toda la atención sin siquiera proponerselo.
__Buenas noches damas y caballeros. Lamento interrumpir su celebración, aunque algo si admito es que estuve en mejores fiestas de cumpleaños.
Reconocio casí de inmediato aquella juguetona voz, era la misma chica que antes había estado teniendo un comportamiento poco decoroso en su jardín. La chica se balanceo en su sitio y sonrio con falsa inocencia, como si no estuviese haciendo una estupidez al presentarse enfrente de todas esas personas para decir aquello sin verguenza alguna.
Su padre no tardo en soltarla y encaminarse furioso a la tarima, se notaba a kilometros que intentaba contenerse solo para no quedar mal ante la alta sociedad.
__Baje de ahí de una vez, no se como se a colado en esta reunion pero le aseguro que yo mismo la escolatare fuera de mi casa__ Su padre no sería capaz de insultar o gritar enfrente de tantas personas, aun así dejo muy en claro con sus palabras cuan enojado se encontraba en ese momento.
__Sería un placer señor Hyuuga, pero debo hacer un anuncio primero.
Las exclamaciones de panico no se hicieron esperar cuando las luces se apagaron dejando todo en penumbras. Asustada intento encontrar a su padre en busqueda de refugio pero solo logro tropezar con algunos desconocidos sin llegar a ningun sitio.
Sin poder procesar absolutamente nada de lo que pasaba, solo pudo cerrar sus ojos cegada por la luz que volvio más rapido de lo que esperaba. Cuando logro reponerse intento orientarse, observando que al igual que ella los invitados parecían confundidos y temerosos, todo el sitio era un completo caos.
__¡Oh por dios!.
El grito de una mujer atrajo nuevamente la atención a la tarima, donde aun se encontraba la mujer de antes, pero ahora acompañada de tres hombres. Dos hombres jovenes a sus costados,vestidos de camareros, ocultando sus rostros con la tipica mascara negra que los trabajadores de su hogar debían llevar esa noche, uno bastante alto de cabello negro atado en una coleta, el otro con su cabello rubio corto y alborotado, ambos sujetando un par de armas bastante grandes que estaba segura solo a ver visto en peliculas, y bueno... el ultimo sujeto, arrodillado enfrente de la mujer, con sus manos atadas en su espalda y la cabeza cubierta por una bolsa negra.
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Criminal
FanficHinata Hyuyga ahora estaba segura de algo.. ni el mas malo es tan malo, ni el mas bueno es tan bueno.