Divina confusión

Recuerdos

Porque tuve que recordarla ahora.... ¡¿por qué?! Pensaba que ya todo había quedado atrás. Su recuerdo me atormenta y ahora esto... aquella melodía que escribió hace tres años ¿Por qué la tuve que recordar ahora?

Mariana aún sigue dormida junto a hayato... de algún modo, me parece algo curioso, ya que a hayato no le agradaba nadie que no fuera yo y ahora, está más que cómodo durmiendo junto a ella...

Capitulo 17

Narra mariana

Todo esta tan tranquilo... aunque, quisiera saber... a qué hora fue que llegue a mi casa, recuerdo que estaba en la oficina de ryuuzaki, él me dio unos sobre que le tenía que dar a.... ¡iori! Me desperté de golpe al recordar que aún seguía en su departamento y que sin querer me había quedado dormida.

Me desperté y lo primero que note, fue que tenía una sábana de color blanco que me cubría, me fije y vi que estaba dormida en el sillón... en el descansa brazos, estaba ya el gato sentado y viendo que me levantaba del sillón, miré a mi alrededor y vi que las luces de la sala estaban apagadas y que solo veía una luz tenue que venía de lo que parecía ser un balcón.

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-hola...-saludo ella, yagami solo dio un pequeño vistazo.

-veo que te relajo tu siesta-las mejillas de la chica se tiñeron de rojo por el comentario, yagami lo noto y soltó una risa burlona al verla así.

-deveras lo siento... yo

-descuida-entrando a la sala-no hay nada que explicar-mariana lo siguió hasta la sala-por cierto... toma-entregándole los documentos que quería-antes de que se te olviden

-así.... gracias-tomando los documentos-bueno... me tengo que ir-mariana estaba por irse, pero la voz del pelirrojo la tomo por sorpresa.

-te llevare a tu casa

-pero...-yagami tomo las llaves que había dejado antes y tomo a la chica de la mano.

-no digas nada y vámonos-ambos salieron del apartamento y caminaron hasta el ascensor.

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El camino de regreso, haba sido de lo más silencioso, ninguno parecía querer decir nada.... solo el sonido que los autos que pasaban cerca de ellos y el ruido de la ciudad, era lo único que había.

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-gracias por traerme y.... perdón por haberme quedado dormida-dijo mientras bajaba del auto. Él no dijo nada y simplemente espero hasta que ella entrara al edificio para luego retirarse del lugar.

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Otro día más en esta ciudad.... otro día que yagami tiene que soportar y sin tener nada que hacer por ese día, pero bueno, no todo está perdido.... y es para su suerte, si es que se le podría decir así, existe una gran propiedad a las afueras de la ciudad, que le pertenece a la familia yagami, o al menos a él, ya que era una mansión donde venía a pasar unos días cuando era niño junto a su madre y su tía, quien era hermana mayor de su madre, quien por cierto, era alguien a quien no veía desde hace algunos años, ya que ella siempre estuvo en pleitos con su padre.... y es que no era un secreto que ambos se odiaban, al punto de querer desearse la muerte entre ellos, la hermana de su madre, tenía cierto desacuerdo en que su hermana se casara con quien ahora es su padre, mientras que su padre, nunca le agrado la actitud de esta, pues ella siempre trataba de convencer a su hermana de que se casara con alguien más... pero bueno, termino por casarse con él y de paso... quedar embarazada al año y medio de haberse casado; lo más gracioso de todo, es que ella se había encariñado con su sobrino, que hubo momentos en los que ella olvidaba por completo de su odio y consentir de mil formas a su sobrinito, pero.... cuando se supo de su muerte, la hermana había hecho todo lo posible para que su sobrinito se fuese a vivir con ella, cosa que no logro, ya que era más que obvio que su sobrino se quedase a cargo de su padre y que después de eso, ella ya no pudiese ver a su sobrino por petición (o más bien por amenazas) de su cuñado, por lo que, desde ese entonces, jamás volvió a saber de ella.