Los problemas del segundo jade [WangXian]

Parte 2

El niño al oír su nombre inclinó un poco su rostro, sus cabellos sueltos cayeron por su rostro, haciendo que le incomodara en el rostro, con sus pequeñas manitas intentó quitarse aquello que le hacía cosquillas pero no lo logró, pues su rostro estaba húmedo y su cabello se adhería a su piel, irritado con ese asunto volvió a llorar.

Lan Zhan observando y analizando al pequeño, lo ayudó con su cabello; no fue tan sencillo como pensó, sus movimientos no estaban hechos para tratar con niños, nunca lo estuvieron en primer lugar, así que el pequeño Wei Ying tuvo que soportar amargamente unas manos no tan delicadas. Lan Zhan descubrió esa noche que, no importa cuánto trató con delicadeza a la versión adulta de aquel niño, no era lo mismo, porque incluso si fuese brusco; Wei Yin soportaba mejor el dolor. En cambio, la versión pequeña de Wei Ying lanzaba un agudo chillido cuando las manos de Lan Zhan no eran suaves con él.

—¿Wang Ji? —la voz de su hermano resonó en la habitación. El segundo jade dejó al pequeño en la parte más segura de la cama y se apresuró a abrirle la puerta a su hermano mayor. Lan XiChen terminaba una guardia nocturna cuando escuchó los llantos de un niño provenientes de las habitaciones de su hermano menor. Desde que el joven maestro Wei se había mudado a Gusu, los recesos de la nube dejaron de ser un lugar de paz, así que imaginó que algo había ocurrido.

—Escuche a un niño llorar ¿está todo bien? —Wang Ji ni siquiera pudo abrir la boca cuando un golpe les dio la respuesta. Wei Ying no era alguien que se quedase tranquilo, sin importar la edad. El pequeño había gateado hasta la orilla de la cama e intentó bajarse por su cuenta, dando como resultado una fea caída, el pequeño rostro de Wei Ying se estrelló con el duro y frío suelo de madera de la habitación, segundos después comenzó a llorar adolorido por el golpe. Lan Zhan cerró la distancia en un abrir y cerrar de ojos. Tomó al pequeño en sus brazos y trato de consolarlo lo mejor que pudo, poco a poco Wei Ying se fue calmando hasta que solo pequeños gimoteos de dolor se escucharon.

Lan XiChen, para este punto ya había entrado, cerrando cuidadosamente las puertas de la habitación.

—¿Joven maestro Wei? —preguntó un atónito primer jade, no pudo evitar levantar un poco su mano y señalar levemente al bebé que sostenía su hermano en sus brazos.

—Hm —fue lo único que salió de los labios de Wang Ji. Su hermano le devolvió una mirada llena de curiosidad, pues, cuando ellos habían regresado, él había visto al joven maestro Wei en buen estado y definitivamente en el cuerpo que le fue otorgado al momento de su reencarnación.

—¿Cómo pasó esto?

—No lo sé —respondió honestamente su hermano. Mientras los jades mantenían una conversación silenciosa, el Wei Ying de tres años se removió en los brazos de Lan Zhan y encontró interesante la cinta que colgaba entre sus largos cabellos, con una de sus manos la tomó y comenzó a tirar de ella repetidas veces hasta que la aflojó y la cinta cayó de la frente de Lan Zhan, quien no pudo evitar congelarse por una fracción de segundo.

No importaba que edad tuviese, Wei Ying siempre encontraba la manera de hacerle perder la cabeza. Wei Ying gorgojeó alegremente al tener el objeto de su interés en sus manos.

—Definitivamente, es el joven maestro Wei —fueron las palabras de su hermano mayor.

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No sé por qué, pero me produce una extrema ternura pensar en Wei Ying como un bebé mientras lo cuida Lan Zhan