ᴜɴfɪɴɪsʜᴇᴅ || CoMPaS

Cariño

Ship; Trollimba

Una simple palabra tantas veces usadas, no podría considerarse especial ¿verdad?

[♡]

-Cariño

Sinceramente no sabía si debía o no de voltear ante lo dicho por el azabache, pues cuando este soltaba tal palabra nunca era seguro a quién iba dirigida.

Trollino no era señalado como el más cariñoso o carismático en el grupo, pero cuando debía de adoptar el papel de un joven más atrevido por no decir joto, lo hacía y lo hacía bien.

¿Cuántos de sus compañeros habían recibido aquella palabra por medio de esos labios tan hermosos? Al mirarlos de alguna forma sentía la suavidad que debían de transmitir con el tacto y el suave rosa que le daban un aspecto jovial, más aún cuando esbozaba una linda sonrisa, cosa que no se hacía muy común de ver siendo denominado "vinagrito", sus labios se extendían y mostraba levemente parte de sus dentadura blanca y perfecta.

Recordaba las veces que estando solos los dos, al escuchar esa palabra su corazón se sentía salir de su pecho al latir con tanto vigor. Era imposible que de sus labios no se esbozase una dulce sonrisa, pero debía de calmarse; soltaba un suspiro, reprimía aquella felicidad y finalmente respondía al llamado de su amado. Sin embargo, ello no podía pasar siempre.

Habían momentos en los que sin tener deseo alguno, su sentido auditivo, imposible de bloquear, escuchaba aquella misma palabra hacia otro de sus amigos. La sincera y radiante sonrisa se apagaba, una punzada golpeaba su pecho. Terminaba por tragar en seco y continuar sus labores, era un amorío distante, un sentimiento silencioso.

Más lo peor sin duda era el problema que ahora llevaba; voltear con la ilusión y entusiasmo fuertemente implantado el su semblante para después darse cuenta que no era a su persona a quién se dirigían la palabra de su príncipe. Sus mejillas enrojecían de vergüenza al tiempo en el que la punzada se sentía como una puñalada.

No deseaba ilusionarse.

No deseaba lastimarse.

No deseaba que sospechen.

Pero alguien dijo que quién arriesga no gana y Rubén sabía que tarde o temprano tendría que irremediablemente confesarse y caer rendido a la felicidad que le brindaba Javier con una sola palabra.

Giró. Y cómo respuesta observó la mirada coqueta del oji-azul observar a cierto albino de mechas rojas que solo reía divertido. De nuevo se había equivocado y de nuevo sentía aquella puñalada.

-Le ha dicho cariño, Trollius is real._ exclamó rápidamente para no quedar en ridículo.