The time traveler [Yizhan]

CAPÍTULO 7

Xiao Zhan percibió que Wang Yibo estaba un tanto nervioso, sorprendido o tal vez disgustado por el pequeño malentendido que habían tenido hace un momento.

Pensó que no debía haber utilizado un tono tan elevado de voz para dirigirse a su adorado León.
Se maldijo entre dientes cuando recordó la promesa de cuidar del menor, tratarlo de esa manera... definitivamente no estaba en sus planes.

Se arrepintió en ese mismo instante, sintió como los músculos alrededor de su corazón se contrajeron al notar la marca de su mano sobre la mejilla del castaño.

Wang Yibo, sólo se dedicó a observar detenidamente al pelinegro, quién lo miraba fijamente sin pronunciar ni una palabra.

Si esto era definitivamente producto de su imaginación, no hacía falta preocuparse por las consecuencias de sus actos, ¿Verdad?

La extraña coreana había desaparecido, ahora eran solamente ellos dos en la habitación. Esperaría a despertar y guardar en sus recuerdos cada acontecimiento vivido como un sueño extremadamente confuso.

-¿Me perdonas, mi León? No debí reaccionar de esa forma -Xiao Zhan suplicó arrepentido.

-¿Ah? -A Wang Yibo lo tomó por sorpresa el cambio de humor repentino del pelinegro, aunque también era su culpa por estar confundido y no recordar nada-. No te preocupes, Conejito -contestó avergonzado. No podía acostumbrarse a la manera cariñosa con que era tratado por el mayor.

-Entonces...-el pelinegro sonrió de manera coqueta,lo tomó de la mano y lo arrastró hasta el borde de la cama, haciéndolo sentar para luego posicionarse a horcajadas sobre él-, ¿Podemos terminar lo que empezamos anoche? -susurró sobre sus labios mientras sus manos acariciaban el pecho desnudo del castaño.

Wang Yibo tragó saliva nervioso por el acto descarado de Xiao Zhan.

Las puntas de sus orejas se tiñeron de rosado al ver como el mayor se iba desprendiendo de las prendas que llevaba encima.

-¿Q-Qué quieres decir con terminar -murmuró con la voz entrecortada.

-Vamos, León... demuéstrame quién es el rey de la selva -le susurró al oído mientras le mordía el lóbulo de la oreja-. Prometo ser bueno esta vez... no voy a arrepentirme de nada.

Xiao Zhan no le dio tiempo a Wang Yibo de reaccionar, mientras envuelve ambas manos en su cuello, lo besa de forma apasionada, el menor se encuentra embriagado por el toque de aquellos labios que lo devoran de manera experta y a pesar de que piensa que es un sueño, siente cada parte de su cuerpo responder a las caricias y besos del mayor, como si fuera real.

-Zhan Zhan. Mmm -gime deliberadamente y echa su cabeza hacia atrás cuando siente la lengua contraria lamer su cuello, mientras las manos del pelinegro recorren su pecho y los finos dedos juegan con sus pezones.

-Ahora déjame a mí saborearte y complacerte -le susurra mientras se levanta y retira la sábana que cubría el cuerpo de Wang Yibo, dejando expuesto su miembro, ahora erecto por los estímulos recibidos.

Xiao Zhan lame y muerde sus labios ante la vista de Wang Yibo desnudo y excitado, se arrodilla entre sus piernas mientras el menor lo mira fijamente y sigue cada uno de sus movimientos.

-¡Por todos los cielos! Oh. Zhan Zhan -gruñe cuando siente al mayor rodear su miembro con su cálida boca.

La sensación de los labios, la saliva y la lengua del pelinegro que juegan y se adueñan de su eje endurecido a causa del intenso placer, lo hacen gemir y cerrar sus ojos.

-Aaahhh... Zhan Zhan... por favor...

No puede dejar de gritar su nombre al sentir como el director chupa toda su extensión, subiendo y bajando lentamente para luego acariciarlo de forma hábil con una de sus manos, robándole más y más gemidos.