The time traveler [Yizhan]

CAPÍTULO 12

Wang Yibo se despertó nuevamente padeciendo los mismos síntomas de aquella vez en que había soñado.

Pero no fueron a causa de la confusión de la realidad en dónde se encontraba.

Ahora, eran los estragos de varias latas de cerveza que había tomado, mezclado con los celos de la llamada del misterioso Darren.

A diferencia de Xiao Zhan, él seguía en los brazos de morfeo; su cabeza sobre el pecho del menor y con sus extremidades entrelazadas.

El clima era exactamente como lo recordaba, las gotas de lluvia golpeaban suavemente el cristal del ventanal de su recámara.

Wang Yibo recordó que Xiao Zhan había superado el miedo a las tormentas y, poco tiempo después, también al uso de algún automóvil.

Mientras acariciaba con una mano dulcemente la espalda del mayor, la otra jugaba con los mechones de su oscuro cabello.

Parecía tan pequeño e indefenso a pesar de la diferencia de edad, dormido y envuelto entre sus fuertes brazos.

-León ¿Por qué estás despierto tan temprano? -murmuró, aún con los ojos cerrados, disfrutando el arrullo del menor.

-¿Y tú? ¿Te hacías el dormido? -sonrió.

-No, sólo me gusta que estemos así... juntos -contestó, aferrándose más al cuerpo del castaño.

-Mhn.

-¿Qué ocurre? ¿Estás de mal humor? -él levantó la vista para encontrarse con la mirada de Yibo.

-Me duele la cabeza. Nada grave.

-No tenías que ingerir tanto alcohol si sabes que te causa migraña -advirtió, su mano acariciaba la mejilla del menor.

-¿Con quién hablabas anoche? -preguntó sin rodeos.

-¿A qué viene esa pregunta? -frunció el ceño, sorprendido.

-¿No vas a responder? -se sentó, frustrado al recibir otra pregunta como respuesta, se apoyó contra el respaldo de la cama y apartó el cuerpo de Zhan para observar atentamente su reacción.

-¿Estás celoso? -arqueó una ceja divertido al ver los gestos en la cara del castaño.

-No -tragó saliva nervioso-, quiero saber por qué me dejaste festejando sólo -se cruzó de brazos haciendo un mohín-. Es tú culpa que terminé por embriagarme al esperar que termine la llamada...

-Ahhh -se sentó a horcajadas sobre él-. Ahora es mi culpa -le dio un suave beso sobre sus labios-. Permíteme recompersarte -susurró cerca de su oído mientras mordía el lóbulo de su oreja.

-Mmm... Zhan-Zhan -jadeó por el estímulo recibido-, aún no respondiste mi pregunta.

-¿Cómo me llamaste? -preguntó succionando la manzana de Adán que adorna el cuello del menor.

-Perdón, mi conejito... no quise decirte así -murmuró, disfrutando los besos repartidos por su rostro y cuello.

-Todo lo contrario -tomó por un instante el rostro sonrojado de Yibo entre sus manos-. Me encanta que me digas así -besó sus labios nuevamente-, anda -otro beso-, repítelo para mí -lamió descaradamente los labios del castaño-. Por favor.

-Ahhh... -posó sus manos sobre la pequeña cintura del mayor-. Primero, dime, quién es ese Darren...

-¿Me estuviste espiando? -mordió el labio inferior, robándole un gemido.

-Deja de torturarme, por favor -sintiendo como su miembro comenzaba a reaccionar al sentir al mayor desnudo y travieso sobre su regazo-. No fue mi intención... yo... vine a buscarte y escuché una parte de la conversación...