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____ Benson es una actriz profesional, habla varios idiomas por lo cual tiene un gran campo de trabajo. Su primer papel en un k-drama (dorama) será de relleno, pero el actor principal es su favorito en televisión, Lee Jong Suk.
...
—¡Llamen al 119*! ¡ya! —grité corriendo hacia ____— ¿¡Cuánto le diste!? —grité a Bo Gum y él muy nervioso negó con la cabeza.
—Era un pedazo más pequeño que su mano, lo juro —tartamudeó.
—¡¿Por qué no llega la maldita ambulancia?!
Al ver su cara hincharse y tornarse roja empecé a asustarme más. La alcé en brazos.
—¡¿A donde vas?! —gritó el director.
—¡A la maldita puerta para que lleguen más rápido! —corrí con ____ en brazos y la ambulancia iba llegando, la subí en la camilla y fui con ellos en la ambulancia.
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Frederick llegó corriendo al hospital, empezó a preguntarle a todos si hablaban inglés antes de verme.
—¿Cómo está? ¿Por qué comió eso? No debí dejarla sola, les había dado indicaciones claras que no podía haber nada con canela —no paraba de hablar.
—Me dijeron que estaba bien, llegamos a tiempo al hospital —lo calmé y volvió a respirar al paso de una persona normal.
Se sentó y empezó a realizar llamadas. Cuando nos dejaron pasar a verla seguía con la cara levemente brotada y roja, nada comparado a como estaba antes.
—¡Te he dicho que revises tu comida! —la regañó Frederick con un discurso muy largo sobre su salud, su carrera, el valor de su vida y cosas que no pude ni entender su conexión con la situación— No te debería dejar sola con él pero iré a comprarte comida, ya vuelvo —dijo antes de salir.
Intercambiamos miradas y ella solo se volvió a acostar sin nada que decirme. Por supuesto seguía molesta conmigo, pero mi decisión la tomé por el bien de ella, llegué a notar lo mucho que logró irse clavando en mi corazón poco a poco.
—Yo...
—Gracias por salvarme —es lo único que dijo, me acerqué a ella y la hice verme.
—Lo haría todas las veces que sean necesarias para que sigas a mi lado —sujeté su mano pero ella la movió.
—Gracias —repitió.
—Sé de algo que te haría sentir mejor —me incliné hacia ella. Negó con la cabeza repetidas veces mordiendo sus labios e inclinándose hacia atrás para alejarse de mi.
Me senté a su lado en la cama y la abracé.
—Suéltame —musitó pero no me empujó ni puso resistencia.
—No, escucha —sobé su brazo y aclaré mi garganta.
Empecé a cantarle, alzó la vista viéndome con sus grandes ojos oscuros, me transmitía tanta dulzura que me sentía a gusto cantándole a ella.
Al terminar la canción aplaudió.
—Otra —sonrió, por un momento olvidó las estupideces que le dije por mensaje.
—¿Otra?
Asintió sonriente y no pude evitarlo, agarre sus mejillas inclinándome hacia ella y la besé.
Cada vez que sonríe me dan ganas de darle un beso, no puedo alejarme de esta mujer.
—¡____ conseguí nuggets-! —entró Frederick y nos separamos de un brinco— ¡Te voy a poner una orden de alejamiento!
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