T r e i n t a y o c h o

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Hice mis maletas y miré la habitación de hotel. Iba a extrañar tanto este lugar.

Lana estaba sentada en la cama viéndome fijamente. La miré con un puchero.

—Irás directo a grabar una película, no te pongas triste, tu carrera está en el mejor punto ahora —me dio ánimos pero sabía perfectamente que no estaba triste por mi carrera.

—Pero no tiene a un Lee Jong Suk —hice puchero de nuevo— lo voy a extrañar mucho —pataleé como bebé.

—Seguro conseguirá una excusa para ir donde tú estés y viceversa, no creo que estén lejanos por mucho tiempo —vio su celular— espera, ¿si son oficiales? No es que saldrán con alguien más, ¿no?

—¿Salir con alguien más? ¿Quién? ¿Por qué? Ese hombre es mío —me apresuré a decir— aunque... tienes razón... nunca hubo una charla como tal de lo que somos —miré mis uñas evitando la mirada de Lana.

Me haló para sentarme junto a ella y me abrazó.

—Más temprano que tarde lo discutirán, no creo que te deje ir.

Es mi última noche en Seúl, puse una silla con vista al gran ventanal de la habitación y me senté con mi taza de té a ver la ciudad

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Es mi última noche en Seúl, puse una silla con vista al gran ventanal de la habitación y me senté con mi taza de té a ver la ciudad.

Empezó a vibrar mi celular, le di la vuelta para ver la pantalla.

Amor de mi vida.

Contesté antes que se cayera la llamada.

—Hey —saludé casi en susurro.

—Hey —saludó de vuelta y hubo un pequeño momento de silencio— ¿quieres salir?

—¿No nos puede atrapar la prensa si salimos?

—Lo tengo controlado, es tu ultima noche en Seúl, me gustaría estar más tiempo contigo —sentí mi corazón acelerarse.

—¿En cuánto tiempo llegas?

—Ya estoy abajo —sonó una pequeña risa del otro lado de la línea, por suerte seguía vestida solo debía ponerme unos zapatos.

—Voy —colgué y dejé todo lo que tenía en las manos a un lado. Me puse mis tacones y un abrigo.

Cogí una cartera y bajé. Como la primera vez me esperaba recostado de su auto. Una vez le mencioné lo bien que se veía con suéteres y ahora cada vez que lo veo fuera del trabajo tiene un suéter puesto.

Abrió la puerta del auto apenas me vio.

—Tiene cita con el hombre más afortunado de Corea, siéntase cómoda señorita.

Le sonreí y subí al auto.

—¿Afortunado? ¿Ganaste la lotería?

Se sentó en su lado.

—Si, y mi premio eres tú —me hizo ojitos.

—Harás que me derrita —lo fulminé con la mirada— qué cursi eres.

—No te quedas atrás tú tampoco —se burló— lo aprendí de ti.

Manejó unos cuantos minutos; como siempre yo no sabía adónde íbamos. Lo observé conducir y le tomé una foto.

—¿Qué haces?

—¿Cómo me creerán que Lee Jong Suk manejó para mi? —le sonreí, solo me vio unos segundos y mantuvo su mirada en el camino.

Vi por la ventana como pasábamos toda la ciudad. Llegamos a un espacio abierto bastante alejado, sentía que lo había visto antes.

Bajamos y empezamos a caminar, iba en subida al lado del muro de piedras, parecía parte de una muralla.

—No escogí bien mis zapatos —miré hacia abajo viendo mis tacones, llevábamos la mitad de camino pero ya me dolían los pies.

Se puso adelante mío dándome la espalda, se agachó y me quedé viéndolo.

—Sube a mi espalda, vamos a ver la ciudad desde el mirador, falta poco para llegar —dijo esperando en el mismo sitio.

Seguí de largo, me daba un poco de vergüenza que me levantara, tal vez iba a ser muy pesada para él. Escuché su bufido, se adelantó a mi y puso mis manos en sus hombros.

—Sube —sostuvo mis manos y se agachó de nuevo— eso o te doy mis zapatos y voy descalzo.

Bufé subiendo en su espalda a caballito. Me alzó como si fuese peso de pluma y subió hasta el mirador.

Cuando estuvimos en lo más alto me bajó, me senté en un banco con él a mi lado.

Sostuvo mi mano. Sentí un frío y bajé la mirada, Jong Suk me puso un anillo que daba toda la vuelta como dos enredaderas color rosa oro en mi dedo medio, era realmente muy lindo. Lo miré a él.

Sacó de su camisa una cadena finita con un dije de un circulo con el mismo concepto de trenzado que colgaba de su cuello.

Lo miré fijamente y él me miraba a mi sonriendo.

—Es una promesa —dijo sin desviar la mirada, me pone más nerviosa así— te estoy dando mi corazón ____, por favor cuídalo y tenme presente siempre. Ahora que fui parte de tu presente también quiero ser parte de tu futuro.

Por un momento olvidé cómo respirar.

—No sé qué decir —balbuceé— quiero ser parte de tu vida yo también, y estoy feliz que me dejes ser parte importante de ti.

Me temblaban las manos, él la entrelazó con la mía dándome un fuerte apretón.

—Siempre has tenido mi corazón —agarré sus mejillas y lo besé.

—¿Cada vez que diga algo lindo me llenaras de besos?

—Así solo respires te llenaré de besos —lo volví a besar.

Para que entiendan más o menos a lo que me refería jeje•Oigan no es este el final tampoco, cuando lo sea les aviso, el anterior no era el final jajajajs me asustaron • Espero que les guste

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Para que entiendan más o menos a lo que me refería jeje

Oigan no es este el final tampoco, cuando lo sea les aviso, el anterior no era el final jajajajs me asustaron

Espero que les guste

Behind The Scene; Lee Jong Suk (EN AMAZON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora