Cuando era pequeña escuchaba ruidos en la planta baja, pensaba que no podían ser mis padres, ellos llegaban del trabajo e iban directo a dormir. No tenia el valor de ir a averiguar quien o que producía esos ruidos. Tenia miedo. Me acercaba mas a mi hermana e intensificaba el abrazo, era lo único que me ayudaba a dormir.
En mis recuerdos ella siempre había sido hermosa pero en esos momentos cambiaba bastante, aun así para mi seguía siendo mi hermosa hermana mayor.Sabia que no debía estar con ella pero sus caricias me tranquilizaban, cuando por mis cabellos deslizaba sus manos frías mientras tarareaba una extraña canción que no conocía. Esos momentos eran muy especiales, de ella recibía mas que de mis padres.
Una noche desperté al no sentirla a mi lado. Baje de la cama, camine de puntas para no emitir sonido alguno, abrí lentamente la puerta, cruce el umbral, fije mi vista en el corredor, estaba oscuro pero... ahí estaba ella, parada en medio de la oscuridad , con su hermoso vestido de pijama, su cabello suelto cayendo a ambos lados, su piel blanquecina con ciertas manchas en la piel, delgada, algo desaliñada.
Me acerque a pasos lentos, me tomo entre sus brazos dirigiéndose de vuelta a mi habitación. Luego de esa noche mis padres murieron. Nadie quiso decirme como.
Hoy con 17 años se lo que era mi hermana en ese entonces pero... todavía me gusta verla por las noches. Ella viene a verme. No me ha dejado sola. Pero lo se, tengo la misma sensación de aquella noche. Ella hará lo mismo.
También me iré de una manera en la que no querrán decírselo a nadie.
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