¿Móviles en Hogwarts?

Solo

Remus se despertó hoy sin Sirius en la cama, Peter estaba ya despierto y le había dicho que James y Sirius habían salido hace ya media hora, y ahora él también se iría.

Cuando Remus ya se encontraba solo en la habitación  pensó que quizás podía acabarse aquel libro que con tanto ruido, no le dejaron leer ayer, pero total, era la quinta vez que se lo leía y en ese momento no le apetecía demasiado leer. Al no saber que hacer, agarró un pergamino y empezó a hacer algo de tarea que tenía pendiente para el lunes, pero en cuanto escribió la tercera palabra sus ánimos empezaron a caer, tampoco tenía ganas de hacer deberes.

En esos momentos en su cabeza empezaron a pasar imágenes de lo que podría hacer durante el día. Leer, deberes, pasear, hablar por whatsapp, por teléfono, tal vez, cotillear en instagram, ninguna le parecía entretenida. Leer o hacer deberes ya las tenía descartadas; salir a pasear no le parecía una buena opción, no tenía ni la más mínima idea de donde se encontraban James y Sirius, y Peter, seguro que estaba en una cita ultrasecreta. Sin duda salir a pasear la descartaba, no quería ver a grupos de gente pasándoselo bien mientras él estaba completamente solo. Las conversaciones de whatsapp no le parecían atractivas, ayer no se cruzó con Lily en ningún momento del día, y para colmo, tampoco contestaba sus mensajes, Remus sabía que ahora su amiga estaba ocupada, pero en un rinconcito de su mente, pensaba que quizás estaba enfadada con él, aunque fuese un tontería, porquel no había hecho nada. Hablar por teléfono, ¿De qué iba a hablar? Y para la última, si no quería salir para encontrarse con gente, ¿Por qué debería mirar instagram? Eso le parecía una tortura teniendo el estado de ánimo de ahora.

- Vaya mierda de vida. - se dijo para si mismo mientras miraba un cojín lanoso que le había hecho su abuelo.

En cuanto ese cojín estuvo entre sus brazos, enterró su cara en él y rompió a llorar, ¿Por qué? No lo sabía, ¿Acaso importaba?

____

Sirius y James volvieron a la habitación tres horas más tarde, se reían de la cara que se le había quedado a aquel chico de último año. Al abrir la puerta, vieron a Remus en su cama, aún en pijama y envuelto en pergaminos esparcidos por toda su cama, y en su regazo permanecía el libro ese que tanto le gustaba y ya se había leído tantísimas veces.

- ¿Lo habéis pasado bien? - preguntó sonriente al ver como sus amigos entraban con estruendosas risas.

- Genial. - contestaron al unísono. Sirius se le acercó para darle un beso. - ¿Tú también, no? Veo que te lo has pasado de maravilla. - Sirius sabía que para Remus leer un libro era algo divertido.

- De maravilla. - Remus solo sonrío y continuó leyendo mientras que James y Sirius, sin preguntar, copiaban la tarea.