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—Dos shots a que se arrepintió de todo y no vendrá —apuesta Seungmin tomando un gajo de limón para beber su tequila, recibiendo un golpe duro en el hombro por parte de Hyunjin

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—Dos shots a que se arrepintió de todo y no vendrá —apuesta Seungmin tomando un gajo de limón para beber su tequila, recibiendo un golpe duro en el hombro por parte de Hyunjin. —¿Qué? Es casi medianoche, es claro que Medusa-angelical se arrepintió de todo y no vendrá.

—Compraré una pizza a cambio de que te calles, hijo de puta —Lo reprende Hwang con el ceño fruncido. Luego se dirige a Chris, quien insiste en mantener su vista fija en la entrada del bar. —No lo escuches, hombre. De seguro se le hizo tarde.

Aunque Bang es una persona bastante positiva, ha pasado más de una hora desde la acordada con Minho para verse en el bar. No ha recibido un mensaje suyo durante toda la tarde, y eso normalmente no le molestaría, pero él y el chico llevan mensajeándose desde la tarde anterior sin parar. Quizá Hyunjin tiene razón y Minho se ha arrepentido de todo, sería lo más lógico viniendo de alguien con él. Admira el esfuerzo de Hyunjin por intentar hacerlo sentir mejor, pero de pronto todas sus ganas de charlar o siquiera de encogerse de hombros para restar importancia al tema han desaparecido. Minho es como un puto virus que lo ha infectado por completo en cosa de una semana.

—¿Por qué esas caras largas? —sonríe Sana acercándose luego de ser llamada por Hwang para ordenar la pizza. —¿Qué ocurre, Chris?

Joder, no puede dejar que le afecte así. Prometió que Minho no sería más que un revolcón cualquiera y un revolcón no puede estar devorándole la mente. Él podría revolcarse con quien quisiera en ese estúpido pueblo y no debe echarse a morir sólo porque un niñato mimado no le envía mensajes de texto. Sus manos suaves y sus ojos dulces y brillantes no deberían estar dando vueltas en su cabeza todo el tiempo porque sabe que eso lo llevará a desarrollar sentimientos indeseados.

—Uh, estoy bien —murmura frotando sus ojos con sus puños cerrados y bajando la vista. —¿Podrías traerme ora cerveza?

—Dos shots más, un cerveza y una pizza —escribe la rubia rápidamente mirando al australiano de reojo con curiosidad. —¿En serio estás bien? Quizá no deberías ir a casa solo, luces enfermo. Yo podría acompañarte si esperas a que acabe mi turno.

—Lo siento, no pude llegar más temprano...

Al levantar la vista Chris encuentra a un Minho que luce cansado. Siente que por fin puede respirar con tranquilidad y sólo reacciona a sonreír como un bobo y deslizarse en el asiento para dejar un espacio a su lado para el chico. Minho luce realmente precioso con ese look más descuidado del que tiene tradicionalmente, con una camiseta de a rayas de colores desteñidos, jeans anchos, una gran chaqueta verde militar y un bolso largo y marrón que cruza su cuerpo y descansa sobre su cadera izquierda.

—No te preocupes, Sana —sonríe el más alto. —Ha llegado su medicina.

La reacción de Changbin respecto a tomar un tiempo lejos de su relación ha dejado a Minho algo inestable y desanimado. Sí, fue su idea, pero le tomó mucho más tiempo pensarlo y decidirlo que a su novio (¿O ahora ya no son novios?). Por lo mismo, se ha pasado horas recostado mirando el techo y se ha quedado dormido, olvidando su cita con Chris. Al despertar media hora atrás se apresuró a alistarse, pues sabe que el chico podría hacerlo sentir mejor.

Dealer | ChanHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora