10

4.6K 649 655
                                    

La cabaña es fresca por las tardes, lo que la hace perfecta para reunirse ahí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La cabaña es fresca por las tardes, lo que la hace perfecta para reunirse ahí. Si quieren verse sin levantar sospechas, deben hacerlo durante el día, luego de almorzar y antes de la cena, porque la excusa de pasar todas las noches con Jisung no es creíble.

—¡Chris! ¡Apresúrate! —oye la voz de Minho desde su habitación y sólo sonríe mientras llena de zumo de naranja frío dos vasos. El chico ha llegado hace pocos minutos y ha corrido a instalarse para pasar el resto de la tarde ahí.

Una vez tiene ambos vasos llenos, camina hacia su habitación con cuidado de no derramarlos. Al llegar, definitivamente no imaginaba la imagen que tiene en frente: Minho está recostado en su cama con sus piernas flexionadas y las rodillas levemente separadas, vistiendo sólo su ropa interior de color azul oscuro y una camiseta que de seguro ha sacado de uno de sus cajones. Ha estado con muchas personas, y visto cosas de verdad atractivas, pero esa es la imagen más sexy que ha visto jamás.

—¿Por qué tardaste tanto? —el menor hace un puchero con sus labios y mueve sus piernas de un lado a otro. —Ven aquí y quítate un poco de eso.

Sin pensarlo dos veces, Bang se despoja de su camiseta y sus jeans recostándose junto a Minho. El chico no tarda en ubicarse sobre él, con sus piernas rodeando las caderas de Bang, e inicia un beso fogoso y profundo que combinado con el roce descarado de sus pieles los hace jadear en la boca del otro. Minho jamás ha tenido la confianza suficiente para actuar de esa manera casi animal con un chico; su instinto le ordena besar, lamer, gemir y frotarse contra el rubio con desesperación.  Se siente como Soonie hiptonizado por la menta de gato, y sólo falta que comience a ronronear para demostrar lo satisfecho que se siente.

—¿Quieres jugar un poco, bebé? —pregunta el mayor y el otro chico asiente con la cabeza repetidas veces. —Separa un poco más las piernas. Y avísame si algo de lo que hago no te gusta.

El menor obedece sin siquiera pensarlo, sin dejar de besar a Chris. El rubio introduce su mano dentro del bóxer ajeno y acaricia los glúteos suaves como si fuesen algo delicado y sagrado.

—¿Puedo quitártelos?

Minho no responde, sino que se separa y levanta de la cama para quitarse la ropa interior por su propia cuenta. Al verlo, Bang muerde su labio inferior y Lee no puede sentirse más satisfecho al saber que le atrae. Recuperando la misma posición, sabe lo que viene a continuación cuando Chris estira su brazo lo más que puede para sacar una pequeña botella de lubricante de color azul desde el cajón de su mesa de noche.

—¿Puedo intentarlo, bebé? —pregunta acariciando con su mano libre las sienes de Minho. —Voy a cuidarte.

—Hazlo —sonríe el menor. Confía en él, al punto de dejarlo descubrir lugares de su cuerpo que sólo él conoce. —¿Debería cambiar de posición o...?

—Flexiona un poco tus piernas, apóyate en tus rodillas. —Chris le deja un beso en la frente y prosigue a poner en sus dedos un poco de lubricante mientras él menor obedece —Así está genial

Dealer | ChanHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora