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Chris esperaba pacientemente a que el chico entre sus brazos deje de emitir sonidos extasiados, temblar  y que regule su respiración; mientras tanto lo abraza con fuerza, haciéndole sentir querido y acompañado

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Chris esperaba pacientemente a que el chico entre sus brazos deje de emitir sonidos extasiados, temblar y que regule su respiración; mientras tanto lo abraza con fuerza, haciéndole sentir querido y acompañado. Lo que ha hecho no ha sido demasiado, pero debido a la falta de experiencia de Minho ha hecho que todo sea más intenso para él. Los nudillos del menor están blancos a causa de la fuerza con la que se aferra a la espalda ajena, y su labio inferior está rojo a causa de las mordidas.

—Vamos a casa, bebé —murmura cerca de la oreja del chico y dejando un beso sobre ella.

Minho se levanta aún con las piernas temblorosas y una sonrisa radiante pero cansada en el rostro. El toque de Chan ha sido el punto culminante para su relajación, y ahora sólo quiere volver a la cabaña y dormir con Bang a su lado, sin saber de nada o nadie hasta el siguiente día.

Al subir a la camioneta, Chris posa su mano sobre el muslo de Minho y éste coloca la suya encima, disfrutando del tacto cálido. Se siente tranquilo, y relajado, y al mismo tiempo aventurero y rebelde. No hay Changbin en su cabeza, ni departamento en Gangnam, ni futuros hijos, ni siquiera Felix. Las únicas personas en el mundo en ese momento son él y Chris Bang, y él en serio desea que sea así toda la vida. Quiere sentirse así de libre siempre, para tener picnics con comida poco refinada, hacer el amor en la playa y despertar cada día con los rayos del sol en su rostro y las manos cálidas de Chris sobre su cuerpo.

—Te quiero, Chris —murmura bajo, con su cabeza apoyada en el vidrio de la ventanilla.

—¿Uh? —pregunta Bang, mirándolo un segundo antes de volver a concentrarse en el camino. La carretera tiene poca iluminación, por lo que con suerte pueden verse los otros el uno al otro.

—Estoy cansado —responde, pensando en que quizá lo he ha dicho es demasiado apresurado. Es la oxitocina, no le hagas caso a la oxitocina. —Y me divertí mucho hoy.

—Yo también, bebé. —suspira el mayor, acariciándole la rodilla. —Me gusta mucho estar contigo.

Al llegar a la cabaña ambos caminan lento y a paso tranquilo, disfrutando de la fresca brisa marina nocturna. En la orilla de la playa hay algunos grupos de chicos riendo y fumando, por lo que temiendo que sea un conocido, Minho decide apresurar el paso y entrar primero. Aunque estén dándose un tiempo, no quiere que Changbin

Chris entra, procediendo a encender algunas luces y desempacar las cosas de la cesta, observando a Minho quien mira por la ventana hacia la playa. La luz de la luna hace que su cabello brille y luzca más bello que nunca (aunque eso sea imposible, Minho siempre es el ser más bello del universo). En todo ese tiempo el menor ha dicho pocas palabras, pero porque aún está embobado por su experiencia en la playa.

Dealer | ChanHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora