¿ᴄᴏᴍᴏ ʟʟᴇɢᴀᴍᴏs ᴀ ᴇsᴛᴏ? [ᴋᴏᴜᴀᴍᴀ] [ɴᴀᴛsᴜᴋᴀsᴀ] (ᴄᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ)

O8

— Okey, tengo tres habitaciones donde podemos dormir, decidí dejarlo de la siguiente manera —

Los demás presentes veían a la de ojos púrpura con atención. Esta sonrió y vio a todos.

— Nanamine-chan, Nene-chan y yo estaremos en una habitación — las dos nombradas caminaron hacia la chica y no dudo en proseguir — Bueno... Supongo que Amane-kun y Tsukasa-kun estarán bien juntos, así que... Minamoto-kun y Hyuuga-kun deberán estar en la última habitación —

Los cuatro chicos dieron un suspiro aliviados, al menos no deberían de lidiar con quienes no tenían más que incomodidad.

— Pero, Aoi, Kou-kun y Amane-kun acaban de conocerse, así que para que socialicen creo que sería mejor dejarlos a ambos en la misma habitación — sugirió la de ojos fresa —

— Ugh... Tienes razón, de acuerdo, cada quien a sus respectivas habitaciones —

Las tres chicas se retiraron a su respectivo lugar, mientras tanto los gemelos Yugi, Kou, y Natsuhiko no dijeron nada y caminaron a sus habitaciones.

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— Que bien que estemos las tres juntas —

Las otras dos asintieron y le dieron una sonrisa a la chica de cabellos grises.

— Ah, Amane-kun es tan lindo conmigo pero, no se, no siento alguna conexión con el, así que no se si debería de esperar un poco más o debería dejarlo así — menciono jugando con sus dedos —

— Esa es tu decisión, deberías pensarlo bien — comento la de ojos esmeralda —

— Hmm... Tienes razón... — tomo su mentón y dirigió su vista a la de ojos morados — ¿y que hay de ti Aoi? —

— ¿Eh?, si, supongo que deberías hacer lo que dijo Nanamine-chan — sonrió y se dirigió a tomar ropa de su armario —

A la de ojos rubíes se le hacia extraño ver a su amiga tan distraída, o que no le diera consejos como comúnmente lo hacía, más no dijo nada, y saco la pijama que traía consigo ya que había pasado a recogerla a su casa.

Aoi estaba molesta y su mente era un caos, cada vez que veía a su amiga con alguien más le molestaba, aún más que su supuesto amor “platónico” fuese Minamoto Teru, aquel chico que consideraba un asco de persona.

Ahora debía soportar que Nene tuviese una pareja, y sobre todo que fuera el de cabellos azabache, ¿que tenía ese chico que ella no?. Trataba de no pensar en ello pero se le hacia imposible, ahora veía como la chica se sonrojaba levemente ante las torpezas de él chico y eso le hacia enojar aún más.

Amaba a Yashiro Nene, la chica que siempre pasaba desapercibida, que nadie amaría, la que siempre era rechazada múltiples veces por sus amores, pero siempre corría por consuelo de su mejor amiga. Reía algunas veces al ver a la chica tan dramática, o a veces vulnerable ante sus brazos, más nunca se confesó, no quería perder la amistad de la otra, pero le dejaba pocas opciones, estaba decidida, esa misma noche le confesaria sus sentimientos a aquella chica que invadía su mente.

Pero.

¿Hay que temerle al rechazo?

Al parecer eso consumía la mente de muchas personas.

Tan sólo quieres ser libre y expresarte tan fácilmente, y decir un “te amo”.

Claro, di lo que quieras, pero a veces lo piensas demasiado que terminas prisionero por tus sentimientos que nunca diste a conocer, ves como aquella persona se marcha frente a ti, y tu te quedas atrás, sin poder decir o hacer algo.