¿ᴄᴏᴍᴏ ʟʟᴇɢᴀᴍᴏs ᴀ ᴇsᴛᴏ? [ᴋᴏᴜᴀᴍᴀ] [ɴᴀᴛsᴜᴋᴀsᴀ] (ᴄᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ)

O2

En el lugar no se escuchaba nada, simplemente el viento movía los árboles mientras las hojas caían, ambos se veían al rostro, por una parte estaba Yashiro, quien no reaccionaba ante aquella repentina confesión, y Amane, él cual esperaba la respuesta de la chica.

Nene camino hasta donde estaba él chico y con sus brazos formó una equis.

— ¡No eres mi tipo! —

— ¿Que? — fue lo único que alcanzo a formular, estaba confundido, él le acababa de entregar su amor a aquella chica que siempre quiso encontrar a su príncipe azul y ella tan solo lo rechazo — ¡Ni siquiera me conoces! —

— Eh... Eso es cierto... — esta rasco su cabeza, estaba nerviosa — Perdón, pero podemos conocernos y así poder aprender más uno del otro — esta sonrió cálidamente provocando un sonrojo por parte de él azabache — ¿que me dices? —

— Ah... — este no sabía que decir, estaba envuelto en nervios, dio un suspiro tratando de relajarse y sonrió — Si, supongo que está bien —

— Hmp, okey, ¡nos vemos Yugi-kun! — está se fue de él lugar con su sonrisa dejando a él azabache sin poder decir nada —

— ¡Amane!, ¿funcionó la nota? — pregunto un chico que abrazaba a su hermano por detrás —

— Bueno... Más o menos, dijo que debíamos conocernos mejor... —

— ¿Conocerse?, ¡¿te rechazo!?, ¡voy a matarla!, ¿como pudo rechazarte?, eres un gran chico, un buen hermano, ¡eres Yugi Amane!, un lindo chico, mi hermano favorito — decía infantilmente mientras abrazaba con más fuerza a él mayor —

— No hay que hacer tanto escándalo, además yo soy tu único hermano, ven, vamos, hay que ir a casa para hacer la cena —

— ¡Si! —

Los gemelos caminaron lado a lado, y Amane sonrió, al menos había logrado hablar con la chica, y no había tenido una primera impresión tan mala.

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— ¿Al final que sucedió Senpai? — pregunto un chico de cabellera rubia que metía un poco de pan a su boca —

— Bueno... Ayer fui a donde decía la nota, y bueno... Era un chico, y se me confesó — esta se sobresalto al ver como él otro golpeaba un poco el pecho, ya que casi se ahogaba con la comida — Si, lo mismo me pasó, ¡no podía creerlo! —

— ¿Y que pasó? — en serio estaba intrigado, pero decidió ya no meter más comida a su boca por que tal vez, esta vez si muera por ahogarse —

— Lo rechace —

— ¿Eh?, ¿por que? —

— Verás... Él no es mi tipo — dijo con una sonrisa —

— Así como yo tampoco lo soy... — este rasco su nuca mientras veía a la chica —

— No, no lo eres, pero si eres un buen amigo — esta te extendió un caramelo — Toma, en forma de agradecimiento —

— Gracias, Senpai — este tomo aquello con una sonrisa en su rostro —

Lo vio con curiosidad y cuando pensaba abrirlo un pequeño conejo salto sobre su mano y tomó el caramelo entre sus orejas, para luego comenzar a huir.

— ¡Oye!, ¡vuelve aquí! — este salio corriendo detrás de aquel espectro que tan solo podía ver él y la chica de cabellos plata —

— Kou-kun... — está sonrió y se levanto de él suelo — Hmm... Falta poco para que toquen, creo que debería... —

— ¿Nene-chan? —

— ¡Aoi! — está se lanzó sobre la mencionada y le sonrió — ¿que sucede? —

— Bueno... Te lo diré luego, por ahora vamos a clases, pronto tocarán la campana —

— ¿Ah?, ¡si! —

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Kou corría por los pasillos tratando de atrapar aquel espectro tan molesto, odiaba a los fantasmas, pero que podía hacer, él era un exorcista.

Vio como ese conejo doblo por una esquina, Minamoto copio la acción pero no vio nada, estaba confundido, vio a los lados pero no había nada, dio un suspiro rendido, esta vez habían ganado esos roba caramelos.

Ahora que lo veía, ¿donde demonios estaba?.

Comenzó a inspeccionar el lugar, unos ruidos extraños le hicieron sobresaltarse.

Camino lentamente hasta llegar de donde provenían, no lograba diferenciar que eran esos extraños sonidos, cerro sus puños decidido y pateo la puerta.

Vaya sorpresa.

Abrió sus ojos totalmente al ver a un chico en el suelo casi descubierto, ya que aún tenía su uniforme, su camisa desabotonada, y su pantalón no cubría aquella parte intima, escucho aquellos jadeos, los ojos de él chico estaban cerrados mientras seguía tocando su cuerpo.

— Eh...—

Kou no sabía que demonios pasaba, ¿veía bien?, ¡un chico estaba masturbandose en la institución!.

Los ojos de él otro se abrieron lentamente y vio a aquel rubio que le veía confundido, al instante reacciono y cubrió su cuerpo. Se suponía que ese joven no debía estar allí.

— ¿¡Quien eres!? — este veía a él otro con un pequeño sonrojo mientras el sudor resbalaba por su cuerpo —

— ¡¿Tú que haces tocandote!? — este señaló a él otro —

— ¿¡Eh!? — este rápidamente acomodo sus prendas y negó — ¡No te importa!, ¡niño metiche! —

— ¿¡Niño metiche!?, ¡te estabas mastur- — este ya no pudo decir más ya que su boca fue cubierta por la mano de él más bajo —

— Shh... Callate, ¿que quieres?, te daré lo que quieras, pero no le digas a nadie — suspiro cansado y removió su mano de la boca del otro —

— ¡Me acabas de poner tu mano en mi boca!, ¡eso es asqueroso! — este cubrió su boca con ambas manos —

— ¡No es asqueroso!, ¡ni siquiera me corrí!, ¡niño torpe! —

— Ahg, no se que demonios hacías pero no dudaré de hablar esto con Teru-nii — este se aparto un poco —

— ¿Teru?, ¿nii?, ¿¡eres su hermano!? — este entró en pánico, si aquel rubio sabía que estaba haciendo “cosas sucias” en uno de los salones estaría muerto —

— ¡Si!, Yo soy su hermano, ahora vamos, te llevaré con- — de nuevo fue detenido ya que su boca fue cubierta —

— Okey, okey, haré lo que sea, tan solo no hables con él — este bajo su mirada, no quería problemas con aquel chico, una sonrisa maliciosa se formó en sus labios —

El rubio quito aquella mano de su boca y frunció su ceño.

— Ni lo creas, además, ¿que tipo de persona crees que soy? —

— Bueno, bueno, ve a decirle a tu hermano, tan solo espero y no se de cuenta de tu... Problemita —

Kou le vio confundido y él de brazos vendados señaló su parte baja, y claro que él de ojos celestes se cubrió, no podía ser verdad.

— ¿Te gustó verme así?, niño sucio~ — este se alejo de él otro y siguió con su sonrisa — mira, puedes encargarte de “eso” aquí, de igual manera este salón no se usa, así que, yo te cubro, tu me cubres, todos ganamos, tu nunca me viste — este revolvió los cabellos de él otro y pasó a su lado — nos vemos... Minamoto — fue lo último que dijo antes de cerrar la puerta —

— No puede ser... —

El rubio vio los alrededores y comenzó a bajar sus pantalones, debía hacerlo, o sino no podría salir de allí y pronto tocarían la campana.

— Bendito idiota —

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Hasta aquí el capítulo uwu, espero y les haya gustado.

¡Nos leemos la próxima!