💕 C A P I T U L O - 7 💕

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Perplejo me quedé atrás de él, viendo su espalda, Nick solía ser descabellado, claro, era el resultado de tener una personalidad tan apasionada y obstinada, creo que era lo que más me gustaba de él, el hecho de pensar que podía tener tantas facetas me volvía loco.

—¿Quieres regresar a casa o ir a las montañas?— sus ojos chocaron con los míos, un destello de fuegos artificiales rebozaban en el fondo de mi corazón, cada palabra me hacía estremecer, me hacía querer pensar en besarle y olvidar que somos amigos, por favor cálmate Henry.

—Quiero ir a las montañas— dijo este mirando abajo, inspiraba tristeza, ¿y si no era una buena idea? ¿y si me lo decía para ir y acabar con su vida?. Se me achinaba la piel solo de pensar en aquello, pero como podría saber que quería hacer allá en las montañas, incluso podría acabar conmigo y yo sin darme cuenta, sin embargo sabía que había comenzado su acto homicida desde el momento en el que me enamoré de él. Parecía incluso estúpido pensar que el había causado que yo cayera rendido a sus pies, pero para mi, él es la única causa que me mueve, por el vengo a esta universidad, por él respiro todas las mañanas, que se supone que debo hacer. —Por mí esta bien, ¿iremos solo tú y yo?— mis preguntas casi me delataban siempre, no podía contener mi sonrisa, pero tenía que disimular. —Si quieres vamos en grupo con algunos chicos— bum, un golpe bajo. —Si quieres le podemos decir incluso a Oliver— me hizo una cara pícara enseguida le tiré una mirada de enojo, él sonrió, jodida sonrisa.

—Esta bien veré si le digo a alguien más—, ¿decirles a los chicos? o ¿guardármelo y decir que nadie pudo ir?, pero honestamente seria sospechoso si fuéramos solos, mi mente tonta imaginaba miles de situaciones, por alguna razón recordé el beso entre Oliver y yo, era una putada en los huevos, no podía ni ver a ese tío me hacía recordar demasiado, pero en el fondo, muy en el fondo, es decir en el fondísimo de mi ser algo se había encendido ese día.

Nos sentamos en el sofá, abrí una botella y hice las mezclas entre trago y soda, le serví y me serví, abrimos toda la comida que compramos era muchísima, quizá para cinco personas, pero me serviría para comer en el desayuno en el caso que pasase la noche con él, no llevaba una vida tan saludable como Nick, pero iba a jugar basket de vez en cuando con los chicos. De hecho si lo pensaba bien ambos eramos tan diferentes, mientras él era un introvertido apasionado por la literatura, yo era un antipático con vida social y afición por los deportes y fiestas.

—¿Qué quieres decirme?— el trago estaba un poco amargo así que le eche más soda, era la primera ronda, casi siempre aumentaba por pocos el alcohol hasta que solo tomaba vodka o lo que sea que estuviera tomando. —Como te explico... creo que están jugando conmigo— su suave voz resonaba en la habitación, con pocas fuerzas retenía la risa, era tan obvio. —¿Enserio eso crees?— dije en un tono sarcástico, no quería ser cruel, pero no sé como hacerle ver que están jugando con él.

—Ya Henry, escúchame.— sus manos estaban sujetando el vaso con fuerza, si esa mierda no se quebraba era por puro milagro. —Estoy cansado de que jueguen conmigo, vi a Owen con una mujer hoy— sus ojos se pusieron rojos, mi corazón se ablandó. —Odio que me haga esto, odio verlo con alguien más, ¿crees que pueda ser feliz con ella?— tomé otro vaso le puse más alcohol, hoy será una noche larga.

—Sigues con lo mismo, te dije, ese tipo no quiere nada serio, hará como la otra vez que se fue y no le importó una mierda tus sentimientos— pegué un trago pero me sabía más amargo y esta vez no era la bebida. —Si me preguntas, no creo que vaya a ser feliz, lo dudo.

—¿Por qué piensas eso?— temía que me preguntará por que mi respuesta podría ser de doble filo para mí. —Supongo que por algo te busca, ya que la chica no lo hace feliz, busca serlo contigo— Ya jodí esto, al mirar sus ojos podría ver un destello, un destello que me daba miles de señales, pero ninguna era relacionada conmigo.

—¿Crees que conmigo pueda ser feliz?— oh mierda, ¿ahora que hacía? ¿decirle la verdad?, ¿mentirle?, no sé que hacer, pero después de todo nada asegura que luego de Owen yo sea el siguiente. —Podrías— dije sin darle mucha importancia. Sus ojos verdes me miraron como si estuviese confesando mi amor, y vaya que no tendría valor para hacerlo. 

—Es una excelente idea— dijo este con tal asombro que me hacía querer vomitar —Debo mostrarle que soy mejor que la chica— oh mierda, sabía que pasaría algo así, si tenía que confesar algún sentimiento tenía que ser ahora, entonces me levanté y me senté junto a él. —¿Enserio quieres estar tanto con él? ¿No has considerado... no sé, tener algo con otra persona?— no quería ser directo no podría verle la cara otra vez si me rechazaba y simplemente no podría verlo de nuevo, joder, que dolor de cabeza.

—Henry, yo no he podido amar a nadie más desde que él se fue— sus palabras empezaban a crear un agujero negro en mi. —Quiero recuperar al chico del que estuve enamorado.

—¿Y si al final te olvidan, te dejan o te lastiman?— mis palabras resultaban más frías de lo usual, después de todo algo en mi se había muerto al oír que en los ojos de la persona que quiero esta una persona... que no soy ni seré yo. Que decepcionante...

—Yo estoy dispuesto a sufrir, si es necesario a morir por él— como si nada el tiempo había pasado y quería irme, hablar de esto me ponía mal, tenía que irme. 

—Iré al baño— dije indiferente, él asintió y me alejé rápidamente, me sentía deprimido, como si quisiera llorar pero a la vez no, ya me había acostumbrado a esto. Tenía que irme, entonces salí hice de caso que mi hermana me había llamado para ayudarla con un trabajo.


...

Así fue, salí, la oscuridad de la noche se volvía más fría, afuera los arboles con flores violetas se veían hermosos, se veían como en la ciudad en la que crecí, caminé, la luna alumbraba el sendero, los pétalos se pegaban a mis tennis, llegué a un parque cerca, había una banda tocando, entre ellos pude diferenciar a Oliver, era vocalista y estaba tocando una guitarra eléctrica, mis nervios aumentaron cuando nuestros ojos chocaron, mierda. Es momento de huir.

—Quisiera dedicar el siguiente cover a mi amigo— oh hijo de puta. —Henry, no te vayas, es él-— sentí una punzada de arrepentimiento por acercarme, me señaló, lo miré con desprecio, vaya tío me ha metido en un lío, muchos ojos me observaban, mi piel se puso fría como si hubiese estado en un congelador y con miedo me quedé ahí parado.

Tomó su guitarra acústica, el chico de la batería golpeo sus baquetas y comenzó a silbar, mierda que no esperaba esto, entonces empezó a cantar. 

(Nota de la escritora: La canción la dejaré arriba c:).

Su voz, como la de un ángel cubría mis oídos con una delicada tela de esplendor, me hacía sentir bien, es probable que eso me haya impedido irme, al contrario la voz de aquel chico me atrapó, perplejo me quedé escuchando, nunca había escuchado esa canción, solo su voz y el sonido de guitarra acústica adornaba aquella noche, por alguna razón sentía como la tristeza se transportaba de su boca hacía el aire. Terminó y agradeció, las personas se acercaron y en su estuche depositaron dinero, luego me acerqué, él me miró con un poco de rubor en sus mejillas, yo lo miré aún seguía boquiabierto.

—Hola Henry— sonrió —Te presento a los chicos, juntos formamos esta banda, realmente no es nada super formal, solo a veces tocamos en parques, cafés o en algunos bares.— saludé, habían dos chicos atrás de él y una chica, uno era pelinegro con las puntas pintadas de verde, el otro era de piel clara ojos verdes cabello café usaba una camiseta de scooby doo y la chica era de piel canela con cabello rizado sostenía un teclado pequeño en sus manos, y enfrente de ellos estaba Oliver, un chico moreno de cabello medianamente largo. Realmente no tenía ni la más mínima idea de por que estaba ahí.

—¿Crees que podemos hablar?— dijo este, que mierdas quería, de por sí me sentía mal con todo lo que pasó en la casa de Nick. —Vamos por un café, yo invito— Aún me lo pensaba, no era una buena noche, ¿pero qué haría? llegar a casa y acostarme en la cama mientras las ideas corrían de una pared a otra sin lograr salir.

—Que sea rápido— dije fríamente. —Esta bien solo empacó y despido a los chicos— dijo este, entonces me fui hacía una parte del parque en donde estaba solo, encendí un cigarrillo, que más daba la vida ahora. A la mierda con todo.

—Ya vine— llevaba su guitarra colgando por su espalda, yo tomaba otro cigarrillo, le ofrecí uno y nos encaminamos hacía el café o dónde sea que fuésemos. Sólo él y yo.

Etéreo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora