Ese día Harry había vuelto a clases y debía admitir que era bastante agradable tener sus comentarios fuera de lugar de vuelta.
Estaba en plena clase de matemáticas cuando me llegó un mensaje. Desbloqueé mi celular escondiéndolo debajo de la mesa para que al profesor no se le ocurriera molestarme. Era un mensaje de Harry: "¿No quieres hacer algo para que nos echen?".
Me volteé a verlo, aprovechando que el profesor está distraído, y le di una sonrisa.
"¿Por qué? ¿Quieres hacer algo?".
Harry me respondió: "Tengo algo en mente...".
Dejé mi celular en la rejilla de la mesa, tomé un pedazo de una hoja de mi cuaderno, la hice bolita y se la tiré a Harry.
Harry me miró divertido, aguantando la risa, e hizo lo mismo que yo. Nuestros compañeros nos miraban sin entender que hacíamos.
—Summer..., si te descubren te echaran.
Mi inocente Corah no tenía idea de que ese era mi objetivo.
Cuando el profesor se volteó y nos vio a mí y Harry lanzarnos papeles, solo dijo una cosa:
—McCabe y Roberts, fuera de mi sala.
Ambos lo miramos fingiendo desentendimiento por unos segundos, para que creyera que algo nos importaba su clase, luego nos paramos y salimos.
Los dos terminamos sentados en una de las mesas de picnic más oculta de la escuela, besándonos. Yo estaba sentada sobre el regazo de Harry, mientras él tenía la mano que podía usar en mi cintura.
—No lo haremos acá —le avisé, cuando me separé.
—¿Por qué no?
—Estamos en la escuela —dije, con obviedad.
—¿Y eso qué?
—¿Lo has hecho en la escuela? —pregunté asqueada.
—Algo así...
Lo miré con los ojos entrecerrados para que dijera la verdad.
—¿Qué puedo decirte? Me gusta el peligro.
—Eres un idiota.
—Pero un lindo idiota.
Me dio la sonrisa más tierna que había visto en toda mi vida... Era la sonrisa más hermosa de todas y había causado que todo mi estómago se revolviera.
Dejé un beso tierno en sus labios y le devolví la sonrisa para luego meter mi cara entre su cuello.
¿Desde cuándo olía tan bien? ¿Desde cuándo me gustaba tanto estar con él? ¿Qué diablos me pasaba con él? Lo conocía de hacía casi una vida completa y jamás me había pasado algo como eso con él, jamás lo había visto como más un amigo, un amigo algo irritante y excesivamente hablador.
—¿Aún iras al baile con Cory? —preguntó, de repente.
En serio quería decirle que no. Quería decirle que lo rechazaría por ir con él, pero no podía hacer algo así.
—Lo siento, Harry, pero no puedo rechazarlo ya.
—De todas maneras, no tenía ganas de ir —dijo, con un leve tono de tristeza.
—¿No vas a ir?
Negó.
—No quiero.
Le di un beso en el cuello.
—En serio lo siento.
—Tranquila, no pasa nada.
Cuando terminó la hora y volvimos a la sala, guardé mis cosas y salí otra vez.
ESTÁS LEYENDO
Mi Vida, Mi Obra
Teen FictionSummer decide inscribirse en un concurso de su escuela para escribir la obra dramática que se presentará al final del año escolar. Escribir obras no es lo suyo, solo lo hizo para intentar ganarle a uno de sus compañeros de clase que detesta: Jason. ...