La primera vez

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Llevaba ya un año ya saliendo con él, jugábamos en el mismo equipo y siempre me decía:

-Amor, no sé- No sabes qué, es lo que siempre me hubiera gustado contestarle pero nunca me anime, simplemente sonreía y recibía el casto beso que me daba. Todo comenzó una tarde después de su 17 cumpleaños luego de celebrar con su familia y amigos le pedí que me acompañara y se quedara a dormir, pues mi padre y mi madrastra estaban en Cádiz y yo me había quedado solita en casa. El acepto pues como es lógico le preocupara que algo me pudiera pasar. Una vez en el coche que mi papa contrato para mí, puse mi plan en marcha. Lo besé con pasión, él correspondió enseguida. El besó se torno hambriento y sus manos se fueron a mi trasero, el cual apretaba sin pudor, esto ya había pasado otra veces y ahí era cuando me decía la famosa frase, enrede mis brazos en su cuello y me deje hacer. Duramos todo el trayecto entre besos y caricias.

Ya en mi casa bajamos tomados de la mano, entramos dejo las llaves en la mesa de la entrada y subimos a mi habitación, mientras nos cambiamos para irnos a dormir pongo en marcha la segunda parte del plan:

-Tengo otro regalo- Él me mira sorprendido

-Amor, si el regalo de la fiesta ya es espectacular- Nos había regalado las vacaciones en Ibiza pero ya comentaremos ese trío más adelante.

Desabrocho mi vestido y lo deje descender por mi cuerpo dejando ver el conjunto de Versace que había comprado para ocasión. Dani me miró con cautela y yo baje la mirada.

-Amor, yo no se si estoy listo-

-Si no quieres no pasa nada-

-Lo que me asusta es que lo deseo con tanta fuerza que igual no es tanto como tu te mereces- Sonrió y lo hago sentarse en mi cama conmigo encima

-Relájate, amor- Tomó su cara entre mis manos y lo besó con detenimiento al tiempo que muevo las caderas para crear fricción entre nuestros sexos. Le quito la camiseta y lo ayudo a deshacerse de sus jeans, se vuelve a sentar mientras me mira con deseo, yo tomo uno de los almohadones y lo pongo en el suelo me pongo de rodilla en él. Dani ve mis intenciones y se quita en boxer liberando su longitud, intento recordar algo de todo aquel porno que había visto durante la semana. Tomo su erección en mis manos y empiezo a bombear arriba y abajo con lentitud, Dani suspira y yo acerco mi boca a su miembro, primero doy algunas pasadas con mi lengua después me lo meto en la boca y empiezo a juguetear con mi lengua.

-Ali, sigue- No se porque pero esta frase la escucho mucho, Dani empuja su erección contra mi garganta empieza a follar mi boca- Gime con rudeza y llena mi boca con su semilla trago toda la que puedo. Recupera el aliento y tiende su mano para ayudarme a levantar.-¿Dónde aprendiste eso, bebe?- Dice en mi oído mientras busca el cierre de mi brasier.

-Te vas a reír- Sonríe contra mi pecho- Viendo porno- Suelta una carcajada y mete uno de mis pezones en su boca mientras masajea el otro con la mano, gimo del gusto, él sigue descendiendo por mi cuerpo con su boca, llega a mis braguitas y me mira buscando aprobación, muevo mi cabeza con un pequeño asentimiento y Dani las retira cuidadosamente, mete un dedo entre los labios de mi ansioso coñito y toca mi clítoris con sumo cuidado, yo gimo sin pudor y él continua su camino hasta mi cueva, una vez dentro de mí mete y saca un par dedos llevándome al séptimo cielo. Saca los dedos y los lleva a su boca probando mi sabor. Mira hacia la mesilla y entre los dos conseguimos colocar el preservativo.

-Si te duele o algo- Sonrío y abro el cajón de mi mesilla, le enseñó el bonito regalo de mi madrastra.

-Lo llamó el señor azul- sonrie picaro- Pero te confesaré que me imagino que eres tú- Él entra en mí de en una sola estocada y empieza a moverse en mi interior. Mi intimidad se estira para él y cierro los ojos sintiéndole totalmente. Gimo sin pudor mientras Dani da estocadas cada vez más rápidas- Sigue amor, no pares- Le digo en el oído. El cabecero de la cama comienza a chocar de forma violenta contra la pared mientras mis uñas se clavan en su espalda y mis muslos se enredan en su cadera, Dani llena el interior del condón con su semilla, deja caer su peso en mi mientras recupera el aliento.

Empieza a besar mi cuerpo otra vez y se pierde entre mis piernas, su lengua juega con mi clítoris un rato y luego la bocados a mi coño como si de una manzana jugosa se tratase, estoy por venirme en su boca.

-Da- da- ni- Logró decir antes de explotar en su cara, él saborea mis jugos, yo con las piernas temblorosas y la respiración entrecortada intento recrear en mi mente lo que ha pasado. Él entra a mi baño y se ducha, lo sigo a la ducha, luego nos ponemos el pijama y nos tumbamos abrazados para dormir.

-¿Alisson?- Notó su voz

-Dime, Dani-

-Gracias por mi regalo de cumpleaños- Dice- Eres lo mejor que nadie puede desear por su cumpleaños.

"Ali sigue"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora