Donde Bakugo es sordo.
Al ser estudiante universitario, Bakugo tiende a ser reservado, aún sabiendo que hacer amigos es más difícil de lo que parece.
𝖠𝖽𝗏𝖾𝗋𝗍𝖾𝗇𝖼𝗂𝖺𝗌:
• AU sin quirks
•Menciones de suicidio y bullying.
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—¡Kiri! —mi amigo Kaminari me dio un codazo con una sonrisa brillante—. ¡Oí que hoy tendremos a un nuevo compañero!
—¡¿En serio?! —pregunté emocionado por hacer un nuevo amigo.
—Sí, Ashido ya lo conoció. Ella dice que es algo explosivo, pero estoy listo para acogerlo antes de que otros grupos lo hagan.
—Sí, nuestro grupo ha estado un poco pequeño desde hace un tiempo, por lo que creo que sería genial tenerlo cerca.
—Puede que cambies de opinión cuando lo conozcas —Ashido se sentó a mi lado, sonriendo.
—¡De acuerdo, clase, tranquilos! —nuestro profesor suspiró, haciendo que todos se callaran y prestaran atención al frente del aula—. Como ya sabrán, tenemos un nuevo estudiante que se unirá a nosotros el día de hoy. Su nombre es Katsuki Bakugo.
Pasé mis ojos por encima del chico que era un par de centímetros más bajo que yo. Tenía el pelo puntiagudo y rubio, con ojos rojos brillantes. Llevaba una sudadera con capucha, pantalones y botas de combate, todo de color negro.
Parecía ser cool.
El profesor le dio un suave empujón, sobresaltándolo ligeramente antes de poner los ojos en blanco y saludar suavemente.
—Hola...
Todos comenzaron a susurrar mientras el profesor señalaba el asiento frente a mí. Bakugo se acercó y se sentó, poniendo la cabeza en el escritorio ignorando a todos.
El profesor se acercó a mí y se agachó al lado de mi escritorio.
—Eres uno de los chicos más amables que tengo en cualquiera de mis clases... por favor no dejes que nadie lo intimide.
—Por supuesto, pero ¿por qué lo harían?
—Es sordo. Él conoce a Midoriya de toda la vida, por eso los puse uno al lado del otro. Tendré que pedirte que no dejes que se las arregle solo por aquí. La secundaria le asusta.
Asentí suavemente, viendo como mi profesor sonreía suavemente.
—Gracias.
—No se preocupe por eso.
Se alejó y empezó a dar la clase mientras Kaminari me hablaba.
—Entonces, ¿cómo se supone que vas a hablarle si es sordo?
Vi como Midoriya tocaba a Bakugo en el hombro, comenzando a hablarle en lengua de señas.
—Puedo aprender de Midoriya, o puedo escribir las cosas —sonreí, tratando de ver el lado positivo de las cosas.
—Bueno... sólo te advierto que él es algo complicado por no decir malo —Ashido suspiró.
—No me importa.
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