No hablaré de mi amor♡ - Lumity

2- Hermanos Molestos.

-¿A dónde crees que vas?-
El tono con el cuál fue pronunciada esa frase sonó autoritario y burlón a la vez.

Amity estuvo a punto de sufrir un paro cardíaco en el momento que escuchó la voz de su hermana, Emira. Cerró los ojos, intentando enfocar su mente en la elaborada explicación que tendría que darle a la chica.

Volteó para encontrarse con la mayor, quién llevaba puesto el uniforme de Hexside al igual que ella, ya que era día escolar. Tuvo la mala suerte de encontrarse con ella en el pasillo, justo cuando pretendía salir de casa para dirigirse a clases.
Su hermana poseía una expresión divertida en el rostro, y Amity de inmediato supo que sólo intentaba fastidiarla, así que se relajó un poco.

-Tengo cosas importantes que hacer,y debo salir, por favor...no le digas a nadie, especialmente a nuestros padres- rogó la menor. Habían ocasiones en dónde no estaba segura de si podía confiar en su hermana mayor, pues existía al menos una persona más que definitivamente se enteraría de esto, y ese sería...

-Hey! ¿Que está pasando aquí?- Ed salió del cuarto de baño que se encontraba a unos cuantos pasos de la habitación de Amity- Oh, que hay, Mittens...¿que tal va esa pierna?- dijo el chico, sonriente, cómo era costumbre de él. Llevaba agarrado un cepillo de dientes con pasta dental encima.

Amity no respondió, y se limitó a fruncir el seño con molestia al escuchar el repetitivo apodo con el cuál sus hermanos amaban molestarla a diario. También se sonrojó un poco, por la vergüenza que el nombre le provocaba.

Nada podía ser peor que haberse topado a sus dos hermanos, justo en su intento de fuga.

-Nuestra querida hermanita intentaba escapar, a pesar de que mamá y papá le dijeron que se quedara en cama...- dijo Emira acercándose a Amity, juguetona- -Bueno, Mittens, ¿Qué nos darás a cambio de nuestro silencio?- soltó con cierta malicia a la vez que le apretaba una mejilla a su hermana menor, intentando provocarla.

-¡¿Escapar?! ,Wow...¿qué es tan importante como para lograr que desobedezcas así a nuestros padres?- dijo Ed con sincera sorpresa. Se metió el cepillo de dientes a la boca al terminar de hablar.

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Amity había recibido dos preguntas a la vez. Sin embargo, su mente había quedado en un estado de trance al reflexionar en las palabras de su hermano.
"¿Qué es tan importante como para lograr que desobedezca a mis padres?"
Es cierto. Toda su vida había sido una hija ejemplar, una alumna ejemplar, una aprendiz ejemplar.
Era la "perfección" hecha persona.
La habían educado de esa forma, y no conocía otra forma de actuar.
Siempre había sido la niña obediente, la hija que sabe que sus padres sólo quieren lo "mejor" para ella.
La bruja poderosa que estaba convencida por completo de cuál era su mayor anhelo, que era llegar a ser parte del aquelarre del emperador, y sus padres eran su mayor guía y ejemplo para lograrlo.
La señorita de clase y renombre que sólo se juntaba con otras brujas de igual categoría para cuidar su imagen.
¿De verdad esa chica humana era más importante que todo por lo que había trabajo toda su vida?
¿De verdad valía la pena desafiar a sus padres por ELLA?
¿Por esa humana extraña, torpe y...
maravillosa?

Claro que sí- Se respondió a sí misma, mientras se sonrojaba ante sus propios pensamientos.

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Ed y Em observaban con curiosidad y cierta preocupación a su hermana menor mientras ésta hacía muecas extrañas y se ponía roja como un tomate. Esperaban una respuesta ante sus cuestiones.

-¡Oh!, ya entiendo...- soltó Emira, sacando a la peli-verde de sus profundos pensamientos- ¡Vas a ir a ver a Luz! ¿Cómo es que no lo pensé antes?- dijo mientras le daba codazos a su hermano, al mismo tiempo que le guiñaba un ojo.