¡Cállate, vecino! {timothée chalamet}

Capítulo cinco.

Una suave melodía comenzó a sonar en mis audífonos mientras miraba con atención el lienzo en blanco frente a mí. La paleta de colores con todas sus gamas se encontraba apoyada en un banco mientras mi inspiración comenzaba a expresarse. Tomé el pincel ancho entre mis dedos y lo mojé en el agua antes de decidir utilizar el color verde. Desde ese momento mis manos hicieron su trabajo mientras mi cuerpo se dejaba llevar por la música. Los colores comenzaban a interrelacionarse y formaban un popurrí multicolor que se veía bastante bien. La silueta de una mujer comenzó a hacerse visible en el lienzo y con un par de pinceladas más, terminé mi obra. Mis pensamientos fluían hacia el beso de la noche anterior, y aunque moría de ganas de que me haya causado nada más que repulsión absoluta, sentía lo contrario. Y me odiaba por eso.

"¡Sellers, abre la jodida puerta!" Unos gritos provocaron que me quite los audífonos y mi corazón se acelerara con nerviosismo. Al abrir la puerta, me encuentro con un bastante arruinado Timothée. Dos pozos morados descansaban bajo sus ojos y éstos se veían en un tono rojizo "Era hora, mujer. Hace media hora que estoy tocando la puerta."

Me aclaro la garganta y me rasco la nuca incómoda "¿Qué pasó?"

"Creo que tú y yo nos debemos una conversación." Dice, clavando sus ojos verdes en los míos.

"¿De qué hablas?"

"Vamos, Sellers, sabes perfectamente de qué estoy hablando." Una sonrisa torcida se hace presente en su rostro.

"Pasa."

Él se adentra al apartamento y observa con detenimiento la pintura que aún descansaba sobre el atril en medio del living. Sus ojos danzaban hacia arriba y hacia abajo analizando cada detalle. Volví a aclarar mi garganta, y logré que volteara a mirarme.

"Eres buena, Sell." Señaló con su dedo pulgar la pintura.

"¿Quieres comenzar a hablar?" Apuro. Él se sienta en el sofá y le da unas palmaditas al lugar a su lado. Me siento y con mucho esfuerzo, le sostengo la mirada.

"No te voy a decir que lo siento, porque ya pasó." Empieza "Y sé que estuve mal, pero en ese momento pensé que era lo indicado."

Trago con fuerza "Está bien. Fue un beso y ya está. Un beso de colegas."

Él frunce el ceño "¿De qué estás hablando?"

Yo también frunzo el ceño esta vez "¿De qué estás hablando tú?"

"De que vomité en la planta de tu puerta anoche. ¿De qué beso estás hablando? ¿Nos besamos?" Ahora su sonrisa era más prominente.

Abro mis ojos como platos "¡¿Qué hiciste qué?!"

"¡No sé como pasó! ¿Está bien? En un momento estaba dentro disfrutando de la fiesta y al otro estaba en tu puerta vomitando la jodida planta, Sellers, ten piedad. Pero ahora a lo importante, ¿nos besamos?"

Desvié la mirada y negué con la cabeza "No, no nos besamos."

"Estoy muy seguro que dijiste "fue un beso nada más" podré estar un poco ciego pero no sordo." Lo miro ante la indirecta de la ceguera y él se ríe "Responde con la verdad, Sellers."

"Que no nos besamos, joder. Que estaba haciéndote un chiste."

"Bueno podríamos hacer ese chiste realidad..." Él se acerca lentamente a mi rostro, y yo le golpeo la frente a lo que él se queja "O mejor no."

Me levanto para tomar el bastidor entre mis manos y poner la pintura a un lado. Apoyo mis manos sobre mis caderas y me volteo a mirarlo "¿Qué es lo que exactamente recuerdas de anoche?"

"Recuerdo tomar mucho, verte entrar como una hiena en celo gritando que pare la fiesta y luego el incidente de la planta."

"Perfecto." Dije por lo bajo.

"¿Disculpa?"

"Que qué borrachera la tuya." Reí "No creas que saldrás ileso de esta, Chalamet. Todavía estoy enfadada."

"Sí bueno, esa es mi señal de salida." Timothée se levanta del sofá y se hace camino a la puerta.

Antes de cerrarla, él se inclina a la altura de mi oído.

"Si ese chistecito tuyo llega a ser verdad, voy a estar muy enfadado conmigo."

"¿Por qué?" Susurré yo también.

"Porque me encantaría recordar como saben tus labios."

capítulo corto, sorry for that. Pero ando corta de inspiración. Espero que lo entiendan y disfruten del capítulo.

-Cía