Capítulo tres.

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El olor a café instantáneo invadió mis fosas nasales apenas abrí los ojos, lo cual me sorprendió ya que no suelo preparar café. Mucho menos dormida. Caminar, pasarme de la cama al sillón o abrir el refrigerador puede ser, pero jamás preparar café sonámbula. Me levanté de un sopetón, haciendo que todos los cabellos que se habían escapado de mi moño mientras dormía se pegaran a mi rostro.

Me senté al borde de la cama y metí ambos pies en mis pantuflas de conejo que guardo con cariño desde que tengo diecisiete. Descarté rápidamente la idea de que fuera un ladrón ya que sería absurdo que un ladrón preparara café antes de robarme todo el departamento.

Quizás era un ladrón amistoso.

Por si acaso tomé un bate de béisbol autografiado que me había dejado mi papá para que me acuerde de él (cosas de padres nostálgicos) e intentando no hacer ruido comencé a bajar de puntitas por la escalera. A medida que me acercaba podía oír el sonido del aceite salpicar y el aroma a tostadas recién hechas.  Qué ladrón más generoso, ni mi madre se había atrevido a hacerme un desayuno tan completo.

Me dirigí a la cocina como si fuera protagonista de una película de Misión Imposible, con cautela pero con muchísima seguridad. Mis manos sudaban un poco y hacían que el bate se resbalara de ellas, así que lo tomé con más firmeza. Tantas películas de acción debieron servir para algo.

"Vaya, Sellers, ¿ibas a golpearme con eso? ¿Con tu pulso de abuela? Vaya, que sexy te ves con ese pijama." Dice un animado Timothée mientras saca de la sartén los huevos recién hechos.

Mi cara se transforma por completo al verlo y el bate cae directo al piso.

"¿Se puede saber como hiciste para entrar?" Fue lo primero que dije.

Él señala la puerta con su cabeza mientras continúa preparando el desayuno "Siempre dejas una llave bajo tu tapete. Muy de película la verdad. Suerte que solo yo sé de tu pequeño secreto bajo la alfombra, sino tu apartamento estaría desvalijado."

Me siento en el sofá mientras apoyo la frente entre mis palmas "Sí, la verdad es un poco estúpido." Solté una carcajada "Pero soy bastante olvidadiza, ¿sabes? Y lo que menos deseo es olvidarme las llaves y tener que pedir alojamiento en tu apartamento. Eso sí sería una pesadilla."

Él se ríe falsamente "Por cierto... " en una de sus manos sostenía mi taza de pandas bebés " ¿qué se supone que es esto?"

"No juzgues mi taza de pandas porque te verás envuelto en un conflicto en el cual no quieres estar." Él abre los ojos fingiendo temor y sirve café en la taza "¿Qué estás haciendo aquí?"

"¿Qué no es obvio?" Me responde mientras coloca las tostadas y los huevos en dos platos.

Ruedo los ojos "Pero por qué has venido a prepararme el desayuno."

"Cariño, vine a prepararNOS el desayuno. No tienes ninguna corona sobre tu cabeza." Le doy una mirada tajante y vuelve a hablar "No lo sé, me sentía de buen humor y qué mejor que compartirlo con mi mejor vecina."

"Viniste por la play station, ¿verdad?"

"Un poco, pero mejor quédate con la versión de que fui un buen vecino y nos preparé el desayuno."

"Está arriba, en mi habitación."

Él me planta un beso en la frente, lo cual yo rechacé rápidamente y subió corriendo las escaleras con su plato y su café en las manos. Mientras tanto yo, me dediqué al mío. Las tostadas estaban quemadas, y los huevos parecían estar bastante pasados de cocción así que dejé el plato en el piso y que Pipper se encargara de ello.

Sin saber que más hacer, subí a mi habitación para ver a Timothée concentrado en su juego.

"Mañana haré una reunión." Me avisa, sin quitar la vista del televisor.

Suelto un quejido "¿Es broma? Siempre tus reuniones terminan en fiestas."

"Te prometo que esta no lo será. Vendrán un par de amigos a ver el partido de fútbol y nada más."

Rodé los ojos y me acosté a su lado en la cama. Podría ser un movimiento incómodo, pero ya conocía demasiado al neandertal de mi vecino y no había incomodidad en lo absoluto.

"De acuerdo."

capítulo medio corto y medio gede pero ahora en nada subo otro capítulo más copado. Espero que les guste!

cía

¡Cállate, vecino! {timothée chalamet}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora