La Profecía

18

Caminaba por la calle que la llevaría a su hogar con Inuyasha, y muy pronto vendría un nuevo integrante, tenía miedo de la reacción de su esposo, pero tendría que ser valiente ante cualquier evento, por ella y su hijo.

Abrió la puerta y encontró a amado dandole la espalda. Ahora se sentía mucho mas segura, por fin estaba con ella.

- Inuyasha... Inuyasha ¡volviste antes! – corriendo hacia a él y abrazándolo.

Mentirosa, eso era, sabía actuar muy bien, kikyo tenía razón, su suegro tambien tenía razón kagome actuaba tan bien que engañaría a cualquiera, jamás pensó que lo traicionaría de esa manera.

Se dió la vuelta, y la empujo.

- que... que sucede Inuya... - dijo asustada, su rostro era frió, no era el Inuyasha que siempre la había ayudado, que la había amado.

-¿ Amor? ... ¿que sucede? – de pronto salió kikyo de su habitación poniendose la chaqueta- ah kagome... hemos dejado tus "cosas" en tu habitacion... – dijo señalando la habitación de invitados- vuelvo mas tarde cariño.

- no tardes, - la atrajo hacia sí y la besó-

Que sucedía, de que se perdió, por que.. ¿ por que?. Se cerró la puerta detras de si llevandola de regreso a la realidad. La rabia la empezó a consumir por dentro, que era lo que estaba sucediendo...

- ¿por que? Inuyasha... ¿por que?...- las lagrimas ya corrían por sus mejillas, apretó los puños fuertemente tanto, que comenzó a sangrar- ¡ por que!

- por que me di cuenta – estaba furioso, como se atrevía a pedirle explicaciones, era una descarada, peor que kikyo, no kikyo siempre había tenido la razon, y le había advertido de todo, kikyo era la victima del asunto, anoche había hablado con ella habían arreglado sus asuntos, volvían a ser la pareja... pero no era igual que antes.- de que eras una zorra.

La bofetada fue bloqueada, cojiendo su muñeca, pero su mejilla escocía, Inuyasha le había pegado.

- me pegaste... ¡ ah! – le asujetó la muñeca de forma brusca, le dolía... tanto que pensaba que se la iba a quebrar.

Se acercó de manera violenta a su rostro, ella podía sentir su aliento, quería besarlo, quería calmar a la bestia que estaba despertando, pero no podía acercarsele, su aura estaba llena de ira, y no sabía la razón.

- esto es... por haber hecho daño a kikyo y a mi, todos tenían razon... tu solo traes desgracias... – sabía que eso le dolería tanto como a el le dolía ahora- quiero que desasparezcas de mi vida... como fue posible creerte puta mentirosa... DESAPARECETEE- iba a volver a pegarle pero puso ante el una caja.

- lo haré... – dijo sollozando de dolor – espero que no te arrepientas Inuyasha... no se la razón... ojala pudiera...

- la razon – carcajeo- tu misma te desenmascaraste hipócrita... vete... ojala no te vuelva a ver... vete de una puñetera vez

No entendía nada pero la expresión en el rostro de Inuyasha le daba miedo... solo quería huir, dejo la caja azul con cinta de regalo en la mesa... y salió corriendo de allí con lo que tenía puesto... sollozando, corriendo desesperada para buscar algún refugio... su miedo se estaba cumpliendo... la promesa rota de Inuyasha.