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Su cuerpo había dejado de doler, ya no sentía nada, ni siquiera los gritos de miroku llamándola.

Se sentó en lo que parecía, una camilla del hospital, caminó hacia la salida, volteando a ver lo que un grupo de medicos le hacían a su cuerpo, la estaban operando, cuando uno de ellos gritó algo que no entendió no quiso seguir allí, alguien la llamaba sintiendo paz, era una mujer de su edad, la llamaba para que la siguiera.

Caminó por el frio hospital y vio a su familia en la sala de espera acongojados especialmente Inuyasha pero los ignoro, esa joven se alejaba rápidamente tenía que ir con ella.

La muchacha dejo de caminar cuando se encontraron en un patio de hospital en el cual habían bancos, y árboles para que los pacientes pudieran tomar aire de vez en cuando, todo estaba oscuro dejando presente la noche. La joven de cabellos castaños se sentó debajo de un cerezo, y tomó un bulto entre sus brazos.

- ven kagome sientate junto a mi... - le pidió aquella mujer, ella dudo- no te haré daño, quiero mostrarte algo.

Al lado de ella pudo apreciar su rostro, casi igual al de ella.

- ¿ quien eres?- pregunto de forma tímida mientras se sentaba a su lado-

- Yo yo soy Yuki, y ella es tu hija. - mostrándole lo que tenía en sus brazos- tómala.

-¿ mi hija?... no recuerdo...- de pronto vino a su mente lo que le había ocurrido- ¿nació bien? ... fue kikyo la que...- mirando el rostro apacible de su pequeña... durmiendo serenamente. - mi bebé... mi pequeña Aya

- bonito nombre... - le sonrió Yuki- kagome te traje aqui porque... estamos a un paso de ir al otro mundo- kagome la miró confundida- los medicos te están reteniendo en este mundo, tu cuerpo ya no esta funcionando bien, y tienes que decidir...

- ¿ decidir?... quieres decir que me estoy muriendo...¿es eso? ...

- si.

- ¿ Y Aya tambien se esta muriendo?- de pronto la bebe desapareció- Aya - se acercaron cuatro figuras a ellos...- Souta, Kagura...- se levantó corriendo para poder encontrarse y abrazarlos- hermanos... los extrañè tanto.

Ellos la abrazaron como cuando eran pequeños.

- Hermanita... - dijo souta- siempre confiamos en ti y esta vez no será la excepción...

- kagome, tienes que decidir... - dijo kagura- el demonio que te esta causando problemas, aparecerá muy pronto, por mientras... tienes que decidir si salvar o no a kikyo...

- ¿de que hablan?- dijo con odio- jamás... ella me esta haciendo esto- pudo sentir que la perla se oscurecia, se calmó.

Un demonio de cabello plateado se acercó hasta a ella junto con Yuki, era la viva imagen de Inuyasha.

- ¿tu eres?- preguntó asustada-

- Soy Zero... y tu kagome eres la reencarnación de Yuki por lo tanto Inuyasha es la reencarnación mía. Te explicare la situacion, hay un demonio que esta haciendo todos estos desastres, incluso a kikyo la esta perjudicando, tu vida ahora esta en peligro, tienes que decidir si regresar a la vida o quedarte aqui y pelear junto a nosotros...

- Osea que si vivo no podré derrotarlo...- pregunto tristemente-

- no, podrás pero dependerás completamente de Inuyasha.

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