Capítulo VII:

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— ¡¿Qué tenemos que hacer que?!

Segundo día de entrenamiento, eran más o menos las 10 de la mañana y Yugo nos llamó al jardín trasero. Decía que ya tenía el entrenamiento para hoy y que no iba a ser fácil.
Bueno, pues lo que teníamos que hacer era dar cien vueltas por los alrededores al jardín en una hora, el problema es que este no era como el jardín interior que media como una pista de básquet como mucho, este era como tres campos de fútbol uno al lado del otro.

-¿Qué no te ha quedado claro niño, es muy simple, tenéis que dar cien buenas por los alrededores en una hora?
-¿¡Cómo quieres que hagamos eso!? ¡No es humanamente posible!
-Escucha mocoso, ya tenía pensado que no te gustaría por lo que tengo un castigo, tendréis que dar las cien vueltas si o si y cada minuto que pase una vez que se haya acabado la hora, será una vuelta más para cuando acabéis las 100.

Es ese momento Hayato se congeló e inmediatamente empezó a correr.

-¿Ya? ¿Ni un calentamiento ni nada? ¿No estiramos o algo?
-Eso ya es problema tuyo, no creo que ninguna bestia salvaje vaya a esperar a que hagas eso.

En ese momento se me vino a la mente la imagen de la serpiente gigante de aquel libro, he mencionado que odio las serpientes. Por lo poco que conocía a Yugo sé que lo del castigo es verdad por lo que me puse a correr mientras lo maldecía en silencio.

Las primeras 2 vueltas las hice más o menos en 5 minutos y había adelantado a Hayato por una vuelta, lo malo es que en solo ese tiempo ya me había quedado sin aliento.

Tuve que pararme un rato y en ese tiempo Hayato llegó hasta donde yo estaba.

-¿Oye estás bien?
-He estado mejor, pero si, solo me he cansado un momento.
-¿Te apetece hablar mientras corremos? Se hará más llevadero y si vamos a un ritmo constante no nos cansaremos tanto.
-¿Por qué no?

Ambos nos pusimos a correr y continuemos con la conversación.

-Te aviso de antemano que no soy bueno socializando, saca tu el tema de conversación.
-Vale, mmm... ¿Qué estabas haciendo cuando te invocaron, yo estaba dando un paseo por el bosque?
-En mi caso, había salido a correr y me encontré con...

• • • • •

-¿Espera que? Eso no tiene sentido. Ellos dos tenían tres espadas, y ni siquiera podían predecir que saldrías a correr.
-Claro que no tiene sentido, eso solo era una excusa, los fines de semana en kendo se hacen clases optativas solo para entrenar entre alumnos. Yo no voy porque no me hacen falta. En la mitad de tiempo casi he llegado a su nivel.
-¿Ya veo, eso te pasa a menudo?
-Se podría decir que si, aunque normalmente solo vienen a darme una paliza y reírse de mí.
-¿Y se lo has dicho a tus padres?
-Mis padres se pasan por casa cuatro o cinco veces al mes. Prefiero que no se enteren de eso.
-Lo siento por ti. Parece que lo pasas mal.
-Yo no lo veo así, sé porque las cosas son así. Mis padres son los dueños de una empresa bastante importante, están ocupados. Y por parte de los abusones, seguramente yo me sentiría igual.
-¿Eh?
-Modestia aparte, soy un genio, tengo una muy buena memoria, puedo aprobar todas las asignaturas casi sin esfuerzo y ya sabes lo de kendo. También tengo que decir que mis padres me miman un poco, cuando les pido algo me lo compran, no me preocupa el dinero.
-Parece que tienes las cosas muy claras. Pero, sigue pareciéndome algo triste.
-Oye, dejemos de hablar de mí.
-Vale, vale.

• • • • •

-A ver si me aclaro. Un día tiene 24 horas, una semana tiene 6 días, un mes tiene 5 semanas, un año tiene 10 meses y cada 6 años diciembre tiene un día más.
-Si, pero no es diciembre aquí se llama...
-Calla, no me importa, solo quitaré junio y noviembre.

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-Los koalas, para poder comer eucalipto necesitan una bacteria especial que consiguen comiendo las heces de su madre. ¡Ah, si! Y lo mismo pasa con los pandas.
-Oh, dios. Solía ir al zoo una vez al mes, no creo que pueda ver a los pandas y a los koalas de la misma forma.
-De nada, suelo usar ese dato para traumatizar a las personas.

• • • • •

-¿Estás diciendo que estamos en un que?
-Un isekai, es un género de manga muy popular en mi país, pensaba que al ser adolescente sabrías un poco de ese tema.
-Hace años que no veo anime, como que voy a acordarme de los géneros.
-¿Por qué lo dejaste? Yo más que nada leo novelas, pero el anime está bien.
-Uno de mis compañeros se enteraron y me hacían bullying por eso.
-No deberías dejar que la opinión de los demás afecte a tu vida.
-Eso ya lo sé, pero llegas como 4 años tarde. Sobre el tema de antes, tengo una pregunta. ¿El creador del género isekai podría ser una persona que fue invocada en otro mundo y al conseguir volver lo escribió todo?
-...
-...
-Por tu culpa no voy a poder dormir en una semana.

• • • • •

-Oye, ya llevamos corriendo un huevo y no he contado las vueltas, además estoy cansado.
-Déjame ver el reloj, a ver... Llevamos corriendo media hora.
-Y cuántas vueltas hemos dado?
-Tú has hecho 7 y yo 6

A partir de ese momento cada vez que pasábamos cerca de Yugo le sacaba el dedo del medio y le decía fuck you.
También descubrimos que la traducción solo funcionaba en nuestra lengua materna por lo que decía en inglés no se traducía.

-Tengo una pregunta.
-Dispara.
-¿Por qué no estás enfadado con la princesa? No te noto enfadado ni molesto cuando estás con ellos, es más. ¿Toda esta situación acaso te ha afectado?
-Claro que me ha afectado, aún no me he acostumbrado a esto. Y sobre Kyomi, no tengo motivos para estar enfadado.
-¿!Cómo que no!? ¡Es por su culpa que estás aquí, ella ha sido quién nos ha traído aquí!
-¿Y qué? Ella tenía sus motivos.
-¡Eso da igual! ¿Por qué aceptas esto tan fácil mente?

Al verme tan alterado Hayato se sorprendió y se quedó callado unos segundos. Después me sonrió cálidamente y se rascó la nuca.

-Porque me gusta ayudar a las personas, me gusta saber que puedo hacer algo. Dime. ¿Nunca has soñado con ser un héroe que salve al mundo?
Sería un desperdicio el no aprovechar esta oportunidad, poder vivir en el mundo de fantasía del que tanto he leído, poder usar la magia con la que tanto soñaba cuando era niño.
¿Qué tiene de malo, ayudar a la gente que lo necesita?
-Ja, que infantil.
-Di lo que quieras, pero yo soy el mayor de edad. ¿Quieres hablar ahora de películas?
-Claro.

Cada uno tiene la formas diferentes de ver la mima situación. Sus motivos para actuar serían los que tendrían cualquier protagonista de un manga o un libro, que cliché. Yo no soy el protagonista de ningún anime, que se encargue él de eso.

Soy un héroe, a mi maneraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora