Título: La existencia de un alma gemela.
Capítulo 3: Sasuke Uchiha es un ¡Baka!
- ¿Pero quién demonios se cree esa niñita estúpida? – decía entre dientes él Uchiha menor mientras manejaba velozmente su Mitsubishi color negro, se dirigía al apartamento de su mejor amigo. – Solo espero que no tarden en irse, no veo la hora que se larguen de aquí – había sobrepasado el límite de velocidad sin siquiera darse cuenta, afortunadamente Sasuke era muy hábil al volante, aunque un poco imprudente también. (En diversas ocasiones había recibido multas por manejar a exceso de velocidad ó ebrio o inclusive ambas, cosa que no le causaba ninguna gracia a Fugaku Uchiha, por lo cual consideraba a su hijo mayor como su orgullo y al menor como su decepción, pues era tan arrogante, orgullosos y malcriado, pero eso no fue siempre así, Sasuke Uchiha era un niño tierno y amigable, un poco consentido por su madre, cosa que tampoco simpatizaba al padre pues consideraba que la sobreprotección continua de su madre lo volvía débil e inútil y esto hizo que Sasuke creyera en las palabras de su padre. Cuando comenzaba su vida escolar dio un cambio drástico, pues deseaba ser reconocido por su padre como lo era su hermano mayor, se esforzó al máximo, al grado de ser el mejor de su clase y del colegio con tal de demostrarle a su padre que también podía ser un orgullo. Sasuke Uchiha era bueno en todo lo que hacía, no existía actividad alguna que no hiciera a la perfección, pero esto no bastó para su padre, jamás lo reconoció puesto que siempre tenía los ojos puestos en su hijo mayor, así mismo esto hizo que Sasuke generará gran resentimiento a su hermano y su padre, seguía siendo bueno en todo pero ya le daba igual el reconocimiento de su padre, solo se preocupaba en una sola persona ÉL, él y su madre que siempre fue la que estuvo alentándolo en todo momento, aún si caía ella siempre estaba ahí y si había una razón por la cual él no se iba de esa casa en donde no se sentía aceptado era por ella por Mikoto Uchiha.) Pocos minutos tardo Sasuke en llegar, aparco su auto, entro a aquel edificio y tomó el ascensor hasta el quinto piso donde se ubicaba el apartamento de su amigo, antes de tocar el timbre divago un poco, realmente no sabía si había hecho lo correcto en ir o no, no es como que gustara mucho de la convivencia con otras personas pero su amigo había insistido tanto que al final terminó ahí. – “¡Maldición! Primero lo de esa extraña chica y su hermanita histérica y ahora esto” – pensó mientras tocaba el timbre, después de todo ya estaba ahí.
- ¡Hey teme! ¿Creí que ya no vendrías?- reclamó un hiperactivo rubio al abrir la puerta – Hoy vinieron muchas chicas lindas. – mencionó guiñándole el ojo y mostrando una sonrisilla zorruna.
- Cierra la boca dobe, te advierto que si esto esta aburrido me largo de aquí.
- Tan amargado como siempre Sasuke. ¿Cuándo será el día en que te intereses en algo? – dijo el rubio ojiazul mientras cerraba la puerta tras de ellos – ya sabes, las cervezas están en la nevera - decía el rubio ojiazul.
Naruto extrañamente era el mejor amigo de Sasuke pese a ser completamente opuestos y organizaba fiestas en su apartamento muy a menudo pues vivía con su padrino Jiraya pero éste casi no estaba en casa, era un escritor erótico muy reconocido, reconocido dentro de ese mundo claro está. Los padres de Naruto habían muerto en un accidente automovilístico cuando Kushina, su madre estaba embarazada de él, por fortuna lograron sacar al bebé con vida del cuerpo de su madre muerta por ello Naruto no había conocido a sus padres y desde entonces vivía con su padrino, un hombre pervertido que gustaba de viajar por el mundo para inspirarse en sus libros, decía él, pero Mikoto Uchiha había ayudado a cuidar a Naruto, es lo menos que podía hacer puesto que ella, Kushina y la madre de Hinata eran grandes amigas de infancia razón por la cual Sasuke y Naruto eran amigos desde la cuna.
Sasuke se dirigía a la nevera de su amigo rubio viendo a todos los chicos que se encontraban en el apartamento muchos eran chicos de su misma clase y muchos ni siquiera sabía quiénes eran – “pero como hizo el dobe para que tanta gente extraña viniera a su absurda fiesta” – pensaba al momento que abría esa nevera, tomaba una lata de cerveza y la abría, se dispuso a tomar un sorbo del contenido de aquella lata cuando a su mente vino el recuerdo de la inconsciente Hyuga entre sus brazos, no es como que le importara tanto pero lo cierto era que se había sorprendido mucho de haberla ayudado cuando estaba a punto de caer desmayada, él jamás se preocupa por nadie que no sea él.
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La existencia de un alma gemela
FanfictionPor azares del destino Hinata Hyuga tiene que vivir en casa de Sasuke Uchiha, el hijo de un amigo de su padre y con el paso del tiempo, no sabía si por la cercanía o por otras circunstancias estaba teniendo sentimientos por el que nunca había experi...