La existencia de un alma gemela

Capítulo 11: Confesión.

Título: La existencia de un alma gemela.

Capítulo 11: Confesión.

…Él Uchiha estaba a escasos centímetros de su rostro y ella se preguntaba si era posible, “traición” se estaba sintiendo como una traicionera o más bien su cuerpo era el traicionero por sentir lo que sentía al tener al Uchiha tan cerca, pero no podía más, simplemente no podía más y lo que hizo fue… empujar al chico para después salir corriendo, no soportaría nuevamente que la volviera a besar pues ya era suficiente con sentirse como una vil traicionera al haber besado al novio de su amiga, aunque en teoría era él, el que la había besado. Hinata corrió a todo lo que sus pies le permitieron hasta llegar a su habitación temporal, entró y cerró la puerta y en la obscuridad de aquella habitación unas lágrimas se derramaron de unos aperlados ojos, la causa era “traición”, porque así era como se sentía la joven Hyuga.

… … …

- “mierda… ¿Porque siempre ella? ¿Qué demonios tiene esa niña que me hace salir de mis cabales?” – se preguntaba Sasuke con clara molestia mientras la tibia agua caía sobre su perfecto cuerpo y seguía pensando que el día anterior estuvo a punto de besar a Hinata nuevamente, se encontraba con un poco de resaca por haber bebido la noche anterior, quizás la chica Hyuga tenía razón y debía de dejar de beber, o no, él no tenía problemas con el alcohol, él era Sasuke Uchiha, al chico que siempre tiene todo bajo control.

Después de casi una hora ya se encontraba completamente vestido y caminaba por el jardín en busca de la chica que prácticamente lo había rechazado, estaba completamente decidido a enfrentarla y decirle que no se creyera la gran cosa como para rechazarlo – “¿Quién te crees Hinata Hyuga?, si creías que te besaría nuevamente, estas equivocada” –cosa que era mentira pero él nunca lo admitiría. Seguía caminando en busca de la ojiperla pero tal parecía que ella no se encontraba ahí - “y ahora ¿En dónde demonios te has metido?” –  se preguntaba al no verla en ningún sitio – “con que me estas evitando” – seguía pensando mientras que esta vez caminaba con dirección a la habitación de la chica, estuvo a punto de llamar a la habitación de la Hyuga mayor cuando escucho un tono musical proveniente del bolsillo de su pantalón, con extremadamente mucha molestia sacó su móvil del pantalón para darse cuenta que se trataba de cierta pelirosa, por un segundo pensó en ignorarla pero sería inútil, seguramente la Haruno insistiría todo el día hasta obtener respuesta del pelinegro, sin mucho ánimo deslizó su dedo por el display.  

- ¿Qué quieres? – contestó hostilmente.

- Sasuke – se escuchó del otro lado del auricular – Yo…yo…bueno yo solo quería…

- ¿Qué quieres?, no tengo tiempo, estoy ocupado.

- Espera, no cuelgues, solo quería preguntar si todo estaba bien.

- Hmp

- Es que como ayer te fuiste y no me avisaste – dijo la pelirosa al notar que el chico no contestaba.

- Sakura, ahorita tengo algo importante que hacer.

- Solo dime si todo está bien.

- Sí – contestó él Uchiha colgando inmediatamente para dejar de escuchar el interrogatorio de su novia, dejando a la chica pelirosa más triste y más preocupada de lo que ya se encontraba – maldición, tengo que hacer algo con esta situación antes que se me salga de las manos – decía mientras volvía a voltear dispuesto a llamar a la puerta de la ojiperla, esta vez sin más interrupciones llamó sin obtener respuesta, cosa que lo hizo entrar en dicha habitación, muy mal por él porque no era algo que él hiciera y solo para averiguar que tampoco se encontraba ahí – ¡mierda! – dijo en voz alta y con ganas de golpear algo – “¿pero qué demonios me está pasando? ¿Por qué me importa tanto?” – pensaba al momento que salía de la habitación para volver a tomar su móvil y buscar en sus contactos hasta que encontró el que buscaba.