CAPÍTULO XV.

376 73 64
                                    


Su boca era suave, blanda y dulce bajo el tacto de sus labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Su boca era suave, blanda y dulce bajo el tacto de sus labios. El pelo de su nuca se resbalaba entre los dedos de una de sus manos mientras la otra aferraba una de sus mejillas.

Apenas movió los labios, tan solo la punta de su lengua los rozó, haciendo que las manos de Jungkook se alzaran de su abdomen y se aferraban a la tela de su ropa.

Porque nunca algo se había sentido tan bien y tan mal. Estaba nervioso y calmado al mismo tiempo. Feliz y asustado.

Soltó todo el aire suavemente por la nariz antes de separar sus bocas un instante y abrir los ojos. Jungkook los mantuvo cerrados y su boca permaneció entreabierta, respirando con tranquilidad.

Esperó a que sus pequeños ojos de gacela se abriesen y clavasen en él con una reacción, pero en su lugar, sus manos tiraron de él y la poca distancia que había entre los dos se consumió cuando volvió a capturar sus labios.

Sus manos treparon de su ropa hasta sus hombros y se aferraron con fuerza a la vez que abría sus labios profundizando el beso. Sus bocas se movían lentas e inexpertas, con suavidad. Sus manos, por el contrario, se aferraban con fuerza en el otro de forma estática.

Un gemido suave escapó de la boca del más pequeño cuando su lengua chocó con la suya. Se enredaron en un baile lento, de respiraciones agitadas, de manos ansiosas que tiraban de la ropa.

Renunció a sus labios, dejando al pequeño boqueando por más y se deslizó por la línea de su mandíbula, explorando esa suave piel de color vainilla. Su mano acompañó a su boca resbalando por su pecho, acariciándole por encima del jeogori.

Jungkook dejó escapar un suspiro cuando sus labios se posaron entre su oreja y su cuello. Derramó un suave beso antes de hacer un camino por su mejilla y de nuevo volver a su boca.

Capturó la carne húmeda e hinchada de sus labios y sus manos abarcaron sus mejillas.

Jungkook apretó sus hombros, separándole, y sus labios se alejaron con un leve sonido. Sus ojos se clavaron en él, más negros que nunca, con las pupilas dilatadas.

Su mano se deslizó desde sus hombros, pasando por su pecho hasta la lazada de tela en un lateral de su abdomen. Tiró de ella, deshaciéndola, sin dejar de mirarle. Su corazón se encogió al igual que su estómago cuando los dedos del más pequeño tiraron de la tela rozando levemente la piel de su abdomen.

Nunca había sentido esa sensación en su vientre bajo. Se parecía al miedo, pero también a la emoción. Su mano se posó en la parte trasera de su cuello y volvió a unir sus bocas con una nota de desesperación que se materializó en un leve gruñido en el fondo de su garganta.

Se inclinó sobre el cuerpo del moreno haciendo que cediese bajo su peso y se dejase recostar entre las mantas que los cubrían, ahora arrugadas bajos ambos.

•❅ Oᴜʀ Tɪᴍᴇ ❅•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora