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Disparaba una y otra vez haciendo saltar el flas y el pitido rellenaba el silencio mientras Tae cambiaba de pose ágilmente. La atmosfera era tranquila, cálida y cómoda. A pesar de haber varios asistentes y un par de estilistas, parecían estar solos.
De vez en cuando el mayor cambiaba su expresión seria y profesional por algún gesto que hacía que sonriese tras el objetivo.
Estaba algo nervioso y usaba esos jueguecitos para tratar de calmarse. En escasos días el público vería el resultado de meses de trabajo. Él dejaría el anonimato, escalaría a la cima de la fama y la crítica evaluaría sus aptitudes.
—Hacemos un parón —comentó en voz alta, retirando la cámara de su cara. —Ir a comer algo, retomamos en media hora.
Se sacó la correa del cuello y dejó la cámara sobre una mesa auxiliar en la que descansaba un monitor antes de que Taehyung se acercase a él.
—¿Qué tal están quedando?
—Quedarían mejor si dejaras de provocarme y pudiese concentrarme.
—Dejaría de provocarte si dejaras de ser tan sexy mientras trabajas —susurró. —Tu cara de profesional es lo más...
Miró a su alrededor rápidamente para cerciorarse de que estaban solos antes de posar su mano sobre la boca de Taehyung y callarle. Sus ojos se arrugaron cuando sus labios se curvaron en una sonrisa bajo la palma de su mano.
—Voy a matarte lenta y dolorosamente si no cierras la boca Kim —le amenazó en un susurro.
Taehyung retiró su mano y la sostuvo un segundo en el aire dejando un beso rápido en su palma antes de dejarla ir.
—Iré a cambiarme, nos vemos Jeon —murmuró con un tono divertido.
Se deslizó por su lado con un roce descarado sobre su abdomen que se desvaneció en un costado. No pudo evitar girarse y seguir detenidamente cada paso que dio antes de desaparecer por la puerta.
Parpadeó con fuerza para volver en sí mismo y tras apagar los focos salió del estudio en dirección al almacén de atrezzo. Necesitaba darle un giro a ese concepto monocromático y aburrido que le habían pautado. Quizá tirasen esa parte del trabajo en la revisión final, pero iba a seguir su instinto. Quería un fondo rojo que resaltase a su protagonista.
—Jungkook —le llamó una voz a su espalda.
Se detuvo un segundo antes de girarse. Bogum se acercaba a él con paso ágil. Retomó el camino al almacén antes de que le detuviera tras girar la esquina del pasillo.
—Eh —le llamó agarrando su brazo y parándole. —¿Qué pasa contigo? ¿Por qué no me coges las llamadas ni me contestas a los mensajes?
—He estado ocupado —contestó seco, soltándose del agarre y avanzando.
—Ocupado...—sonrió con sarcasmo, posando sus manos en su pecho para detenerle. —¿Crees que voy a tragarme eso? Estas evitándome Jeon, no soy tonto.
