Algunas leyendas pueden ser verdaderas y otras no, el mundo las ve de formas distintas, pero este relato es protagonizado por un chico que fue llamado por el bosque mismo, una invitación a adentrarse en este, que cordialmente acepto, el viento soplo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ambos se miraban mutuamente, está vez podía apreciar más claramente la imagen de su salvador, en definitiva el lobos era imponente y fuerte, aunque ahora se encontraba herido y dentro de un agujero, talvez por la reconocida fiereza de los lobos, que eran de los depredadores más peligrosos del bosque y su salvajidad que los sentimientos de temor y miedo se instalaron en el castaño, pero el en verdad quería ayudar, su bondadoso corazón se lo exigía quería agradecer de una firma que el contrario lo entendiera, y está fue la única forma que encontró.
– hola amigo – el contrario solo le miraba atentamente acostado sobre el suelo forrado de tierra y hojas, mientras expresaba de manera clara que estaba en alerta aunque su cuerpo parecía relajado su mirada y posición de su cabeza decían lo contrario, fácilmente pudo percibir el miedo en esa voz.
– no te haré daño so-solo déjame ayudarte – Luzu bajo dentro del agujero y comenzó a caminar lentamente por un costado cerca de una de las paredes del hoyo para llegar a sus patas traseras, se sentía tan nervioso la mirada del animal sobre el lo incomodaba demasiado, saber que podía obtener una gran mordida en su cuello le aterraba, sus piernas temblaban y sentía ganas de llorar, pero su bondad era más dándole un poco más de fuerza para continuar, comenzó a cubrirse con el botiquín hasta que estuvo más cerca de las patas traseras y la cola, comenzó a agacharse lentamente, tocó el piso, acercó su mano para agarrar una pierna mientras vigilaba que el camino no decidiera arrancar su cabeza de su cuello como a el tipo de la noche anterior, su mano temblaba y sudaba frío, tocó la pierna del contrario, sus orejas paradas y sus ojos redondos no le quitaban la atención, antes de querer echarse para atrás evaluó la herida rápidamente con la mirada, un gran disparó que sin duda pertenecía a la escopeta que escucho, se sorprendió por su cabeza pasaron razones por las que el animal no perdió ni perdería la pata, la primera es que el camino tenía un dios en el culo, la segunda es que la suerte nació para el y no el para la suerte, la tercera es que era actor y participó en la película Matrix si no no se lo explicaba, la cuarta es que el obtuvo intervención de Jesucristo Rey y está agradecido con el de arriba pero el de más arriba con el todo poderoso, y la quinta es que su tamaño lo favoreció, aunque se guía más por la cuarta – pu-puedo? – aunque no recibió respuesta prosiguió a evaluar la pierna tocando y explorandolá, el lobo soltaba pequeños gruñidos y pujaba cada vez que lo tocaba hasta que por fin el castaño finalizó de analizar la herida, el ojiazul concluyó que el podía curarlo, solo debía sacar lo que no perteneciera a la anatomía del lobo, desinfectar y coser, suspiro pues sin duda sería complicado, a pesar de la mirada constante tomo el botiquín y lo abrió, tomo unas pinzas notando que el lobo se inquietaba un poco, acercó la pinza y saco el primer perdigón o vaina del cartucho de la escopeta después de explorar la herida un poco que estaba en su muslo, el lobo aparto la mirada y comenzó a chillar del dolor pujando y gimiendo, Luzu siguió de esa forma con el miedo palpante en su corazón y sintiéndose un poco más confiado, aunque el lobo debes en cuando se revolvía o acercaba su hocico para lamer la herida, Luzu no lo detenía pues temía por su vida después de todo la cara del lobo estaba muy cerca de la suya.
