Si te han plantado, tranquila. En breve empezarás a florecer.
Seamos claras: si acabas de romper con tu pareja, en este momento no le deseas la felicidad. No, escucha, ya sé que piensas que a ti eso no te ocurre, pero el primer paso para superarlo es la sinceridad. Y yo de sinceridad probablemente sepa menos que vosotras, pero no tengo la culpa de que me hayan pedido que escriba esto, así que apechugad.
Si de verdad quieres lo mejor para él, no debería importarte que unos días después de vuestra ruptura él ya se haya enamorado de otra.
—Oye, que quiero romper, he conocido a otra mujer que me gusta más que tú.
—Pues claro, mi vida, lo entiendo perfectamente. Haré las maletas y te dejaré la casa libre para que la disfrutéis los dos.
Pues no. En la primera etapa después de romper con tu novio sólo deseas que su actual y al parecer feliz relación fracase y se estanque en el fango de la rutina y la decepción. No pasa nada, no somos nosotras, es nuestro ego el que habla. Ya se le pasará.
Pero para que se le pase hay que reconocer primero que estás en ese momento y dejar de pretender que lo llevas fenomenal. Si tu novio te ha dejado por una amiga tuya, han decidido casarse, vivir en el campo y tener muchos hijos y tú te empeñas en decir que lo llevas bien, es difícil que realmente lo llegues a llevar bien. Sin embargo, si admites que lo llevas fatal, que les deseas el mal infinito en su nueva vida, que sus hijos sean muy feos y nazcan con sobrepeso y que la alergia conquiste sus bucólicos días en esa fastuosa casa con piscina, es posible que te encuentres mucho más cerca de la superación. Luego las cosas se ponen en su sitio, dejas de odiarlos e incluso puedes pasarte a tomar un café y a conocer a sus simpáticos niños gordos.
Al principio, el que era el hombre de tu vida te cae mal y te sientes abandonada, amargada, fracasada, vapuleada y humillada, PERO DE BUEN ROLLO. Y no importa que tú no quisieras continuar la relación, aquí estamos hablando de cómo impactan los ex al ego, y el ego no tiene actitudes lógicas. El ego es un caprichoso que se enrabieta en cuanto no le prestan atención… Y esto lo sé por una amiga.
Yo dejé a un novio duradero un domingo y al jueves siguiente él ya estaba con otra. ¿Cómo se puede llevar esto bien, por mucho que fuera yo quien zanjara la relación? De repente sientes que nunca exististe, que se ha saltado el luto necesario de una ruptura y que todo lo que ha vivido contigo lo está olvidando entre las sábanas de otra mujer. Pero la broma no acabó ahí. Esta chica trabajaba en la misma empresa que yo y teníamos que vernos cada día en el comedor (imaginad el infierno de las digestiones). Muy divertido todo.
Suena terrible decirlo, pero muchas veces terminar las relaciones me da más pereza que tristeza. (Ah, pues no suena tan mal). Al zanjar una historia se apodera de mí un bloqueo similar al que siento cuando cambio de teléfono móvil. Una vez que me acostumbro a un teléfono, me veo incapaz de familiarizarme con otro. Me da la sensación de que el siguiente no lo controlaré, de que perderé la destreza para manejarme y además me veré obligada a descifrar todos esos nuevos iconos que aparecen en la pantalla.
Reconozco que vivo las relaciones de pareja con escepticismo. Me di cuenta de este problema hace unos años, un día que salí de compras con quien entonces era mi novio. Me quería comprar el concierto de Woodstock y él sugirió que lo adquiriera en Blu-ray (formato de disco óptico de nueva generación de doce centímetros de diámetro para vídeo de alta definición, y no lo he mirado en Wikipedia). El Blu-ray podía verse en un aparato mágico que todo lo reproducía que le pertenecía a él, pero era incompatible con mi reproductor de DVD, que era mi aportación a la convivencia (junto con un fondo de armario que tenía intimidado a su escaso y humilde vestuario).
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El Amor Se Me Hace Bola
Romance«Me han dicho que el hombre de mi vida aparecerá cuando menos me lo espere, pero… ¿cuánto tiempo tengo que no esperármelo para que aparezca?». El amor ya no dura mil años. A pesar de la presión social, cada vez son más las mujeres que no siguen los...