Capítulo 12

28 3 0
                                    

21 de febrero del 2020.

Estaba sentada sobre el escritorio decaído de los profesores. Le di un sorbo a mi jugo para ponerlo a un lado de mí, gire mi cabeza para el lado izquierdo, ahí se encontraba ahí Jade sosteniendo su celular con una de sus manos. Se veía molesta. Se dirige a mí marcando muchos sus pasos como Mario Bros en un videojuego. Se acercó mucho a mi cuerpo para luego abrazarme.

—Al fin te encontré extraviada, te necesito a las canchas ahora mismo. Paso algo entre Jacob y yo, no sé qué hacer— Agarrar una de mis manos y la jala, yo me zafe de su agarre, ella me miro confundida.

—No puedo— Digo con un tono cortante y desvié mi mirada al suelo.

Hubo un gran silencio incomodo, la mire para luego agarrar mi burrito y darle una gran mordida, le hice un gesto de que siguiera hablando con mis dedos. Quería saber sobre el equipo de baloncesto aunque fuera de Jacob el tema principal. No respondió nada. Me imaginaba su cara de "What the fuck?"

— ¿Qué carajos pasa Scarlet?

Alce la mirada para verla de nuevo, me trague todo lo que tenía en mi boca, suspire y baje la cabeza lentamente —Mi hermano— Digo para ser interrumpida.

—A la mierda tu hermano, te necesito ahora— Dice para jalarme ahora del brazo.

En el transcurso del camino me la pase maldiciéndome por lo que estaba a punto de hacer. También sabía que argumento decirle a mi hermano, podría decirle que tenía que entrevistar a los del equipo de baloncesto.

Llegamos a las canchas del instituto, vi por todos lados que no estuviera James. No quería que me regañara de nuevo y peor aún frente de todos. Me encontraba nerviosa, mis manos temblaban y estaba sudando más de lo inusual. Jade lo notaba.

—No le des importancia lo que te diga tu hermano y mejor vamos a jugar —Dice Jade para luego sonreír de forma gentil.

Jade tenía razón, no debía hacer lo que mi hermano dijera, no era mi padre, yo podía hablar con quien fuera. No tengo que ponerme así por algo que mi hermano me dice, él no me puede prohibir con quien hablar y con quién no. Me acorde de algo que me dijo Patrick.

"A veces debes dejar de pensar tanto las cosas y solo hacerlas, si no nunca serás feliz"

Eran las ocho de la noche, estaba recostada en mi cama viendo el techo blanco, tenía mucho tiempo pintado. Analizaba cada pedazo de pintura seca que poco a poco se va cayendo, se ve que esta casa era muy vieja y todo llevaba más de veinte años. Como mi cama. Llegue a pensar que mis padres pusieron la más vieja conmigo por si hacia sexo en mi cuarto rompería mi cama y ellos dirían "te pillamos". Era más probable que yo trajera a alguien que mi hermano James. Pero no sería tan estúpida. Mi celular comenzó a vibrar, yo lo agarre para ver quien me mandaba mensaje. Deje de ver el techo y pensar en cochinadas para ver mi celular, lo prendí para ver las notificaciones. El número era desconocido. Me rasque en mi cabello antes de abrir el mensaje.

Hola mocosa, soy Pato.

Yo muy sorprendida avente mi celular sin nada de fuerza a un lado de mi cama, un gran escalofrió paso por todo mi cuerpo, me concentre viendo mi celular apagado fijamente. ¿Cómo consiguió mi número? ¿Por qué el interés de hablarme? Me puse tan nerviosa. No sabía el motivo. Pensaba en alguien que sabía que me ayudaría para este caso. Jacob. Agarre mi celular y lo prendí para hablarle a Jacob, en lo que sonaba el celular me fui a sentar a mi escritorio, acomode todo para dejar a lado izquierdo mi celular y ponerlo en alta voz. Se acababa mi paciencia hasta que Jacob contesto.

—Jacob— Digo para luego empezar a tartamudear letras sin formar ninguna oración.

— ¿Qué pasa? Es raro que me llames.

Querida Estrella Fugaz (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora