18 epílogos para finalizar una historia

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El último día de clases antes de las vacaciones de Navidad, los Gryffindor se cansaron de fingir nerviosismo por las calificaciones del examen final de DCAO. A nadie sorprendió el anuncio de Neville, que entró corriendo a la sala común con las listas de calificación en la mano:

-¡Todos sacamos 10! –gritó, agitando la lista.

Hubo grititos de felicidad y manos entrechocándose. En medio del festejo, Ron tomó la lista y revisó, casi sin poder creer que tenía un 10. Le pasó la lista a Harry, que se puso a revisar persona por persona.

- Por lo menos, todos los que copiamos –murmuró Harry.

Hermione Granger sacó 9.7 en el último examen de DCAO del profesor Lockhart. Se enojó muchísimo.

-Mamá... ¡por favor! -suplicó Ron- ¡No me lo volveré a poner! ¡Por favor no lo tires!

La señora Weasley arrugó la nariz, mirando en su mano el pin de la caricaturilla de un Lockhart bailando en llamas.

-Ron, ¡un pobre hombre murió y a ti parece darte risa! -dijo Molly, consternada-. Sería de pésimo gusto aún y si no fuera tu profesor

La señora Weasley tocó el pin ofensor con su varita, haciéndolo estallar en cenizas.

-Mamá, no era un "pobre hombre", era Lockhart... y... hay algo que te tengo que decir de su muerte... –dijo Ron, tragando saliva- pero promete no enojarte.

Ron Weasley está bajo tratamiento por las multiples contusiones que recibió en una disputa doméstica. Su madre se niega a hacer declaraciones.

-¡Mi pobre bebé! –aulló Petunia- ¡Llevaba días actuando tan raro!

Los policías en la sala de la casa Dursley tenían tantas horas escuchando llorar a Petunia, que solo el jefe fue capaz de entender el estertor de la deprimida madre.

-Señora, por favor, si tiene más datos respecto a porque su hijo decidió lanzarse al vacío, no dude en telefonear. ¿Puede pedirle a su sirviente que traiga más café para los muchachos?»

-Ese es Harry, sobrino de ella. Mío no -dijo Vernon-. Le ordenaré a ese haragán más café para sus hombres, que llevan toda la noche despiertos.

Tío Vernon podría estar bajo los efectos de un tranquilizante, pero seguía siendo despreciable con Harry.

-Claro, aún falta por resolver la alta cantidad de formol impregnando a su hijo, pero creemos que fue un error de análisis –dijo el jefe-. Nadie puede estar vivo y correr como lo hizo su hijo con semejante cantidad de formol en las venas... ¿Ese es su sobrino Harry? ¿No estuvo con Dudley en el accidente de coches de la semana pasada? »

-Ehhh... si, señor -respondió Harry, acarreando una bandeja con tazas calientes-. Yo iba en el asiento del copiloto cuando fuimos a la tienda.

-Esa fué una volcadura muy pesada. No se habló de otra cosa en la estación esa noche -dijo el jefe de policía, asintiendo con la cabeza-. ¿Es cierto que tu primo parecía muerto cuando lo sacaste del auto?»

-Dudley estaba... bueno... aprendí cierto tipo de primeros auxilios por algo que pasó en la escuela –dijo Harry, midiendo sus palabras-. Yo hice lo mío y Dudley revivió como por arte de magia.

"Tal vez debí hacerle caso a los gemelos y quemar la casa" pensó Harry, preguntándose si el ministerio también rastrearía a las personas que parecían involucradas con demasiada frecuencia en accidentes fatales que involucran cadáveres con formol.

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