Neo despareció de nuestra vista, todos nos miramos antes de que hiciéramos los preparativos para poder salir, después de media hora o menos, nos dirigimos al cuarto de al lado, en este, había una mesa redonda y pequeña, de un metro de alto con un teléfono al centro, nos reunimos en un círculo y esperamos a que sonara para finalmente desconectarnos.
—Trinity— la llamé cuando solo quedábamos nosotras en Matrix, indicandole que era su turno de irse.
—Tú primero— asentí y cuando sonó el teléfono lo tomé llevándolo a mi oreja, para despertar de nuevo en la nave.
—Odio esto— murmure cuando me quitaron el cable de la nuca.
Todos estaban caminando hacia la zona de carga, por lo que rápidamente me puse en pie y los seguí también, habían pasado algunos minutos, pero aún no podía creer, que en verdad Neo hubiera despertado y estuviera aquí, en la misma nave que yo y los demás.
—Bienvenido— le dijo Morfeo, estaba casi perdiendo la conciencia, seguramente exhausto, Tank y Touser lo cargaron hasta al ala médica. Dónde lo atenderían como se debía.
—Estará bien— murmuró Trinity colocando una mano sobre mi hombro, sentí un poco de remordimiento y lástima, porque Neo aún no sabía lo que se avecinaba, ya había dado un gran paso, pero...salir de la ignorancia de ser un esclavo nunca será fácil.
Ni para él ni para nadie. Aún menos siendo quien creíamos que era.
—Solo espero que no me odie por eso.
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—Deja de martirizarte por eso y concéntrate— me gruño la peli negra levantando la careta con la que estaba soldando unas piezas de metal, parpadee varias veces, saliendo de mi trance.
—Lo siento—susurré sosteniendo las dos piezas de metal de nuevo y bajando mi careta para protegerme, Hace ya una semana que Neo estaba aquí, se supone que despertaría en cualquier momento ya que sus músculos ya están rehabilitados y en buen estado.
Había esperado tanto tiempo por esto... ¿y ahora me acobardaba?
Si, lo hacía.
—¡Ah! — exclamé cuando una de las piezas me quemo parte del antebrazo, cerca de uno de los terminales donde estaba antes conectada. Trinity volvió a subir su careta, viéndome con una mala cara, de reproche y fastidio, hice una mueca y le di una sonrisa nerviosa, permaneció en silencio, acomodándose el cabello.
—Escucha Tn, sé que te preocupa su reacción, pero debes entender, que esto iba a pasar con o sin ti— mordí mi labio inferior, sus palabras eran un poco duras para mí, pero no dejaban de ser ciertas.
—Para ti es fácil decirlo, tú no lo conoces, no es como que lo hayas metido indirectamente en un lío tan jodido como este.
—Hemos hecho lo mejor por él, y eventualmente él lo hará por nosotros, por toda Zion también.
